Desde todos los ángulos de la política mexicana se habla de que el PRI está dividido, que hay varios líderes, que la fragilidad de su dirigente es un hecho. En una palabra, que el PRI no tiene cabeza, pero nadie ha podido vencerlo. De hecho, puede afirmarse que, a pesar de ser la tercera fuerza electoral en el país, manipula a su antojo a los imberbes líderes panistas.
En días pasados el ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, aliado con la senadora Claudia Ruiz Massieu, se autodenominan dirigentes de la disidencia priísta que desconoce a Alejandro Moreno Cárdenas, a quien esas afirmaciones le hacen lo que el viento a Juárez.
Surgen dentro y fuera del tricolor quienes quieren descalificarlo en lugar de atender las bases y fortalecer sus vínculos con la sociedad, que es donde se ganan las elecciones, pero prefieren pelear por la legitimidad de un liderazgo que está definido y si no lo estaba lo muestra porque nadie ha podido bajarlo de la presidencia del CEN de su partido.
Los frentes de batalla no han sido pocos, desde ex candidatos a la Presidencia de la República como Roberto Madrazo, quien pone en duda la legitimidad del liderazgo de Alejandro Moreno, pero no es capaz de convocar a una asamblea para la votación. En realidad, quienes carecen de liderazgo y credibilidad son varios de los líderes que cuestionan la permanencia del líder nacional,
Hace un par de días el PRI de Veracruz envió una carta con 150 firmas, encabezados por Ricardo Landa Cano, quien fuera líder del tricolor, en la entidad, donde ex dirigentes y cuadros activos del PRI, se rebelaron contra Alejandro Moreno Cárdenas, y de las modificaciones a los estatutos que se aprobaron en la sesión del Consejo Político Nacional del 19 de diciembre de 2022, por medio del cual éste pretende prolongar su mandato hasta el año próximo.
Landa señaló en entrevista: Lo que nosotros estamos proponiendo es que no sea un día menos, pero que tampoco sea un día más, después de lo que está marcado, lo que pide es una prórroga, pero esa no es facultad de los consejos políticos, es facultad de la asamblea, por lo que estamos pidiendo que lo lleve a cabo, y que respete el estado de derecho en que vivimos.
Luego de la reconciliación con los líderes del PAN y del PRD, integrantes de la alianza opositora, Moreno Cárdenas señaló que cualquiera de los aspirantes deberá sujetarse a las reglas que en su momento emita la convocatoria de designación de candidato presidencial acordada en la coalición “Va por México”. Es decir, la estrategia de selección será diseñada por el PRI, los panistas poco saben de historia y menos de leyes y ahí es donde la agilidad mental de Alito les gana a los obnubilados líderes de los otros partidos.
La lectura que le dieron los medios fue muy superficial y poco informada porque tratando de simplificar el proyecto de la oposición dijeron que los candidatos del 2023 los definiría el PRI, y los del 2024, el PAN, por lo que medio mundo se le fue encima a Alejandro Moreno, quien debió aclarar que se trataba de la elaboración de las condiciones y estrategias de la selección de candidatos que no sólo podrían ser de cualquiera de los tres partidos sino de la sociedad civil.
Un diario de circulación nacional cabeceó irresponsablemente la noticia de esta forma: “Blanquiazul definirá candidatos de la Presidencia y a la CdMx”.
Muestra de la ingenuidad política que caracteriza a los panistas, el ex secretario de Gobernación, Santiago Creel, creyendo que el PAN, que él, en realidad, gobierna y manipula, tenía luz verde para designar al candidato de la oposición, se dijo ser el primero en pugnar por el candidato de la oposición a la Presidencia dela República, creyendo que su partido tendría mano en esta designación. Se le cayó el teatrito y sólo mostró el desconocimiento en la política que le caracteriza desde siempre.
En el interior del PRI las pugnas tienen tantos tentáculos como raíces y hasta propietarios, listos para comprar la patente o la franquicia, porque no hay quien pueda negar el hecho de que Carlos Salinas de Gortari no quiere colocar al frente de ese partido a su sobrina Claudia Ruiz Massieu y como secretario general el propio Osorio Chong, pero ni siquiera con ese padrinazgo innegable han podido tumbar a Alito.
Los intentos de la gobernadora de Campeche por descalificarlo, exhibirlo, mostrarlo como un ser deshonesto, no han sido suficientes motivos para que, dentro del PRI haya todavía quien apoye a su actual líder.
Uno de los aspectos que poco se ha analizado en la política del PRI es que este partido político representó por muchos años al gobierno, y, por lo tanto, al país, y lo que sucedía dentro de su estructura era un reflejo de lo que le sucedía al gobierno. El PRI ya no está en el poder y pierde rápidamente su fuerza electoral, de tal manera que lo que suceda en su interior es un problema muy alejado de las simpatías populares y del gobierno.
El PRI no tiene fácil la elección en uno de sus bastiones más importantes, el Estado de México, que siempre ha sido el laboratorio electoral del país, porque se daba por un hecho incuestionable que quien ganara la entidad tenía asegurada la Presidencia de la República. Puede perderla.
Si hacemos caso a las encuestas de intención del voto en el Estado de México, la alianza opositora perdería, ha tenido muchos problemas en el estado y no se descarta la posibilidad que el actual gobernador negocie la derrota de su partido a cambio de la impunidad que puede alcanzar por los múltiples delitos cometidos mientras está sentado en el palacio de gobierno de Toluca.
Por su parte, Alejandro Moreno, pidió impulsar la unidad de toda la oposición de cara al 2024 y promover la más amplia inclusión y debate en la definición del método para la elección del candidato presidencial.
En este escenario, el Consejo de Ancianos del PRI, integrados por personajes como Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, Carlos Aceves, Víctor Flores, Joel Ayala, etc., están muy viejos para pelear, incluso para hablar sobre la aparente división del tricolor, ellos prefieren esperar para negociar con el ganador que pareciera es, y seguirá siendo, Alejandro Moreno Cárdenas.
Lo que no han podido entender los priistas a favor o en contra de Alejandro Cárdenas es que el PRI es un partido débil con un líder fuerte. Y no al revés. Cuestión de enfoques.
PEGA Y CORRE
El INE como es su costumbre de ser juez y parte en las elecciones, ahora se considera con las atribuciones suficientes para cuestionar la decisión del Poder Legislativo sobre los posible peligros del Plan B de la reforma electoral. Cuando sólo debería acatar y callar. Pero hay muchos intereses de por medio. Lo bueno que ya se va lo más podrido de ese instituto.
Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes