“CEREMONIAS INDÍGENAS DE VERACRUZ”: ALICIA GONZÁLEZ CERECEDO

El pasado viernes 17 de marzo, en el marco del maravilloso escenario del Auditorio del Museo de Antropología de Xalapa de la Universidad Veracruzana, asistimos a la presentación del libro: “Ceremonias Indígenas de Veracruz” – en su segunda edición-, de la autoría de nuestra amiga, Antropóloga Alicia González Cerecedo, destacada académica de la Universidad Veracruzana, con vasta experiencia en el estudio e investigación de las regiones indígenas de nuestro estado, quien fuera Delegada Estatal de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y conocedora natural de las costumbres y tradiciones en la zona norte del estado , particularmente del Municipio de Chicontepec, región donde ella nace.

Y en este evento, que fue muy concurrido, el panel de comentaristas estuvo integrado por la Mtra. Daniela Griego Ceballos, Directora del Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz, el Dr. Carlos García Méndez, Rector de la Universidad de Xalapa (UX) y su servidora; contando también con la moderación de los Licenciados: Luis G. Cortes Hernández y Carlos Romero Gutiérrez y desde luego, destacando la presencia central de la Mtra. Alicia González Cerecedo, autora del libro. De esta manera se pudo lograr que se describiera con claridad su contenido, cada uno en su particular enfoque, mismo que se antoja recomendable para ser leído y degustado. Obteniendo al final las reflexiones de la autora y el agradecimiento de esta, a quienes colaboraron con ella para hacer realidad este objetivo.

Las intervenciones de la Lic. Daniela Griego Ceballos y el Dr. Carlos García Méndez fueron sumamente interesantes pues detallaron la importancia que tienen en nuestro país los grupos indígenas de nuestro estado, particularmente sus ceremonias en la Huasteca y el Totonacapan.

La Lic. Griego, hizo un análisis de los apartados del libro:  El Día de la Cruz en la comunidad de El Mirador de Chicontepec, el Carnaval de Xoxocapa, las Bodas en Tecalco, el Mapajpaquilistli, la Bendición de la Casa Totonaca, el Cabo de Año en Tajín, el Culto a los Muertos y el Xantolo como una festividad importantísima en la Huasteca. El Dr. Carlos García Méndez además de detallar el contenido, centró sus comentarios principalmente en el apartado especial que el libro dedica al final,  la Tradición del Altar de Muertos en Xalapa Capital, evento en el que participan huastecos y totonacas que radican en esta ciudad, y que coordinados con el Ayuntamiento, ponen a la vista los altares con sus respectivas ofrendas, la vendimia de artesanías, comida Huasteca, etc., amenizado por los grupos musicales y danzas, como una forma de apoyar las tradiciones.

En lo que correspondió a la que esto escribe, mis comentarios estuvieron dirigidos a señalar, lo siguiente: “Que nuestro país, es un mosaico étnico en donde habitan 68 agrupaciones lingüísticas o grupos indígenas, todos diferentes, y en este mosaico, encontramos insertos los grupos originarios del Estado de Veracruz. En nuestra entidad existen, de acuerdo con el censo 2020, como población hablante de lengua indígena casi 650 mil personas de las cuales el 48.8 % son varones y el 51.2 mujeres. Y entre 11 o 12 etnias reconocidas a lo largo y ancho del Estado. Luego entonces dado que es un porcentaje poblacional significativo, razón de más, para pensar en ellos y poder garantizar el respeto a su identidad, costumbres y derechos.

Así mismo, dentro del análisis particular de las ceremonias, percibo dos elementos coincidentes en las mismas que considero vitales, no solo para que las ceremonias sean exitosas, sino porque a través de ellas se cumple el objetivo de los rituales, que por siglos han prevalecido en las comunidades y que forma parte de su acervo cultural. Estos dos elementos son los siguientes:

1) La planeación y organización social meticulosa (familiar o comunitaria). Que se relaciona con la coordinación y organización de las tradiciones y festividades, a través de actividades que cumplen con un método, que se planean con mucho tiempo de anticipación y que incluyen los tres momentos: antes, durante y después de los eventos; actividades que los habitantes se comprometen a cumplir, con orgullo, con lo que se les asigna.

2) La motivación, creencias, valores y solemnidad que ellos imprimen en cada ceremonia. Que refleja el sentir de los indígenas, de cumplir con sus Dioses (autóctonos o religiosos) y con las normas sociales del grupo; ello les hace sentirse integrados y con ello obtener ese reconocimiento de la comunidad. Gesto que eleva el orgullo y el sentido de identidad de las poblaciones indígenas veracruzanas.  Y como muestra revisemos brevemente las ceremonias que la autora nos describe en el libro.

1) En la Festividad del Día de la Cruz del 3 de mayo ( en la comunidad de El Mirador de Chicontepec), hace evidente el sincretismo entre la iglesia católica y los rituales indígenas, y ello incluye la planeación y organización de diversas actividades dentro de los hogares: colocación de las cruces dentro y fuera de la casa bellamente adornadas, llevarlas al cementerio, realizar ahí la ceremonia de bendición o consagración de la cruz, donde el Huehuetlacatl o sacerdote de la comunidad ora frente a La Cruz como símbolo de fe,  y se pide por la  protección de la comunidad de El Mirador y para que los Dioses acompañen al difunto.

2) En la organización solemne de los carnavales como el de Xoxocapa, que se inicia el domingo anterior al miércoles de ceniza, se percibe el cuidado con que preparan el festejo de su fiesta pagana. En ella participan todas las familias, confeccionan disfraces y los jóvenes ensayan las representaciones según el personaje que les toque en la estructura piramidal:  capitán, viejos y disfrazado, tiznado, etc. Igualmente se preparan alimentos, bebidas y aguardiente o refino que consumen los mayores en las familias y además se comparte con otras.

