El Diccionario de la Real Academia de la Lengua española define la palabra integridad como: Acción y efecto de fingir. Invención, cosa fingida.
La noticia de los 10 fideicomisos y dos fondos institucionales ocultos de los ministros de la Suprema Corte De Justicia de la Nación para cubrir sus prestaciones, es una ofensa al pueblo de México debido a que está integrado por más de 20,000 millones de pesos (hasta ahora descubiertos, ya que la tesorería de la SCJN, opera desde hace décadas como una casa de bolsa), Invita a reflexionar sobre la integridad moral de los integrantes del poder judicial empezando desde el más alto nivel.
Es conocido el generoso presupuesto que año con año recibe, recuerdo hace años en una ocasión, era tan grande el subejercicio que preocupados en su tesorería llegaron a decir que se comprara un avión para evitar esto, sin embargo alguien con un poco de inteligencia les hizo ver que se quemarían con esa adquisición que no se podría explicar, por lo que optaron por comprar mobiliario caro y exclusivo para todas las oficinas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a pesar de que ese año ya se había renovado todo el mobiliario.
Todos estos montos juntos hacen una bolsa de 20 mil 134 millones de pesos. Una fortuna que, según la Auditoría Superior de la Federación, debió haberse ejercido desde hace muchos años para cumplir con sus objetivos, pero que en el Poder Judicial prefirieron acumular mientras se solventaban las obligaciones con el personal y con el gasto corriente; en algunos casos ni siquiera se solventaban, por ejemplo los 4 mil millones que están atorados en materia de Infraestructura para implementar las Reformas Constitucionales en Materia de Justicia, o los 5 mil millones de un apoyo a la impartición de justicia que en el último periodo apenas reportó un egreso de 0.1%.
Pero esto no solo sucede en la SCJN sino en todo el aparato de la administración pública, por ejemplo, entre enero y noviembre de 2021, el Instituto Nacional Electoral (INE) transfirió 542 millones 338 mil 742 pesos a los dos fideicomisos que mantiene vigentes; ello, a pesar de los esfuerzos que se han hecho en el Congreso y en el gobierno federal para acabar con estas opacas figuras jurídicas que, escudadas en el secreto fiduciario, han operado como cajas chicas que no rinden cuentas a nadie y se usan discrecionalmente.
En Veracruz la opacidad y pillaje de los fideicomisos fue algo muy común en la época de los Exgobernadores pillos de Fidel Herrara Beltrán y Javier Duarte Ochoa, saqueando diversas instituciones y llevándose el dinero, como es el caso de las reservas técnicas del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), Llegando esto a nivel municipal la práctica insana de manejar fideicomisos en opacidad. Lo mismo se extiende en varios estados y municipios del país, un mal genérico. Si el poder judicial del país está en manos delincuenciales, dios nos agarre confesados!!!!
La reflexión es suya, hasta la próxima.