Los hechos y las circunstancias que se han venido generando en torno a los organismos autónomos, incluyendo un debate en lo nacional, en Veracruz tiene especial relevancia, por cuanto hace a sus jóvenes OIC (Órganos Internos de Control), y que nacieron en 2018, lo que es muy poco tiempo.
El Presidente de México, Don Andrés Manuel López Obrador, parece mostrar estar en contra de la existencia de los organismos autónomos, “porque no funcionan”, “son caros”, “son gobiernos paralelos al Estado”, “fueron creados en la época neoliberal”, y eso ha llevado a un debate público sobre el papel y la relevancia en la defensa de los derechos ciudadanos, pero es importante también no dejar de observar que tienen rango constitucional.
Lo anterior, significa y se traduce en que son instituciones públicas que “cuentan con personalidad jurídica y patrimonio propio, gozan de independencia en sus decisiones, funcionamiento y hasta en su administración; están dotados de autonomía presupuestaria, técnica y de gestión en el ejercicio de sus atribuciones y ejercen funciones primarias u originarias del Estado que requieren especialización para ser eficientemente atendidas en el beneficio de la sociedad”. Dicho de otra forma: A quién o quiénes conviene desaparecer a los organismos autónomos? Para qué? o Por qué? En lo nacional puede ser que la UNAM, el BANCO DE MÉXICO, CNDH, INAI y otros, comiencen a experimentar vientos huracanados tal y como recientemente los enfrentó el INE.
Y ese sentido, en Veracruz, el venidero 2023 tendrá que empezar desde el H. Congreso del Estado por convocarse, evaluar y seleccionar titulares de los OIC o sea, los contralores internos de casi todos los organismos autónomos constituidos, y cabe decir que estos últimos nacieron en 2018 en busca de concluir la edificación del SEA (Sistema Estatal Anticorrupción) y son una figura relevante e importante en favor de la transparencia, la rendición de cuentas y el combate a la corrupción. Así que una buena tarea para nuestros diputados de la LXVI Legislatura de Veracruz en el arranque del 2023.
Ahora bien, el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo seguramente traen en sus resortes de medición a prospectos que ya se conocerán en los días por venir, y claro dentro del marco respetuoso de la división de Poderes en Veracruz, que irá pavimentado el camino de la transición en el verano del 2024.
En todo esto los partidos de oposición y otros actores tratarán de presionar sin importar invadir esferas de atribuciones y facultades, hasta aduciendo ser los defensores de las y los ciudadanos en términos del combate a la corrupción.
Lo cierto, es que el proceso que viene y se avecina para construir ternas previas a la selección, ojalá no se politice y lleve al terreno de la negociación que reparta por repartir sino al amparo del diálogo y los acuerdos que contribuyan a un mejor Veracruz, a través de la rendición de cuentas desde los contrapesos entre la sociedad y el gobierno.
La honestidad y el liderazgo que desde el régimen en su conjunto se promueve y que en términos de aprobación entre la población es alta, también conviene a todos en el corto, mediano y largo plazo que se reconozca una premisa sólida y fundamental en el quehacer de todas las instituciones; “los gobiernos no son eternos y con el tiempo cambian, pero la honestidad en el servicio público y con transparencia, son espina dorsal de todo y para todos.”
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
Hablando de transparencia y honestidad, en fechas no lejanas, la expedición de licencias de conducir por el Gobierno del Estado será en directo con la Sefiplan, ya no mediante una empresa particular,- como ahora por una concesión,- y evitar “riesgo” y “peligro” de hacer mal uso de esa información que es “confidencial” al corresponder a datos personales.
¡ ES CUANTO !