3)La pedida de mano de la novia (en Tecalco), que es todo un ritual, en donde la identificación entre las familias de los novios adquiere relevancia y formalidad, y se hace a través de diferentes visitas entre familias, en donde reina la convivencia, hasta culminar con la boda y el acompañamiento a la casa conyugal.

4) Igualmente el capítulo del Mapajpaquilistli (o acción de lavar las manos), donde la solemnidad es distintiva porque se llevan a cabo los rituales -como un símbolo de gratitud- después de la cosecha del maíz, sobre todo, cuando esta es abundante.  

5) Igualmente, este espíritu solemne o místico se observa en las celebraciones del Totonacapan con la Bendición de la Casa y del Cabo de Año en El Tajín.  En la primera, donde se reconoce la casa como un espacio sagrado que merece ser bendecida con los ritos totonacos. Y en el caso del Cabo de Año en El Tajín, que se refiere a la solemnidad y organización de la ceremonia del Cambio de La Cruz de una tumba, por una nueva, misma que se consagra, (con incienso, ofrendas, cantos y rezos) para que el alma del difunto descanse y finalmente se coloque en el Panteón y se despida al difunto para que se dirija al inframundo.

6) O la solemnidad del Culto a los Muertos, que se organiza en toda la región norte y centro de la entidad. Esta corresponde a una ceremonia donde todas las actividades de las personas cumplen un objetivo, y en todas predomina la solemnidad, pero también la alegría y todo debe ser agradable a los difuntos y a sus Dioses. Por eso los altares familiares o comunitarios, se adornan de manera especial. En el culto, vivos y muertos interactúan y además de orar por ellos, se pide a los espíritus por sus cosechas y se agradece todo lo bueno que recibieron a lo largo del año con bailes, ofrendas y comida, dedicados solamente a ellos.

7) En la festividad de Día de Muertos, además de lo antes mencionado, la organización de las danzas o Xantolo son la vida de esta ceremonia. Los personajes (el Diablo, la Muerte y la Mujer Embarazada, así como Los Guerreros), son los protagonistas de las danzas. La solemnidad del baile descansa en el predominio de los movimientos coordinados, las máscaras, la música y los cantos – en el dialecto local-, son interpretados por jaraneros que llevan violín, guitarras, tambores, y cantantes. Y van por las calles derrochando música y alegría.

8) Igualmente la solemnidad y sentido de organización, está presente en los rituales de la elaboración de la comida Huasteca, que va desde buscar y seleccionar los ingredientes e implementos de cocina adecuados, saber preparar los recaudos, la manteca, la carne de pollo, cerdo, arreglar los hornos (si es el de barro o de hoyo), para que el Mole, el Zacahuil, el Pascal, los Tamales de frijol, carne o de calabaza con camarón, los Bocoles, las enchiladas de baile, etc. salgan perfectos. Igualmente, sucede con la elaboración de los dulces de chocolate, de calabaza o de otras frutas, así como el pan de muerto, el Chichimbré y los Pemoles, que deben ser del agrado de los paladares de chicos y grandes. Todas estas actividades cumplen con rituales especiales y en base a ello se cumple el objetivo.

Luego entonces, lo anterior, solo son algunos de los aspectos valiosos que Alicia González Cerecedo, nos inspiró con su libro y que retomamos en nuestros comentarios, reafirmando en lo personal, lo importante que es conocer sobre la cultura de nuestros pueblos originarios veracruzanos, especialmente las motivaciones y valores que les mueven, porque en ellos se sustenta su fe y creencias. Y algunas de sus creencias son las siguientes:

  1. Creen en la muerte, pero principalmente en la vida, por eso pugnan por el matrimonio (autóctono o eclesiástico) y la fertilidad (natividad). Creen en el valor de la familia, especialmente, en el sentido de la convivencia inter e intrafamiliar y comunitaria.
  2. Creen en el valor de compartir y transmitir la sabiduría de los ancestros, a las nuevas generaciones. Creen en el valor de su cultura y por eso la defienden y no la quieren ver morir, para que esta sea compartida y siga siendo un legado para el presente y futuro.
  3. Creen en el valor de la gratitud, y lo hacen a través de la oración a los dioses (de la naturaleza y de su religión), y corresponden a los favores recibidos con sus ofrendas y se encomiendan a ellos, para que lo que venga sea bueno y productivo para su grupo y región.
  4. Creen en el valor del fortalecimiento a su identidad que se basa en el amor a sus raíces y al orgullo de su natividad indígena.
  5. Creen en el valor del respeto, porque ellos también quieren ser respetados y ayudados para cubrir sus necesidades, vencer la pobreza y la marginación.
  6. Creen en el valor de ser felices. Las ceremonias y festividades son eso, espacios donde los pueblos indígenas dan rienda suelta a su alegría, a sus emociones y eso los hace felices, tomando de ello vitalidad y energía para continuar su vida en la familia, el trabajo y en la comunidad.

Sin duda el asistir a la presentación del libro: “Ceremonias Indígenas de Veracruz” – en su segunda edición-, de la autoría de nuestra amiga, Antropóloga Alicia González Cerecedo fue una hermosa experiencia y en lo personal, agradezco la invitación y solo me resta felicitarla, por ese esfuerzo académico, profesional y de gran calidad humana, deseando que siga luchando en favor de los grupos originarios, y que siga dándoles voz a través de sus libros y de su liderazgo.

Gracias y hasta la próxima

 

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