Primera carta de un inteligente lector: Buenas noches Dra. Claudia, el motivo del presente es para hacerle de su conocimiento que en estas últimas semanas se han dado diversos cambios al interior de diferentes áreas de la SSP, pero un cambio que no se ha dado y que sigue sin resolverse, es el de la Lic. Dulce María Blanco Márquez, quien a pesar de que se han cambiado a varios mandos, ella sigue intacta, de su puesto nadie la mueve y entonces es donde todo el personal confirmamos lo que de ella nos ha dicho, pues tiene padrino de los altos jerárquicos dentro de la SSP es totalmente cierto, no la moverán, porque ella es quien se encarga de mover al personal y cobrar las cuotas si algún elemento que desean estar en la comandancia más cercana a su familia.
Los cobros van desde los $20 mil pesos, hasta los 60 mil pesos, esta información es un secreto a voces, todo mundo lo sabe y no hacen nada los mandos porque ellos son los más beneficiados de todo esto.
Un cambio que se estaba tardando era el del comandante Níquel, quien era el responsable de la Policía Vial y que pedía $30 mil pesos al elemento al querer pasarse a dicho agrupamiento, además de fijarse una cuota semanal que le debían entregar a él por asignarles ciertas zonas privilegiadas. Mucho se tardaron en hacer cambios en la Policía Vial, como ejemplo tenemos al compañero que salió en redes sociales y fue denunciado porque le pidió dinero a una persona para no remitir su vehículo a la Fiscalía, en una foto se aprecia al compañero hablando vía celular, siendo el comandante Níquel, quien le dijo que la cantidad ofrecida por el ciudadano no era la adecuada y que le pidiera más. El compañero siguió la orden del comandante Níquel y fue denunciado.
Todo esto pasa cuando nuestro el secretario de Seguridad Pública Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla se enfoca más en andar de gira pensando qué publicar, frecuentemente en las redes sociales y así se va a solucionar todo lo podrido que se encuentra al interior de la corporación, como muestra está lo que sucedió en Córdoba hace unos días y el lamentable fallecimiento de dos compañeros, otro claro ejemplo de cómo es intocable es la Lic. Dulce y quien por varios años sigue y seguirá haciendo lo que a ella le plazca con el personal operativo y cobrándoles cuotas por asignarlos a ciertas delegaciones de su preferencia.
Hacemos un llamado al Sr. Gobernador para que instruya al secretario de la SSP Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla a realmente ponerse a trabajar e implementar una verdadera disciplina en la corporación, pues las fotos en las redes sociales no van a solucionar los problemas en el Estado y que no se le olvide al señor secretario que ya tuvo un suceso, donde de igual manera en otro estado como Oaxaca tuvo la oportunidad de ser secretario de Seguridad pública y al hacer malos manejos, los compañeros operativos de ese estado se manifestaron, esperando no volverse a equivocar.
Segunda carta de una inteligente lectora: Hola Claudia, por este medio y agradeciendo de antemano tu espacio para quienes no tenemos voz. Te comento, es increíble cómo en la Contraloría General del Estado propagan la no violencia contra las mujeres, cuando somos las más afectadas y las mujeres son quienes más sufrimos del acoso laboral, nos hacen checar a las 6 pm nuestra hora de salida para continuar las labores hasta las 8 pm o hasta pasada las 10 de la noche, siendo 12 horas de jornada laboral. Esto para que si alguien demanda no pueda tener pruebas de las horas extras. No entienden que somos jefas de familia, madres solteras y esto demerita la calidad de vida para con nuestra familia y en especial los hijos.
Pero no podemos decir nada porque amenazan con trabajar más horas incluso los fines de semana y si es posible, con pedirnos la renuncia. Estamos desesperadas, ojalá hagan algo al respecto. Por favor deseo que mi denuncia sea anónima por temor a represalias. Y si no me creen dense una vueltecita después de nuestra hora oficial de salida, hasta las 8, 9 y 10 pm. Ayuda, esto merma mi vida, mi salud mental y emocional, por lo que hago responsable desde este momento a los altos funcionarios de la Contraloría de cualquier situación que derive en perjuicio de mi salud o la vida misma, exponiéndonos a salir a altas horas, tomar autobuses para recorrer largas distancias y aún más, caminar hacia nuestros hogares, para encontrar a nuestros niños ya dormidos y muchas veces sin cenar, ni poder haber revisado las tareas escolares.
Es un grito de auxilio y desesperación, al no poder hacer nada ante la necesidad de un salario. Y soportar tales injusticias, pero eso sí ponen en altos puestos a gente recomendada, sin experiencia, pero dicen tener vara alta. Gracias y mis respetos por no tener miedo de alzar la voz.
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