Es muy difícil creer que en el oficio de la política y la administración pública hay quien se atreva a renunciar a su cargo por una simple ocurrencia.
Detrás de estas decisiones -me atrevo a decir que todas- siempre operan reglas informales que se explican aunque sean por razones de origen diferente: salud física o familiar, deseos de crecer, algo no se cumplió, algún desajuste de orden financiero apareció, de género, acoso laboral o sexual, pero hay en todos los casos razón o razones que dan origen a tener que renunciar o separarse.
Quienes hemos incursionado toda la vida en las instituciones teniendo como inmediato superior y jerárquico a un amigo, conocido o ante quien nos hayan recomendado, siempre hay razones para llegar al puesto como para salir, quien diga lo contrario miente y no sabe de la emoción por servir con honradez y lealtad a los principios de respeto en el apasionante océano del quehacer en las dependencias y entidades públicas en todos sus niveles.
Entrar por la única puerta de acceso que está enfrente lleva a no tener que salir por otra, y menos alejada de transitar con la cabeza en alto, la mirada fija de frente y cumpliendo con su deber para continuar avanzando en ese sentido en nuevas oportunidades.
En lo que va del sexenio federal y local en Veracruz – los movimientos en su mayoría de la estructura del gabinete legal y ampliado – los cambios, ajustes y hasta promociones, casi en todas las veces, ha quedado la sensación social de que algo no funcionó y salió mal.
Y ahora, lo que se dice acontece en la CFE, se aprecia que pudieran volarse los fusibles que apague la luz para los que no han hecho lo que la normatividad permite, y deja encendida la lámpara de cacería para revisar en otras latitudes, en el sentido que hay más y peores cosas que suceden.
Se avecina mayo, mes de la Declaración de Modificación Patrimonial de todos los Servidores Públicos y de ahí tendrán que explicarnos las contralorías en su conjunto, la situación que guardan el crecimiento y el decrecimiento del universo de los funcionarios – en el caso de México y Veracruz, en el quinto año de gobierno – y a simple vista hay sospechas sociales de uno que otro “enriquecimiento inexplicable”.
Decía el veracruzano y Presidente de México Don Adolfo Ruiz Cortines, “se debe ejercer el poder con honradez”.
Mientras tanto, se vislumbran fusibles fundidos y otros relevados.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
En la anunciada movilidad y reubicación de la Caseta de cobro hasta ahora en Fortín, y que mudará servicio a la altura de Cuitlahuac, sería bueno que las instancias carreteras y hacendarias no dejen de concatenar esfuerzos con las áreas como seguridad pública – entre otras – para que no vaya a resultar más caro el caldo que las albóndigas, reza una viejo frase popular, pues la ruta en dirección a las cumbres de maltrata y Puebla así como, la colindancia con el estado de Oaxaca es muy peligrosa.
DE SOBREMESA
Este 30 de marzo como desde 1988 ha sido el Día Internacional de las (os) Trabajadoras (es) del Hogar, actividad que todos debemos contribuir para que se mejore dignamente, pues ha venido escalando del quehacer doméstico a través de la limpieza y preparación de alimentos al cuidado de las personas: infantes, adultos, enfermos, y algunas veces con tiempo limitado para el descanso. Para la ley y la sociedad el trabajo del hogar es un empleo y nos demanda pleno respeto a todos.
UN CAFÉ PARA LLEVAR
Pareciera que la problemática interna y externa entorno a CMAS XALAPA es que no se aplica la Ley como debe ser y sólo se reacciona ante las manifestaciones “internas, externas y hasta en instancias de fiscalización y tribunales”. Actuales y exservidores públicos municipales – en activo algunos – están observados por presentas irregularidades y hacen bien en defenderse en los tribunales.
¡ ES CUANTO !