La verdad es que no había necesidad, ninguna necesidad de que los diputados de Morena reformaran el artículo 11 de la Constitución de Veracruz para facilitar la candidatura de la zacatecana Rocío Nahle a la gubernatura de la entidad, pero lo hicieron y no sólo los batearon, sino que los pusieron en ridículo.
Me explico lector.
El artículo 43 de la Constitución de Veracruz dice entre otras cosas que para ser gobernador se requiere: Ser veracruzano en pleno ejercicio de sus derechos y contar con residencia efectiva en la entidad de cinco años inmediatos anteriores al día de la elección.
Pero los morenos quisieron amarrar bien la candidatura de Rocío y en 2022 aprobaron fast track una reforma al artículo 11 para darle un empujoncito más a la señora.
Ignorantes como son, pasaron por alto que el artículo 116 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (que es la mamá de todas las constituciones estatales) dice: “Sólo podrá ser gobernador constitucional de un Estado un ciudadano mexicano por nacimiento y nativo de él, o con residencia efectiva no menor de cinco años inmediatamente anteriores al día de los comicios…”.
Si la Constitución de Veracruz señala que el aspirante debe ser veracruzano con residencia efectiva de cinco años, la Constitución mexicana especifica que puede ser “un ciudadano mexicano por nacimiento y nativo de él, o con residencia efectiva no menor de cinco años…”.
Las palabras “o con residencia efectiva” le abren las puertas a la mexicana Rocío Nahle nacida en Zacatecas, pero con residencia efectiva de más de cinco años en Coatzacoalcos, para ser candidata a la gubernatura de Veracruz.
La reforma al artículo 11 que aprobaron en agosto del 2022 los diputados de Morena junto con sus compinches del PT y PVEM y que bautizaron pomposamente como “Ley Nahle” señalaba: “Son veracruzanos los mexicanos nacidos fuera del territorio del estado, con hijos veracruzanos o con una residencia efectiva de cinco años en territorio veracruzano”.
Y va pa’ abajo.
Este martes, ocho de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidaron la pretendida reforma.
El ex presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, dijo que con esa medida “se abriría la puerta a un fraude a la Constitución”. Pero la ministra presidenta Norma Piña, fue más allá al manifestar que el Congreso veracruzano aprobó esa reforma “con un obvio fin electoral”. Y no se equivocó ni un ápice.
Solo que a los diputados de Morena les afloró lo pedestre y volvieron a presumir su ignorancia al asegurar que Rocío Nahle estará en las boletas del 2024 cuando ni la SCJN, ni la Constitución mexicana ni la veracruzana dicen o han dicho lo contrario.
Si así lo decide Andrés Manuel, claro que Rocío aparecerá en las boletas porque no hay ley que se lo impida.
En lo personal (y como ya lo he manifestado en anteriores ocasiones), tengo el deseo morboso de que así sea.
Por último lector, lo que debería preocupar a los legisladores y legisladoras de Morena (en lugar de estarse preparando para el Salsa Fest), es que entre 2018 y 2021 se presentaron ante la SCJN 17 acciones de inconstitucionalidad contra reformas hechas por el Congreso veracruzano, y 15 de esas reformas fueron invalidadas.
Qué vergüenza; ni armar los argumentos de una reforma saben estas señoras y señores. Y si eso no es ser ignorante, no sé cómo se llamará.
Mientras Eric se desboca Sergio guarda silencio
Alguien me dijo que el secretario de Gobierno Eric Cisneros Burgos, es una persona que no hace caso a los consejos y sugerencias de sus asesores, pero dudo que los tenga.
Desde que llegó de Baja California para convertirse en el segundo hombre con más poder en Veracruz (solo debajo del gobernador), Eric se ha ido por la libre. Se ha dedicado a denostar en lugar de escuchar y dialogar, a amenazar en lugar de conciliar y a extorsionar en lugar de negociar.
Es sin duda el funcionario más temido, pero también el más odiado. Una de sus más sobresalientes debilidades es que carga con un enemigo poderoso y lo trae en la boca: su lengua. Cada vez que habla dice un disparate o comete yerros graves.
Su pleito, que ya es personal, con el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, le puede costar algo más que un dolor de cabeza si el minatitleco llega a la gubernatura.
Eric le ha dicho mequetrefe, ignorante, payaso y otras lindezas y Sergio no ha contestado a esos ataques. “Si estuviera en los zapatos de Eric el silencio de Sergio Gutiérrez me preocuparía, e incluso no me dejaría dormir”, me dijo un analista. Y tiene razón.
Si Eric sigue alguna consigna, malo. Y si ataca a Sergio por sus pistolas, peor.
Si no tiene asesores, seguramente tendrá un amigo que debería decirle que ni el poder político, ni el apoyo del gobernador ni los puestos públicos son eternos.
En un futuro no lejano Sergio Gutiérrez tenderá a subir y Eric Cisneros invariablemente tendrá que bajar.
Si ahora está protegido hasta por el manto de la impunidad, el día de mañana puede andar a salto de mata sin más protección que su indefensión. Esto lo dejará a merced de quienes ha calumniado, infamado y vilipendiado incluso con groserías. Y uno de ellos es Sergio Gutiérrez Luna.