“Un acto de justicia permite cerrar un capítulo;
un acto de venganza escribe un capítulo nuevo.” – Marilyn vos Savant.
Vaya festín que han realizado los integrantes de la 4T del veredicto emitido en el Tribunal de Justicia de Brooklyn en los Estados Unidos en contra de Genaro García Luna, ex hombre fuerte de Felipe Calderón Hinojosa en materia de Seguridad durante su sexenio.
Desde afirmar que la sentencia es la evidencia de la decadencia del antiguo régimen, hasta advertir que ellos en voz de personajes como el diputado Gerardo Fernández Noroña lo señalaron allá en 2011, en plena comparecencia frente a los diputados integrantes de la Comisión de Seguridad, son apenas algunas de las joyas políticas que se han desatado con respecto al referido juicio.
Dicha actitud falsaria por parte de la otrora izquierda recalcitrante, hoy erigida en la corriente liberal que ha venido a salvar a México de la decadencia y la inmundicia provocada por los denominados conservadores, nos obliga a cuestionarnos, si esta verbena no es en realidad un festín que tarde o temprano habrá de caerles como bomba a los integrantes de la 4T.
Como es sabido, en política nada es casualidad, todo tiene una razón y un por qué, basado en ello, no será que estamos ante una maniobra del Gobierno de Estados Unidos para deslizar la teoría del “narcoestado” en México.
Ahí le van algunos datos publicados por Código Magenta el pasado 17 de febrero que son de llamar sumamente la atención.
Bob Menéndez, senador demócrata y presidente del Comité de Relaciones Exteriores, cargó que está contra la política de seguridad y de drogas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha señalado que no ve colaboración de parte del socio de los EUA, afirmando inclusive “Tenemos un socio que no quiere colaborar o es solo que es un Estado infiltrado”.
Dicho comentario habría sido emitido en el marco de una reunión con la directora de la DEA, Anne Milgram, quien reclamó públicamente que México no está haciendo lo suficiente para combatir al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación.
Por qué es de llamar la atención. Muy simple, el senador Menéndez es, junto al republicano Marco Rubio, el senador más influyente de Estados Unidos para asuntos de política exterior para América Latina. Es decir, se trata de un legislador crítico del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Que además ha fijado una postura dentro del sector demócrata que exhibe el descontento de la clase política de Washington con la falta de resultados del aparato de seguridad mexicano.
Sumemos a esto la narrativa dibujada por el juicio contra Genaro García Luna en la Corte del Distrito Este de Nueva York de que en México existe complicidad entre las organizaciones criminales y el Estado en todos sus niveles.
La DEA en voz de su directora Anne Milgram pidió seguir de cerca este caso en su comparecencia ante el Senado.
Según Código Magenta, la impaciencia de los funcionarios de la administración demócrata de Joe Biden representa un primer nivel de descontento en la clase política de Estados Unidos respecto a México.
A esto habremos de sumar los llamados del Partido Republicano para cerrar la frontera, como lo pidieron en la audiencia de Milgram los senadores de Texas, Ted Cruz, y de Carolina del Sur, Tim Scott, así como la petición de 21 fiscales estatales para declarar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
Aterrizando la directora de la DEA hizo tres reclamos puntuales a México: 1. La falta de información compartida sobre decomisos de fentanilo y de sus precursores; 2. La suspensión de las operaciones conjuntas para desmantelar laboratorios clandestinos de esta droga y 3. El lento progreso en la extradición de objetivos criminales de alto perfil.
Cheque bien se trata de “tres demandas que la directora de la DEA hizo en septiembre de 2021 al fiscal General de México, Alejandro Gertz Manero, en una reunión que tuvieron en Washington y en la que también participó el procurador General de Estados Unidos, Merrick Garland.”
Cabe destacar que Milgram apareció en esa reunión sin que Gertz Manero estuviera enterado previamente. Al día siguiente, la directora de la DEA declaró en conferencia de prensa que estaba insatisfecha con la política de drogas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y exigió resultados inmediatos.
Hasta el día de hoy, los resultados en la materia han sido efímeros, generando con ello, serias dudas respecto al comportamiento aparentemente complaciente de la administración morenista.
Será acaso que estamos presenciando la antesala de lo que sucederá en la impartición de la justicia.
Bien dice la Biblia en el Evangelio según Mateo en el capítulo 7 versículos del 1-2: “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.”
Al tiempo.
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