En todos los empleos que la bendición de Dios me ha permitido tener en el quehacer público, siempre se aporta, pero también de todo y todos se logra aprender.
Y en este sentido, el servidor público creo que debe tener presente que sólo se puede hacer lo que la norma autoriza, lo que lleva a entender que “también es corrupción ejercer un cargo sin observar y cumplir la ley.”
Cabe hacer mención que hace casi 5 años el Congreso del Estado nombró a los titulares de las Ocho Contralorías Internas correspondientes al Poder Legislativo, Orfis, Ivai, Cedh, Tejav,- (hoy Trijaev),- FGE, Ceapp y Ople y, en el verano próximo se habrán de elegir – con la previa convocatoria de la H. LXVI Legislatura por circular – a los nuevos titulares, debiendo precisar que los OIC son autónomos dentro de otro autónomo, no empleados uno del otro, pues a ambos los designa el Legislativo y por separado. “El Pueblo pone y el Pueblo quita; El Pleno pone y el Pleno quita.”
Recientemente el Diputado Presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) Juan Javier Gómez Cazarín, señaló que fuera de la norma un OIC en uno de los organismos autónomos, permitió la contratación de servicios a una empresa de su esposa, lo que pondría también en la mira a otros Contralores Internos al igual que a los Administrativos en los organismos autónomos, de estar quizá incurriendo en posibles observaciones o hasta en responsabilidades.
De resultar cierto, estarían incumpliendo varios actores no solo uno, dado que en toda obra, acción o servicio la supervisión y subordinación de tareas por todo recurso humano, tiene en más o en menos, obligaciones descritas por la Ley General de Responsabilidades Administrativas.
Y si bien una golondrina no hace verano, también basta un botón de muestra – y uno muy representativo por ser la esposa – de que las acciones del Contralor Interno deben ser revisadas, porque no sabemos si a cambio de ese o esos contratos dejó de ver otras situaciones o será que también engañaron a la parte administrativa o está coludida ? Y sería peor !! Porque entonces estaríamos frente a que no tienen ni sus propios controles y le esconden información a la superioridad, lo que sería mucho más grave todavía.
En el caso de la Contraloría del ORFIS es especial y hasta curioso, porque en caso de una anomalía la contraloría acusa al ORFIS y ante quien sería ? Con el Orfis ? el Congreso ? Con el Gobernador ? Pues no, pero pareciera igual que los demás autónomos, pero “es como si el ratón se correteara la cola.”
Veamos pues, el que contrata es el Órgano Autónomo no el Órgano Interno de Control (Contraloría Interna) y habría que ver si el Comité de Adquisiciones y del cual debe de formar parte el OIC y lo encabeza el responsable administrativo, el saber si avaló esa supuesta compra. Y si eso fuera así, ya sabemos lo que sigue; un procedimiento legal.
Ahora bien, que si la señora trabajó o trabaja, se trata de una empleada. E igualmente conocer si hay un beneficio indirecto o directo y eso es muy difícil de comprobar pues, la realidad es que no importa si se desempeña bien o mal, ya que hasta pareciera que lo importante es buscar desocupar espacios para que se ocupen por otros,- lo que no debería causar desesperación,- porque no es a través de las contralorías internas dónde se controla el presupuesto.
Se nota que se empiezan a enturbiar las aguas, y se me hace un argumento – nada bueno – pero no deja de ser un argumento para revisar a los Autónomos no solo en lo sustantivo sino también en su Administración, Ojo.
El transitar por la carretera de lo político va también con la norma, aunque el trabajo técnico a veces se valora menos.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
Se decía vendría Doña Claudia Sheimbaum a Xalapa y cambió programa, pero “pa que adivinar lo que se va a saber.”
¡ ES CUANTO !