A Ricardo Ahued nunca lo han querido en Morena; les molesta que el alcalde de Xalapa sea honesto, decente y trabajador; les purga que sus gobernados lo miren con respeto, no soportan verlo en el top ten de aceptación como el tercer mejor munícipe del país y los descoyunta comprobar el respaldo y confianza que le brinda el presidente López Obrador.
“Los actuales dueños de Veracruz y quienes mangonean al partido lo pasan, pero no lo tragan. Y los morenos duros ni lo uno ni lo otro; lo ven como advenedizo porque no anduvo con ellos pintarrajeando paredes ni bloqueando calles. Tampoco lo quieren en la secretaría de Gobierno de donde, sospecho, salió el burdo mensaje disfrazado de apoyo”, me dijo un analista político.
¿Cuál fue ese mensaje?
La semana anterior circuló un WhatsApp donde sin autorización de Ricardo, están convocando a reuniones para promover su candidatura a la gubernatura, pero de inmediato respondió. “No se vale que ocupen mi nombre para convocar a reuniones para promover candidaturas. Eso es falso. El día que quiera decir algo lo diré en abierto, con respeto a las preferencias y tiempos electorales. Déjenme trabajar y no se dejen engañar, es hasta ilegal hacer reuniones proselitistas”.
Aunque el WhatsApp tiene su lógica.
La probable candidatura de Rocío Nahle a la gubernatura (favorita de Cuitláhuac García y su gente) se desinfla de manera preocupante. A partir de hoy, la zacatecana tiene exactamente 160 días para que Dos Bocas comience a refinar 170 mil barriles diarios de petróleo y no se ve por dónde pueda refinar siquiera 170 barriles para el 1 de julio, plazo que le dio el presidente.
De ahí que en Palacio de Gobierno todo mundo esté tronándose los dedos porque Rocío es su única esperanza de salvar el pellejo.
Si el candidato y eventual gobernador es Ricardo Ahued, uno de los que la pasará muy mal es el secretario de Gobierno Eric Cisneros. Éste sabe que como gobernador, Ricardo tendrá que dar cauce a las denuncias de decenas de alcaldes que han sido víctimas de sus extorsiones, amenazas, chantajes y otros atropellos. Y eso nomás para empezar, porque Eric tiene señalamientos de todo tipo, más que las cuentas de un rosario.
Sin el apoyo de López Obrador que ya no estará en la presidencia y sin el de Rocío Nahle que lo trajo de Baja California para hacerlo secretario de Gobierno, Eric se convertirá en un huérfano político a merced de sus enemigos que querrán verlo en prisión. Y si Ahued aplica la ley, con eso tendrá para torcerlo.
De ahí que no sea nada descabellado pensar que el WhatsApp salió de la Secretaría de Gobierno como una medida para empezar a “quemarlo” y que la señora Nahle siga en el gusto del presidente.
Pero haya salido de donde fuere, quien lo envió debe estar decepcionado porque en lugar de acalambrar a Ricardo lo fortaleció. Quienes lo conocen saben que el alcalde nunca ha recurrido a ese tipo de faramallas y menos antes de tiempo.
Y no fue fuego amigo lector, no señor. Fue muy mala leche de quienes no desean que suba más alto porque no es parte de “su lucha” y para colmo ni siquiera es militante de Morena. Y quizá lo que más les puede es que si lo ordena Andrés Manuel tendrán que apoyarlo.
Mientras eso sucede si es que llega a suceder; como dice el propio alcalde, déjenlo trabajar. A pesar del partido guinda y otras calamidades, Ricardo Ahued está haciendo una excelente labor como munícipe, cosa de la que no pueden presumir la inmensa mayoría de los morenos veracruzanos.
Fue ajuste de cuentas, adelantó el gobernador
Este domingo fueron asesinadas seis personas en la carretera federal Veracruz-Xalapa. Sujetos armados y a bordo de varios vehículos, dieron alcance al conductor de una camioneta Lobo color negro que iba acompañado de dos mujeres y dos niños y los mataron a todos. Kilómetros adelante y sobre la misma carretera un taxi fue atacado a balazos; el conductor salió herido y el pasajero fue asesinado.
Veremos qué dice hoy el gobernador Cuitláhuac García porque para él este tipo de crímenes no son masacres. Por lo pronto y como adelanto escribió en sus redes que “investigaciones preliminares apuntan a un ajuste de cuentas entre bandas de la delincuencia organizada”.
Ora pues.