José Manuel Pozos Castro se ha caracterizado por rodearse de funcionarios incapaces y ejemplos como Daniel Cortina Martínez, quien se ostenta como su secretario técnico del Ayuntamiento de Tuxpan, así como delegado de MORENA, siendo el mismo que intervino para que su hermano Manuel Cortina Martínez, en claro conflicto de intereses y nepotismo fuese director de la Comisión Municipal del Deporte, sin méritos propios sobresalientes. Ahora es juzgado por la ciudadanía por su inoperable trabajo que cobró el pasado fin de semana, la vida de un menor de tan solo 14 años de edad.
Con anterioridad ya se había señalado al director de COMUDE, Manuel Cortina como una persona con infinidad de nulas estrategias deportivas, que tiene estancada a la población deportiva. Pero ahora su falta de operatividad llegó al límite.
Y nos comentan: “Todavía andaba sonriente en el evento con el que despidieron al gobernador, mientras en las instalaciones que son su responsabilidad se ahogaba un niño”.
Disminuyendo el interés de la información por los eventos del pasado fin de semana en Tuxpan, Veracruz, incluyendo la visita del que calienta la silla en Palacio de Gobierno, Cuitláhuac García Jiménez, a quien lo despidieron con la grave noticia de que un menor se había ahogado por la falta de personal y de equipamiento táctico para situaciones en el área de albercas.
Si bien el hijo del alcalde José Manuel Pozos Castro renunció al cargo en SEFIPLAN por una denuncia por acoso sexual, lo mismo deberá de presentar su renuncia Manuel Cortina Martínez por ser el responsable de esta tragedia y no quedar en una sistemática impunidad que prevalece en la presunta 4a Transformación.
Con base a la presunta experiencia del director de COMUDE, no es lo mismo controlar dos palas de un Kayak, que administrar una Comisión Municipal del Deporte, con cientos y hasta miles de deportistas, sin tomar las medidas adecuadas y de seguridad cuando se ejercitan.
La tragedia por el fallecimiento de este menor de edad ocurrió el domingo 26 de marzo, durante la visita del gobernador Cuitláhuac García, quien estaba elogiando al alcalde José Manuel Pozos Castro, mientras un menor de edad deportista se ahogaba en la alberca que desde hace mucho tiempo no reciben limpieza y están llenas de moho. Tampoco hay una persona que sea el salvavidas y auxilie en estos casos e igualmente, en las playas de Tuxpan también se ahogan turistas por falta de personal acreditado.
El alcalde de Tuxpan deberá tomar acciones de manera inmediata y no, que sus prioridades sean quedar bien con el gobernador, aunque su staff deja mucho que desear como la directora del Instituto de la Mujer, Gabriela Arango Gibb, exdiputada local y quien se ostentaba como presidenta de la Comisión para la Atención de Periodistas, convirtiéndose en enemiga de los reporteros.
En uno de tantos ataques de los 400 Pueblos en el 2014, fuera de nuestro domicilio particular, la autora de esta columna se dirigió al Congreso de Veracruz para pedirle a Gabriela Arango Gibb, en su cargo como titular de esta comisión, que interviniera con un manifiesto y estar en contra de los ataques perpetrados por César del Ángel y sus secuaces a nuestras oficinas en el 2012 y luego dos años después, cuando Gabriela Arango Gibb ya era diputada local, la misma agrupación perpetró manifestaciones por 4 días afuera de nuestro domicilio, como forma de presión y bajo las órdenes del exgobernador Javier Duarte de Ochoa.
Gabriela Arango Gibb nos escuchó y su única respuesta fue: “No te puedo ayudar, lo lamento”. Ahí me di cuenta de que muchos de estos legisladores se ostenta en el cargo como la voz de sus ciudadanos, cuando en realidad son una simulación y en el caso de la actual flamante directora del Instituto de la Mujer en el Ayuntamiento de Tuxpan, no ayuda a las mujeres y más, cuando ella se ostenta como empresaria periodística.
Y como presunta periodista en ocasiones asume actos de abuso, al asistir como diputada local a una comida con cierto constructor en un restaurante frente al Parque Los Berros, en Xalapa y por su cuenta pide una botella de vino. Cuando el invitador pide la cuenta, se pone pálido al observar que la botella de vino costaba en el 2014, la increíble cantidad de $70 mil pesos. Hoy, la misma botella cuesta $120 mil pesos.
Así se las gastan en el Ayuntamiento de Tuxpan, con su alcalde que está más preocupado por las empleadas solteras, que revisar el perfil de sus funcionarios, uno de ellos, Manuel Cortina Martínez quien provocó una tragedia por su negligencia criminal.
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