Los 4 inútiles años de un gobernador inútil. Mantenimiento de centros de salud, aplicación de vacunas y entrega de becas, sus logros
Los cuatro años que ha gobernado Cuitláhuac García han sido un verdadero desperdicio. No se ve por ningún lado obra estatal, y lo poco que podría presumir son algunas carreteras federales que no le conciernen. En 4 años de gobierno no ha habido una sola planta industrial, alguna terminal aérea, un tren suburbano, un libramiento o el proyecto de segundos pisos en la zona de Las Trancas. El gobernador, y el mismo lo presume, sólo le ha dado mantenimiento a los centros de salud, ha aplicado vacunas, que en realidad es un programa de gobierno federal y ha entregado becas y apoyos, que también son programas de orden federal. Pero no lo decimos nosotros, lo dice el mismo gobernador. Anota el boletín que mandaron a los medios informativos. Frente a los diputados Veracruzanos Cuitláhuac García “habló de los resultados en infraestructura y obra pública, en nuevas construcciones, rehabilitaciones, ampliaciones, mantenimiento y equipamiento, mismas acciones en los 729 centros de salud de la entidad”; es decir mantenimiento. También ponderaron “la aplicación de 979 mil vacunas; 205 mil más en jornadas intensivas y un millón 450 mil contra la influenza estacional”, es decir programa federal. Sobre los apoyos sociales señalan: “Destacó la inversión de 62 mdp para apoyar a 12 mil 479 mujeres emprendedoras y los alcances de los programas de desarrollo social dirigidos a las zonas prioritarias con asistencia social alimentaria, desayunos en escuelas”. En cuanto a seguridad, no dijo nada sobre el retiro de Hugo Gutiérrez Maldonado, quien permitió que los altos mandos secuestraran y asesinaran a sus propios compañeros; tampoco habló de la protección que se brinda al crimen organizado. En fin, estos cuatro años de gobierno han sido inútiles, dignos de un gobernador inútil.
Perdón por nuestro indecente regocijo. Hasta los muertos cosechan lo que siembran. ¿Por qué a muchos alegra la muerte de Miguel Barbosa?
No es el karma, es la ley de la retribución. Dice la máxima bíblica: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará”. Si una persona siembra melones, no espere cosechar manzanas; si una persona siembra cardos, no espere cosechar rosas; si una persona siembra insensateces, no espere cosechar aplausos; si una persona siembra discordias, a la hora de su muerte no espere pésames. Tal vez los que se alegran de la muerte de Miguel Barbosa recuerdan el día que el señor gobernador se enfrentó a un grupo de estudiantes. Los estudiantes se manifestaban por la falta de seguridad y la muerte de tres de sus compañeros. ¿Les dio el pésame Miguel Barbosa por la muerte de estos tres estudiantes? No, antes bien los regaño: “Ustedes no me van a enseñar”. Un día el señor, minimizando los efectos de la pandemia, cuando la gente moría en sus casas sin poder ser atendidos por los servicios de salud, Barbosa dijo que el coronavirus se curaba con un plato de mole poblano; y luego dijo: “si ustedes son ricos, están en riesgo, los pobres somos inmunes”. Pero lo que no tuvo madre fue haber dicho que la muerte de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle fue castigo de Dios, que porque según él le habían robado las elecciones. Por ello, dejen de estar de farisaicos esos que reprueban que muchos se alegren de la muerte de Barbosa, hasta los muertos cosechan lo que siembran. Perdonen nuestro indecente regocijo. Por cierto, que López Obrador, cuando muera, no espere que todos los mexicanos lamenten su muerte.
No hay evidencia de que cuñado de Felipe Calderón haya contado los votos de la elección de 2006. Pero AMLO sigue repitiendo esa mentira
En su conferencia mañanera el presidente López Obrador, para reafirmar el odio que siente hacia el INE, instituto al que acusa de fraudes electorales, a pesar de que a él le reconoció el triunfo en 2018, acusó que en 2006, cuando él contendió contra Felipe Calderón, el INE contrato a la empresa Hildebrando para contar boletos. Cabe señalar que Hildebrando era entonces propiedad de Juan Ignacio Zavala, cuñado de Felipe Calderón, candidato del PAN y a quien finalmente se le dio el triunfo. Señala el presidente: “¿Quién contrató a Hildebrando, cuñado de Calderón, para contar los votos? Ugalde”. Ante la mención, Luis Carlos Ugalde, entonces presidente del IFE reviró en su cuenta de Twitter: “¿Cómo surge el mito de Hildebrando y su presunta maquinación para alterar votos? Por una nota que publicó el diario La Jornada el 20 de abril de 2006 en la cual se aseguraba que el IFE había contratado a Hildebrando para manejar la base de datos del PREP. No solo el IFE lo aclaró de inmediato, sino que se ordenó una auditoría externa para verificar si el Instituto había contratado a la empresa en algún momento. No se encontró ningún registro. En 2012 surgió otra vez el mito durante la elección en la que AMLO nuevamente participó. El INE volvió a aclarar que nunca en su historia había tenido relación comercial con Hildebrando. Sin embargo, hoy en la mañana AMLO afirmó que esa empresa ‘impuso’ al candidato ganador en 2006.”. Para Luis Carlos Ugalde, el “mito fundacional” de AMLO “no requiere comprobación, sino solo repetición”. Queda claro que el presidente ya no guarda pudor cuando de decir mentiras se trata.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra