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Los actos represivos en Veracruz, como en Nicaragua

by Arturo Reyes Isidoro

Me pregunto en qué momento se jodió el espíritu de aquel movimiento que en sus inicios pretendía una verdadera (si es que de verdad la pretendía) renovación nacional.

 

Buscaba la justicia social, la redención de los pobres; con su proclama nosotros no somos iguales, somos diferentes, abría la esperanza de, en efecto, tiempos mejores para los mexicanos, en especial para quienes menos tienen.

 

Cuatro años después, ese movimiento, convertido en el partido Morena y ya en el poder, decepciona, no solo repite los mismos vicios del pasado, sino que los lleva al extremo.

 

Hay muchos ejemplos que lo ilustran. En Veracruz, el más reciente caso que lo confirma es la detención de dos extrabajadoras de los servicios de salud porque reclamaban sus derechos laborales.

 

Bajo proceso penal ya, acusadas del delito de sedición, pueden pasar meses o años en prisión, y lo más preocupante, triste si se quiere, es que aquel luchador social que fue Cuitláhuac García Jiménez ha avalado el atropello.

 

Pero no solo él. Con su silencio, aquellos “compañeros de lucha”, hoy encaramados en el poder y que medran pegados a las ubres de la nómina oficial, lo que mató su espíritu combativo en favor de las causas sociales, convalidan lo que constituye un verdadero acto de represión.

 

En Google es fácil encontrar una foto de finales de 2015 cuando Cuitláhuac era diputado federal y participó en un acto de protesta para tratar de impedir la evaluación de maestros, que terminó en un enfrentamiento con la policía. Lo salvó de que no lo detuvieran por su fuero, pero no pudo evitar algunos golpes.

 

Llegó, pues, se hizo en la lucha social, en la protesta, en el reclamo, en el castigo, como cuando el 13 de abril de 2016, cuando era por primera vez candidato a la gubernatura, en la madrugada le enviaron robar su camioneta Nissan que tenía estacionada frente a su domicilio en la colonia Progreso Macuiltepetl.

 

Se supone, entonces, que convertido en gobernante actuaría en forma diferente, no solo en forma justa sino hasta en forma solidaria, con mucha sensibilidad en el trato con sus representados, que con reclamos, como él los hizo, luchan por sus derechos.

 

Los hechos nos demuestran que bastaron muy pocos años para que terminara encabezando un gobierno represor, al peor estilo de los sátrapas de Centro y Sudamérica, que han terminado por reprimir encarcelando u obligando a exiliarse a quienes los ayudaron a llegar el poder como el caso de Daniel Ortega en Nicaragua.

 

El caso de las trabajadoras del sector salud no es el único acto de represión que ha ocurrido en el actual gobierno, según ellos de sello “humanista”, que se vendía como “la esperanza de México”.

 

Basta recordar aquel 16 de marzo de 2021 cuando en pleno centro de Xalapa fue aprehendido el empresario Eduardo Mario Casares, vocero de concesionarios de verificentros, porque reclamaba que el gobierno les quitaba la facultad de cobrar el servicio y los dejaba como simples proveedores de servicios.

 

El hombre apenas llegaba y no había cometido ningún delito, pero con lujo de fuerza más de diez policías lo subieron a la fuerza a una camioneta y se lo llevaron detenido. Lo acusaron de ultrajes a la autoridad. Pero no han sido los únicos casos. Hay más.

 

Ayer, el diario Reforma publicó una nota de la agencia AP en la que se informó que el gobierno del hoy dictador y tirano presidente de Nicaragua Daniel Ortega condenó a 8 y 10 años de prisión a familiares del opositor exiliado Javier Álvarez. A su esposa de 63 años, a su hija de 43 y a su yerno los acusaron de conspiración “para cometer menoscabo a la integridad nacional”.

 

En Veracruz, luego de la detención de las trabajadoras por el delito de sedición ya no andamos muy lejos de la dictadura de Nicaragua. Allá conspiración, acá sedición son el pretexto para acallar las voces inconformes.

 

El Gobernador no da marcha atrás con Sheinbaum

 

En otro tema, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez reafirmó su relación con la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, a quien visitó ayer en la sede del gobierno de la capital del país.

 

El gobernante aprovechó su asistencia a una reunión en Palacio Nacional con el presidente López Obrador, donde trataron sobre el Tren Transístmico que irá de Coatzacoalcos a Salina Cruz, Oaxaca, para de ahí brincar a las oficinas de su candidata a la presidencia.

 

En su cuenta de las redes sociales, Cuitláhuac publicó: “Estando acá por Palacio Nacional, visité a nuestra queridísima compañera del movimiento y alta representante de la 4T, Claudia Sheimbaum, jefa de Gobierno en la capital del país. Dialogamos varios temas, entre ellos turismo y medio ambiente. Habrá buenas noticias que beneficien a los veracruzanos y a los habitantes de la CdMx muy pronto”.

 

Claudia fue más breve. Dijo: “Siempre es un gusto recibir la visita de mi compañero gobernador Cuitláhuac García Jiménez. La continuidad de la transformación nos une”.

Ambos usaron la misma foto.

 

La visita y el encuentro reafirma la decisión del gobernador de Veracruz de continuar apoyando el proyecto de ella y es una respuesta al secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández de que no cambiará su decisión y que no lo apoyará a él.

 

Y se muestra prudente sobre la visita de Adán Augusto

 

Sobre la última visita del titular de la Segob a Veracruz, esta vez Cuitláhuac reaccionó en forma más prudente e incluso ya no arremetió contra el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna.

 

El miércoles justificó la visita de Adán Augusto diciendo que había venido como parte de sus responsabilidades para mantener la gobernabilidad en el país y que mantiene comunicación directa con él. Incluso se mostró respetuoso sobre sus actividades.

 

Sobre quienes habían asistido al acto que tuvo lugar en Boca del Río, expresó: “Si los personajes que llegaron ahí son presentables o no presentables es el secretario de Gobernación. Lo que pasó ahí es cuestión de él, yo tengo que ser respetuoso, es el secretario de Gobernación”.

 

En cuanto al virtual destape que hizo de Sergio se abstuvo de opinar y declaró que ahora se respetan las libertades, así como las expresiones que se hacen de manera pública.

 

“Ningún problema con eso y pues si ahí llegaron ciertos personajes, eso queda en sus manos. El análisis político es interesante, es importante, porque ahora se hace de manera abierta, pública, libre. De eso también se trata la democracia y de ustedes los columnistas, sus análisis, también es bueno. Que la gente se vaya haciendo ya su criterio” (alcalorpolitico.com).

 

Es la primera vez en lo que va de su mandato que actúa con madurez política, en forma mesurada, que reacciona como un verdadero político y que se muestra respetuoso de la pluralidad hasta dentro de su partido sin descalificar o agredir a sus adversarios. Actuó, pues, como debe actuar todo gobernador.

 

 

 

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