La tragedia persigue a la protegida de López Obrador, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, quien aspira a la candidatura por MORENA a la Presidencia de México. Y todo, por los escándalos del METRO y sus líneas sin mantenimiento. Son varios los accidentes, conflagraciones, incendios, choques de trenes y hasta el colapso de la Línea 12, reportando decenas de muertos y heridos, en tragedias por la negligencia criminal de este gobierno morenista, quienes siempre presumieron ser el “cambio”.
Y López Obrador, para contener el enorme escándalo por el choque de trenes en la Línea 3 del METRO, con un saldo de una estudiante de la UNAM fallecida y más de una centena de heridos, este ocurrente presidente de México asegura que el ataque a su “Corcholata” es pura “politiquería”. Vergonzoso comentario ante el luto y víctimas por la incapacidad de Sheinbaum y su equipo de colaboradores.
Lo que nunca dijo López, es que la jefa de Gobierno de la CDMX, en el momento de este reciente accidente por negligencia, Claudia Sheinbaum estaba en Michoacán disertando una conferencia sobre las “bondades” de su administración, cuando en realidad, ha sido un constante fracaso y sólo dedicarse a recorrer estados para promoverse electoralmente. Sheinbaum tuvo que pedir prestado el helicóptero al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, exfuncionario en el área de Finanzas durante la administración de López Obrador en el antes Distrito Federal y usando recursos públicos de los michoacanos, para que Claudia fuese trasladada a la CDMX y llegar dos horas después al epicentro de la nueva tragedia.
En junio del 2021 y en su tercer año de administración en la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo fue literalmente noqueada por la oposición al perder la mitad de las alcaldías en la Ciudad de México y mostrando que su apego al presidente no está dando resultados, ni el mensaje de López Obrador a su rebaño de obedecer ciegamente el rumbo que lleva la elegida por los dioses #EsClaudia.
La elección del 2021 fue el parteaguas de lo que venía, pues la candidata para continuar el proyecto de la 4ª Transformación se desinfla como globo y su ineptitud ha provocado la inevitable molestia de los ciudadanos de la Ciudad de México, quienes votaron por el presunto cambio, sin lograrlo y este presidente ha fallado en lo que es prioritario para la clase trabajadora: El uso del METRO, como transporte rápido, barato y sobre todo, usado por el proletariado, siendo la estructura principal y electoral de MORENA.
Primero los pobres, cómo diría López Obrador y usados como piezas claves para el acariciado triunfo en el 2024, el cual, en la CDMX se vislumbra difícil y la Presidencia de México con #EsClaudia, será incierto.
Recordemos que en el 2023 habrá elecciones en el Estado de México, entidad federativa con el mayor número de votantes en todo el país y no olvidemos ser el de mayor presupuesto federal. Es la joya de la corona y la oposición está trabajando para mantener el poder de ese estado y gracias a la pésima presencia de la precandidata de MORENA Delfina Gómez, sentenciada por “mapacherismo” por el Tribunal Electoral Federal, quien ayudará a que López no logre adueñarse de este estado.
Para el 2024, Claudia Sheinbaum llegará muy desgastada y sin apoyo de los ciudadanos de la Ciudad de México: Por un lado, la clase media y empresarios no la quieren y los de la clase baja están arrepentidos de haber votado por esta incompetente, gracias a sus escándalos en muchas líneas del METRO que ponen en peligro la vida de sus usuarios por la falta de mantenimiento y fatales accidentes.
En el organigrama político, si Claudia Sheinbaum Pardo no será candidata, tampoco lo será Rocío Nahle García, otra oportunista que no levanta como candidata en Veracruz. Sus mentiras y negocios personales en la Refinería Dos Bocas en Tabasco, la han colocado como la piedra en el zapato de López Obrador, pues esta mujer prometió mucho y ha incumplido en todo lo que el presidente prometió durante su larga campaña presidencial como bajar el precio de la luz eléctrica, bajar los costos de gasolina y diésel, así como vendernos el cuento de que México estaría en primer nivel apostándole a energías fósiles que contaminan y no, a las energías limpias.
La ecuación es fácil: Si no va Claudia, tampoco iría Rocío Nahle, pues el candidato o candidata a la presidencia impone a sus también candidatos en estados claves como Veracruz. Y el que perdería sería Cuitláhuac García Jiménez, quien le reza a todos los santos para que Sheinbaum sea la presidenta de México y así su gobierno pasaría como el de peor impunidad, pero sin castigar a ninguno de sus colaboradores. Habría protección federal a cualquier precio.
Eso explica la pinta de bardas con el eslogan #EsClaudia, por ser urgente que una aliada quede en la silla de Palacio Federal y como el juego del “Can Can”, todos serán salvados. Y se ha convertido en la prioridad del expayaso de los eventos del PRD y convertido en gobernador de Veracruz, gracias al PRI y al duartismo, Cuitláhuac García Jiménez.
Por lo pronto, lo duro y tupido de las críticas nacionales en contra de la jefa de Gobierno de la CDMX, abonando al fuego los comentarios absurdos del presidente López Obrador y despedir al subdirector del METRO no ayuda en nada a la exigencia de la renuncia de Claudia Sheinbaum, pues su ineptitud ha provocado muertes y víctimas qué lamentar por su negligencia criminal.
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