Nostalgia por la ignorancia política

El ejercicio político, la discusión de las ideas, el debate en la casa, la calle y el café estaba prácticamente prohibido en México. La represión que se ejercía contra quienes intentaban llegar al mundo de la política era castigado hasta con cárcel, por quienes ahora se denominan demócratas.

La falta de costumbre de que las ideas políticas se ventilen en todos lados, algunos nostálgicos del pasado le llaman polarización. Como su sorpresa es tan grande al ver que la política está al alcance de todos no saben cómo interpretar el presente porque nunca entendieron el pasado, menos aún para aquellos que muestran un total desconocimiento de la historia.

Habituados a que anteriormente un solo partido, ahora en decadencia, ganaba, por las buenas o por las malas, las elecciones. Con la inercia del mandato centralizado en el Poder Ejecutivo que lo mismo dominaba al Poder Judicial que el Legislativo, la nueva era de la política les muestra que nunca supieron nada y que sólo obedecía. La rutina es para los mediocres el mejor camino de la vida porque así no deben pensar ni trabajar, simplemente se vive del erario, se roba lo que se puede y todo mundo feliz.

La práctica política es resultado de un aprendizaje social que se muestra todos los días en México en todos sus habitantes, esto quieren desconocerlo quienes cierran los ojos a la realidad y sólo viven en el pasado.

Pero antes de que los hábitos se convirtieran en vicios, llega la opción que escogió la población de participar activamente en política, más allá del limitado espacio que se circunscribía a las urnas. La clase media entendió que debe salir a la calle, pero no para confrontarse con otros sino para mostrarse como una fuerza diversa y dispersa. La marcha no defendía al INE ni atacaba al Plan B electoral, lo que los unía era el rechazo al gobierno de López Obrador, y en esa circunstancia debe ser tomado en cuenta. Lo demás es pura vanidad.

Los mexicanos no están divididos, tampoco enfrentados, muchos menos polarizados. En las calles no se ven y se insultan unos y otros, a pesar de que los conservadores mantienen una carga importante de odio y resentimiento. Los mexicanos siguen celebrando juntos la Navidad, el 15 de septiembre, hasta la llegada de la primavera juntos. Los hijos de quienes piensan diferente van a la misma escuela.

Los conservadores no conocen la represión en carne propia por eso la provocan, menos aún saben lo que es en realidad una sociedad polarizada por eso la evocan, ellos creen que exagerando el estado de la realidad social van a desgastar al gobierno. Al contrario, lo fortalecen por la fragilidad de sus posturas y la ingenuidad de sus intenciones, producto de la falta de experiencia en el ejercicio político. Incluso falta de cultura política, porque de conocerse, aunque sea en la teoría, la actual situación del país no la verían como polarización sino como una toma de conciencia donde cada quien toma su lugar en la historia.

Debemos entender que el conocimiento de la política mexicana fue secuestrado por los propios políticos del antiguo régimen, con la ayuda de los medios de información que daban a conocer lo que consideraban era propio para menores de edad, sin que descubrieran el verdadero rostro de las administraciones ahogadas en la corrupción. En el pasado se imponían frases, como “hablar de política es una historia sin fin”, o, “todos los políticos son iguales”, o “de política y religión nunca hay acuerdo”, o “la política es cosa de hombres”, etc.

Es decir, la participación política era un ejercicio para iluminados, ya hora que se adopta una postura definida en medio de familias, grupos de trabajo, gremios, etc., le llaman ingenuamente polarización.

En el México de hoy debe haber sólo delincuentes que deben ser castigados y justicia, pero encontramos que hay jueces que están en subasta y delincuentes que se amparan en el fuero o el cargo público para alcanzar la impunidad.

Aunque haya gente que diga que al Presidente las cosas le salen mal, el resentimiento de los opositores dice lo contrario, porque la economía, el empleo, el peso, las obras públicas van muy bien y Morena en las urnas va en caballo de hacienda para ganar las dos gubernaturas el 4 de junio del Estado de México y Coahuila. Quien equivoca la estrategia y las tácticas es la oposición, no el gobierno.

 

LA PEQUEÑA OPOSICIÓN 

La oposición en los últimos cuatro años ha dado bandazos que intentan burlar la memoria de los mexicanos. Votan contra las pensiones para adultos mayores y se dicen defensores del pueblo; votan por el feminismo, y les prohíben a las mujeres mandar sobre su propio cuerpo. Los panistas denuncian feminicidios y es uno de los partidos donde hay más hombres que maltratan mujeres, ahí está Javier Lozano, quien oculta que su hijo es un violador; Enrique Vargas, el también panista que le pegó a su tía; Gabriel Quadri, quien fue obligado a ofrecer una disculpa pública a una legisladora por decirle señor; el senador Ismael Cabeza de Vaca, que fue sorprendido y denunciado por perseguir a la menor de edad Fernanda Moreno, para mantener intimidad en 2018; el diputado local del PAN, Ricardo Rubio, acusado de golpear a su esposa, etc.

El 6 de marzo de 2013, el PAN fue denunciado por la ex secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, y por las militantes de ser una fuerza política que se resiste a abrir espacios a las mujeres.

Pero aquí no acaba el discurso que los exhibe como traidores a la patria. Sistemáticamente se resistieron los panistas a la presencia de la Guardia Nacional en las calles y carreteras del país, votaron en congresos locales, la Cámara de Diputados y el senado contra esta estrategia de seguridad; ahora se desgarran las vestiduras para que militares de Estados Unidos entren a territorio nacional armados, trátese de policías, agentes o militares, lo cual habla de la nula capacidad nacionalista de estos opositores que parecieran haber nacido en el país equivocado.

Los opositores defienden más a 4 ciudadanos estadunidenses, tres de ellos con antecedentes penales, que a los migrantes mexicanos que meren en su intento por una vida mejor en el vecino del norte. Es con ese pretexto que se convierten en un puente para los militares estadounidenses en territorio mexicano.

En varias ocasiones fueron nombrados los opositores como traidores a la patria, desde el momento en que se negaron a darle a la CFE el control de la energía eléctrica, apoyando abiertamente a empresas que han encarecido este servicio en países como España donde los usuarios deben pagar tarifas altísimas.

En la Constitución Mexicana la pena de muerte quedó abolida el 5 de diciembre de 2005 por Vicente Fox. En el artículo 22 se plasmaba que eran acreedores de la pena de muerte los traidores a la patria, en tiempos de guerra.

Los opositores son capaces de quemar su casa por ver arder la del vecino, porque ellos no tienen casa, ni nacionalidad, ni bandera, ni identidad. Su patria es el dinero y su ideología los privilegios.

En México hay contrincantes que pueden definirse entre quienes defiende al actual gobierno, quienes no lo defienden y quienes desde la trinchera del pasado cometieron ilícitos en la administración pública y se escudaron en sus cargos impunemente.

 

PEGA Y CORRE

El secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, visitó México y aseguró que las políticas energéticas que México está implementando, principalmente por la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, no sólo el beneficio al país, sino también va a contribuir con la seguridad energética del mundo.

 

Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes

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