La enseñanza de la historia es indispensable para el conocimiento del ser humano viviendo en sociedad. En México se ha olvidado este propósito. De hecho, la enseñanza de la historia es espejo del desastre mayor que padece el sistema educativo nacional.
Florescano, 1999
Ángel Rafael Martínez Alarcón
La onceava semana del 2023, correspondiente a los días del seis al once de marzo. Ha dejado como todas las semanas sus nuevos difuntos. Así el lunes seis por medio de las redes sociales se informó del deceso de Enrique Florescano Mayet (1937-2023), universal veracruzano. Uno de los historiadores mexicanos más importantes de finales del siglo XX. El miércoles ocho del mismo mes, a las 21:30 horas dejó de latir el corazón del notario Jorge Hernández Ochoa, abogado de la Universidad Nacional Autónoma de México, perteneciente a la generación 1949-1953. Notario #121 de la ciudad de México. Casado durante 66 años con su esposa Irma Quiñones. Padres de la doctora Lourdes Hernández Quiñones, fundadora de las ferias del libro infantil y juvenil de la ciudad de Xalapa. Al finalizar la semana muere el grande de la actuación, Ignacio López Tarso, (1925-2023).
Mucho se ha escrito sobre la vida y obra del coscomatepano ilustre después de don Librado Basilio Juárez, (1918-1995). A nivel nacional y local y seguramente allende de nuestras fronteras se estará escribiendo en memoria del doctor en historia, Enrique Florescano Mayet. Con su permiso voy a intentar escribir unas líneas de tan ilustre personaje de la vida nacional. Indirectamente también mi maestro; como alumno de la carrera de historia de la Universidad Veracruzana, sus trabajos escritos de Florescano Mayet, fueron lecturas obligatorias, ya fueran sus artículos publicados en las revistas y como sus libros.
Como alumno de la facultad de historia, un grupo de docentes habían compartido aulas a finales de los años 50 del siglo XX, recién fundada la carrera. Con Enrique Florescano, y un par de ellos admirando que su compañero hubiera logrado su doctorado a los 30 años, y además en París.
Gracias a Sergio Florescano Mayet, hermano menor de Enrique, también de profesión de historiador, ex investigador del Instituto de Investigaciones Históricos Sociales de la Universidad Veracruzana, tuve mis primeros acercamientos con el historiador de las ligas mayores. También al maestro Héctor Martínez Domínguez, mundialmente conocido como Cosco.
Nacido el 7 de julio de 1937, en la ciudad de San Juan Coscomatepec, Veracruz. En pleno periodo cardenista en el país. Entre el paisaje del Pico de Orizaba, y la ciudad de Córdoba. Dicha población de las pocas que tuvo una acción bélica durante la guerra de independencia, el sitio de Coscomatepec de Bravo, el 4 de octubre de 1812. La educación básica fue en su ciudad natal.
A finales de los años cincuenta del pasado siglo XX, se trasladó a la ciudad de Xalapa, para cursar la licenciatura en derecho, en la joven Universidad Veracruzana (1944). En ese mismo periodo también ingresa a la carrera de Historia. En ese momento el rector de la máxima casa de estudios de los veracruzanos, el Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán (1908-1996) cuando el rector de la Universidad era cercano al estudiantado. El joven universitario Enrique, durante esos años inició una actividad cultural que marcó su estancia. Sin olvidar que la figura del doctor también lo va a marcar. Cuando Aguirre Beltrán, era subsecretario de educación en el régimen de Luis Echevarría Álvarez,(1922-2022). Florescano Mayet, es designado como coordinador de la colección Sepsetenta de la SEP. Un proyecto editorial de los más importantes del Estado Mexicano, cada semana del sexenio de 1970-1976; se publicaba una obra semanal.
La formación académica ya definida lo lleva a cursar su maestría en el Colegio de México, y más tarde el doctorado en La Sorbona de París. Desde 1969, no sólo es el académico, sino también historiador que supo prestar sus servicios a los gobernantes en turno. Son varios los encargos en la función pública en el área de historia. En el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, gobernador de Veracruz, entre los años de 2004-2010. Encabezó la comisión estatal del Bicentenario de la guerra de Independencia y el centenario del inicio de la Revolución Mexicana, con siempre con una grata colección de libros, no sólo en papel sino ya digitales.
En 1990, en el segundo semestre de la carrera de historia, junto con Ernesto Viveros Lascano, (1970-2020), organizamos el XIII Congreso Nacional de Estudiantes de Historia, celebrado en noviembre de dicho año. Tuvimos el reto de invitar al Dr. Enrique Florescano, para la conferencia magistral en la inauguración, nos entrevistamos en la ciudad de México, nos trató con toda la cortesía del mundo, aceptó. Nos regaló nuestro paquete de libros. En los días del congreso recibimos su apoyo moral.
Siguieron los años, en cursos, conferencias, presentaciones de sus libros, homenajes, como el doctorado honoris causa que dio su Alma Mater,2002; siempre presente ahí en dichos eventos, para escuchar al maestro. Recuerdo también sus diálogos con una de sus colegas, como lo fue la Dra. Margarita Urías Hermosillo (1944-2000). Una extraordinaria mujer de la academia y la acción política desde la izquierda.
La obra escrita por Florescano Mayet, es extensa, por citar algunos de sus títulos publicados durante más de 60 años de historiador:Para qué enseñar la historia, Historia y ciudadanía.Historia y ficción. ¿Cómo se hace un dios?. Muerte y resurrección del dios del maíz. Canta, oh Clío, la grandeza de los reyes mixtecos…La versión indígena de la historia
Vindicación de los vencidos. Ser criollo en la Nueva España. Los orígenes. Mi biblioteca es la memoria de una vida. El legado político de los pueblos mesoamericanos
El lunes 13 de septiembre del año 2021, el Centro de Estudios de Historia de México de la Fundación Carlos Slim. Convocó a un modesto homenaje al historiador Enrique Florescano. En el marco del día nacional del historiador. Con la coordinación del doctor Manuel Ramos Medina, director del Centro de Estudios de Historia de México- Fundación Carlos Slim, y de la doctora Clara García Ayluardo.
Con participación de la Dra. Johanna Broda, Dr. Javier Garciadiegos, Dr. Rodrigo Martínez Barasca. Fue la última vez que vi al veracruzano ilustre,