Este lunes el Departamento de Estado de los Estados Unidos dio a conocer su informe “2022 Country Reports on Human Rights Practices: México” donde documenta, repito, documenta, que los homicidios extrajudiciales, desapariciones forzadas y arrestos arbitrarios son algunos delitos que habrían cometido elementos de seguridad el año anterior, y forman parte de una larga lista de violaciones a los derechos humanos en nuestro país.
Y el presidente López Obrador no la dejó pasar.
En Oaxaca donde estuvo de gira este martes dijo: “No es cierto, son unos mentirosos, es pura politiquería, es que esa es su naturaleza, no quieren abandonar la doctrina Monroe, no quieren cambiar… (Los Estados Unidos) se creen el gobierno del mundo, ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”. Es decir, en lugar de aportar alguna prueba de descargo utilizó el descontón verbal y con eso dio por zanjado el asunto.
Hasta el jueves anterior el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública había reportado 149 mil 197 homicidios dolosos en lo que va del sexenio, pero la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana dio a conocer que durante el puente por el natalicio de Benito Juárez, se registraron 285 asesinatos dolosos en el país. El viernes se contabilizaron 64 víctimas; el sábado 75; el domingo 73 y el lunes 73, con lo que el número aumentó a 149 mil 482.
Cuando un reportero le preguntó al presidente si ante tanta matanza no pensaba cambiar su estrategia de seguridad volvió a contestar que no y aseguró que se está avanzando en todo el país.
¿Avanzando en qué? Si se refiere al número de asesinatos está en lo cierto. Con 149 mil 482 avanza a pasos agigantados para superar las muertes violentas del sexenio de Enrique Peña Nieto que registró 156 mil 066. Y así como van las cosas, para fin de año lo habrá rebasado.
“Considero que la estrategia que hemos llevado a cabo en todo el país es la adecuada para enfrentar el flagelo de la violencia. Creo que antes se pensaba resolver el problema de la inseguridad, solo con el uso de la fuerza… Nosotros estamos aplicando una estrategia distinta porque consideramos que el ser humano no es malo por naturaleza, que son las circunstancias las que llevan a algunos a tomar el camino de las conductas antisociales, que no se puede enfrentar la violencia con la violencia, no se puede enfrentar el mal con el mal, al mal hay que enfrentarlo haciendo el bien” dijo.
Si va a seguir ordenando que se abrace a los criminales ¿para qué manda al Ejército a combatirlos?
Si al mal hay que enfrentarlo haciendo el bien, entonces no está haciendo bien las cosas porque el mal (convertido en violencia y cruentos asesinatos) vive su época de oro en este gobierno.
Prometió que no se violarían los derechos humanos y México es de los países donde menos se respetan. Aseguró que defendería a los activistas en pro de los derechos humanos y del medio ambiente y van 68 asesinados en su gobierno. Pero cuando supo esto último, en lugar de prometer que se investigarían esas muertes, descalificó el reporte manifestando que se trataba de “propaganda” en su contra.
El país está mal, muy mal, no sólo por la violencia sino por la manga ancha que tienen los delincuentes, pero el presidente no lo quiere ver así. Él anda en otros rollos, buscando la manera de que la historia lo acomode a lado de Juárez porque hasta allá andan su narcisismo y egolatría.
Los asesinatos, feminicidios, secuestros, violaciones y desapariciones forzadas no le quitan el sueño.
En 2017 como candidato dijo esta perla: “Una vez que Morena llegue a la Presidencia, no habrá más masacres en México, se va a terminar con la guerra porque estamos absolutamente convencidos que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia”.
Con más de 40 masacres en lo que va del sexenio ¿ya se acabaron? ¿Ya hay paz y tranquilidad? ¿Llegó la justicia a este país?
El chiste se cuenta solo, lector. Pero qué pésimo chiste.