Al grito de “no me vengan con el cuento ese de que la ley es la ley” las corcholatas la violan de manera infraganti. Sobre todo la ungida por el tlatoani, la Sheinbaum. En el anticipado destape las hordas de MORENA se lanzan con todo en la promoción de sus propios candidatos. Ese afán no es por servir a la Nación sino por sus intereses políticos y económicos individuales o de grupo. Algunos dan pena ajena por el ridículo, pero son payasos de origen como su presidente. La Sheinbaum y el adusto Augusto tratan de imitarlo y solo provocan la mofa de las benditas redes sociales. Las mismas que los llevaron al poder y hoy son los verdugos más severos. Monreal perdió tanto con su ambiguedad que ahora resulta gris cuando había conseguido mucha simpatía. El que se distingue es Ebrard. De alguna manera Marcelo guarda las formas que en política son fondo. Más mesurado con mucha prestancia el canciller muestra cordura, cultura y visión política. Así es el tablero. Jaque a la Reyna? Todo lo que ponga una sana distancia de Obrador, es bien visto por los contribuyentes. Las lastimadas clases medias.