En su conferencia del 28 de diciembre pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que su gobierno maniobraba para reestructurar el servicio de la deuda externa a fin de que la administración que lo sucederá enfrente pocas presiones financieras.
Pero dijo una expresión que me llamó mucho la atención: “Yo ya no solo estoy pensando cómo terminar, sino cómo dejarle al próximo gobierno holgura (financiera)”.
Esa expresión me recordó el consejo que le dio alguna vez el exalcalde de Xalapa Rubén Pabello Rojas al entonces por primera vez nuevo presidente municipal electo Ricardo Ahued Bardahuil –según le he escuchado decir en varias ocasiones.
El comerciante le consultó qué recomendación le podía dar para la nueva responsabilidad que iba a asumir. Pabello le dijo que no se preocupara por cómo llegar sino por cómo salir, que se preparara para ello porque era lo más difícil.
Ahued así lo hizo. Incluso en su primera administración cada inicio de año se preparó para enfrentar los compromisos económicos de fin de año, práctica que observa hasta la fecha, de tal modo que desde enero empieza a guardar aparte lo que tendrá que pagar en doce meses más.
AMLO ya fue Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México, de 2000 a 2005, y si bien no concluyó su último año para ir como candidato por primera vez a la presidencia, sabe lo que significa entrar en el último tramo de un gobierno.
Mimético como es respecto a la figura de su amado líder, ¿el gobernador Cuitláhuac García Jiménez también estará pensando en cómo terminar su gobierno?
En este espacio he venido publicando que, por el comportamiento que muestran, los cuitlahuistas parecen no estar conscientes de que el ejercicio del poder no es eterno y que tiene fecha de caducidad.
Esto es, creen que mantendrán el poder terminados los seis años que les toca y hasta se reparten ya posiciones para el nuevo sexenio que viene. De seguir así serán víctimas de su inexperiencia.
El presidente dio una campanada de alerta. Se está preparando ya para terminar, cómo hacerlo. Sabe que se tiene que ir. Embriagados de poder como están los actuales en Veracruz, difícilmente escucharán el sonido del tañido que llama a ir guardando los pertrechos porque su guerra se acaba.
En 2022, ante las versiones de que podría dejar el gobierno, Cuitláhuac García Jiménez nunca negó la posibilidad y la dejó abierta. Pidió a los reporteros que le preguntaran sobre el tema al final de este año, “pregúnteme a finales de 2023”, les pidió.
Todo está sujeto a las circunstancias que se presenten, pero si él no desestimó el run run, entonces es que considera la posibilidad. Bajo esa premisa, este podría ser su último año en el poder. ¿Habrá pensado ya, o estará pensando cómo terminar?
Héctor Yunes, de nuevo en campaña
En este espacio he comentado que alguna vez a don Rafael Murillo Vidal le preguntaron cuándo debía retirarse un político. El siempre bien recordado don Rafaelito respondió directo y a botepronto: “Hasta que se muere”.
Al recordarlo, por eso para nada me extraña que Héctor Yunes Landa de nuevo anda en campaña, ¿para qué?, quién sabe, pero anda en campaña de nuevo.
Luego de que el sábado pasado departió en forma muy alegre con el dirigente de su partido Marlon Ramírez Marín en el puerto de Veracruz y con otros correligionarios suyos, el lunes amaneció en Poza Rica, punto de arranque en un recorrido que hará no solo por los 212 municipios sino “hasta el último rincón de nuestro estado”.
Esta semana se ha internado en la zona norte, más concretamente en la Huasteca veracruzana. “Estoy convencido –ha dicho– que la mayoría de las veracruzanas y veracruzanos construiremos un gran acuerdo por Veracruz muy pronto”, y ha rematado que: “Unidos, Veracruz tiene futuro y esperanza”.
Político con mucha experiencia (ex diputado local y federal, exsenador y excandidato a la gubernatura) va dejando huella de su encuentro con representantes de los medios de información y de sus reuniones con sus ejecutivos. Sabe muy bien que el resorte de los medios es fundamental para todo tipo de lanzamiento, más si es político.
No solo eso. El hombre le entró a la moda e hizo ya su primer tik tok con fondo de jarana en su tierra natal Soledad de Doblado –“soy choleño, como dice mi paisana y destacada periodista Jazy Meza”–, junto a la estación del ferrocarril, acompañado de su hijo Héctor, comiendo garnachas. Algo quiere.
Si Héctor se hace acompañar de un buen equipo de asesoría de imagen y de prensa, profesional, y de un equipo operativo joven, con nuevas ideas, con otra visión alejada del pasado, seguramente le sacará buen provecho a su recorrido.
En política también hay tiempos de lanzar los cohetes y tiempos de recoger las varas o varillas. Las dos cosas ya las ha hecho él. Ahora, de nuevo, van pa’ arriba los cohetes. No hay peor lucha que la que no se hace.