El tablero sucesorio trepida.
Tras el efecto dominó que trajo consigo el derrumbe de Claudia Sheinbaum, quien semanas atrás observó sin chistar el descarte de Rocío Nahle para la gubernatura de Veracruz, por tramposa y mentirosa y el sábado anterior su propia caída tras el choque del Metro, hoy no tiene más remedio que tenderle la alfombra roja a Adán Augusto López Hernández.
Mientras Veracruz arde.
A Cuitláhuac no le queda más que tragarse la manzana podrida del inmaculado Adán y sus leales.
Sube al podio sucesorio del 2024, ese maromeo político, el exhibicionista y fanfarrón Sergio Gutiérrez Luna, conocido en el bajo mundo de la política como el “Gutierritos” del cuento, más que de la novela.
Desde luego que ante inédito juego sucesorio, poco se apuesta por Ricardo Ahued, no porque esté haciendo mal su trabajo -que lo hace tras un año de caos vehicular so pretexto de molestias temporales, beneficios permanentes- sino porque no está en el ánimo presidencial, ni goza de la simpatía de los morenos.
Y mucho menos porque no está en la cancha del gobernador, quien si bien ni picha ni cacha, pero tampoco deja jugar.
Cuitláhuac García no tuvo más remedio que abrazarse al cuello de su patrón, el Peje, para hacer a un lado a la “momia” y pues… con el ganador hasta que pierda.
Tremendo sapo tendrá que tragar este chistorete gobernador ya que si el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, es el próximo candidato presidencial por destapar antes de 12 meses, no tendrá más remedio que bajarse los pantalones ante Gutiérrez Luna, a quien ha despreciado, ofendido y boicoteado desde que hizo su aparición en tierras jarochas.
Son, a no dudar, juegos de poder en donde Morena Veracruz se declara lista para participar y ganar en el 2024.
Así lo ha manifestado el partido, su dirigencia y militancia al igual que el aparato de poder y el electoral que ya aprendieron como se gana a la mala y con el apoyo del crimen organizado.
Incluye además el dinero, ríos de dinero para comprar conciencias, para pagar a sus huestes y para liquidar favores.
Ahí están los 212 municipios y sus ediles prácticamente a sus órdenes, incluidos los del PRI, PAN y PRD en donde están advertidos, amenazados y con órdenes de aprehensión listas para ser usadas en cualquier momento.
La operación electoral la traen bien ensayada desde junio del año pasado cuando se sucedieron las intermedias en donde se registró la jornada más violenta y sangrienta de la historia moderna.
Regresando al tema Gutierritos, habrá que considerar el triple salto mortal que dio luego que inicialmente se manifestó en favor de Marcelo Ebrard, de trabajar para él utilizando los recursos financieros de la Cámara de Diputados donde los dilapidó en una precampaña de derroche.
Ya sin dinero, se fue a lloriquear con el Secretario de Gobernación, quien le creyó el cuento que toda su vida había trabajado para Veracruz, que traía a las mayorías y que sin asomo de duda se la jugaba en momentos en que todos apostaban por la corcholata Sheinbaum.
Gutiérrez Luna se la jugó y la política que es de tiempos y circunstancias, lo favoreció.
En un par de días Adán y Gutiérritos vendrán a Veracruz y Boca a tentarle el agua a los camotes de los Yunes, a sabiendas que los tienen agarrados de los tenates –al viejo- y que el corredor con mayor número de votos en todo el estado, se pintará de moreno.
El tablero pues, se acomoda en su favor.
Cuitláhuac y su cuadrilla no tendrán más que rendirles culto a los ganadores mientras el escenario opositor es pan comido.
El partido de un voto, el PRI de Marlón, hace tiempo fue comprado por el Bola “8” por lo cual no hay bronca. El PAN de Yunes, como decíamos, se entregará por supervivencia y el PRD de Sergio Martínez simplemente no existe… perdón ¡Si existe! en la nómina de la Secretaría de Gobierno.
A los eventuales candidatos como Pepe Yunes o Indira, posiblemente les permita en negociación previa, una curul local. No más.
Un escenario poco esperanzador para la democracia, al igual que pretender llegue a su fin la maldición de los malos gobiernos que nos persiguen desde hace una década.
Hay quien dice que eso es mejor que una zacatecana en el poder. La neta es que cuando todo está podrido ni por donde escoger.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo