Lo que ha pasado en recientes horas en la Corte debemos recordar que empezó
durante los periodos presidenciales del Gral. Lázaro Cárdenas del Río, así como de los veracruzanos Don Miguel Alemán Valdés y Don Adolfo Ruiz Cortines, ya que ahí se dieron las bases para lo que hoy es la fuerza real de los derechos a plenitud de la mujer mexicana.
Desde la Suprema Corte en México se ha colocado hoy un gran cimiento para seguir poniendo fin a la discriminación y marginación a las mujeres, que favorece a la edificación de organismos plenos en la democracia desde el Poder Judicial y que confirma la existencia de órganos autónomos serios e independientes, que suman y aportan.
La primera mujer al frente del Poder Judicial de la Federación en la historia de México no es un tema sólo de género o asunto menor; al contrario, significa más que eso, se trata de un ascenso en la carrera en materia judicial con Doña Norma Lucia Piña Hernández y quien inició actividades desde 1988.
Quienes hemos transitado en el servicio público en diversos niveles, sin duda, debemos celebrar la designación de la Magistrada Piña Hernández, quien en una sesión histórica y en momentos de mucho ruido en la administración de justicia en su conjunto, la Corte ha dado una gran lección de madurez judicial y que otras instancias valdría la pena no dejaran de observar y reconocer.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, asume ahora y frente al devenir compromisos de igualdad, pero también de ideología procesal que nos indica que a los Ministros se les debe conocer por sus votos y las resoluciones no por una ideología político-partidista o peor aún, por simpatías.
No politizar la democracia ni el ejercicio político profesional siempre rinde frutos a favor de los acuerdos y equilibrios que demanda toda relación entre el gobierno y los organismos autónomos. Claro, es una opinión personal.
La Ministra Norma Lucía es una gran noticia como elección de la SCJN pues parece alejada de intereses políticos y también de los movimientos del Ministro Zaldívar, aunado a que la nueva titular del Poder Judicial goza de ser una señora profesional y honrada.
Esperemos que el poder no la devore por el bien de la Corte, la Constitución, la Democracia, las Mujeres y de México.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
La carrera judicial de la Presidenta Piña Hernández estaría por abrir el camino para que en la estructura de gobierno y administración del Poder Judicial de la Federación también se privilegie el servicio profesional.
¡ ES CUANTO !