Esta vez lector no me ocuparé de la comparecencia en el Congreso local de Iván Francisco Martínez Olvera, titular de Turismo; sólo diré que dijo sandez y media y las dijo en cascada. Por ejemplo, afirmó que este año se generó una derrama económica superior a los 18 mil millones de pesos en el sector de servicios y Veracruz tuvo una afluencia superior a los 10 millones de visitantes.
Si existen esos 18 mil millones será en su imaginación y en cuanto a los 10 millones de visitantes, solo que esté contando a los migrantes que han pasado por la entidad huyendo del INM, la Guardia Nacional y los delincuentes.
En lo que sí me quiero detener, es en la comparecencia del titular de la Sedesol estatal Guillermo Fernández Sánchez, pero no en sus números alegres sino en algo más grave.
Fernández Sánchez se preparaba para un día de campo en la serie de preguntas y respuestas cuando la diputada del PRI Arianna Ángeles Aguirre, le dijo que había casos de abusos contra las trabajadoras de esa dependencia a lo que el funcionario contestó. “Tenemos una unidad de género en donde si alguna de las mujeres integrantes de la secretaría se siente afectada, hostigada, la primera ventanilla es precisamente en la unidad de género”.
La diputada le entregó un sobre con el expediente de un alto funcionario que está denunciado por hostigamiento sexual, violencia laboral, violencia política en razón de género y violencia institucional.
“Le encargo que abra ese sobre y me diga si conoce a ese servidor público que ha sido denunciado efectivamente ante el órgano de control interno donde no ha pasado absolutamente nada. También ha sido denunciado ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y ante la Fiscalía General del Estado” dijo la legisladora.
Pero el funcionario, más blanco que una sábana, dejó el sobre por un lado. “Tiene pánico porque quizá ahí está su nombre” me dijo un colega. Pero no. Todo indica que el presunto hostigador pertenece a la Dirección General de Políticas de Desarrollo Regional de la Sedesol Estatal.
La diputada dijo a don Guillermo: “Señor secretario, si las mujeres violentadas fueran de su familia; su mamá, su hermana, su esposa o su hija ¿qué haría? ¿Cuál sería su postura? ¿Tendría usted la misma omisión, indiferencia o ignorancia institucional?” y don Guillermo tragó gordo.
Arianna continuó: “Qué pena que siga defraudando así la confianza del titular del Poder Ejecutivo depositada en usted y que sus subalternos defrauden la suya. Qué indignante que no haya congruencia entre el decir y el hacer. ¿Considera que un servidor público que violenta a las mujeres de esta manera debe continuar al frente de una responsabilidad pública?, porque es evidente que no se acata el Protocolo para la Prevención, Atención, y Sanción del Hostigamiento y Acoso Sexual. Tampoco se cumple la estrategia de Cero Tolerancia a la Violencia contra Mujeres y Niñas, que puso en marcha el señor gobernador el 25 de enero de 2019”.
Guillermo Fernández estaba transparente y con la frente perlada de sudor. “No soy omiso diputada, estoy consciente de lo que ha sucedido… me reservo el derecho de abrir el sobre en este momento, lo consideraré como información… como ventanilla que somos en la Sedesol de atender cualquier requerimiento… me doy por enterado y lo tendremos que analizar y ver”, respondió.
Y vino el revire de Arianna: “Usted dice que no ha sido omiso; ¿sabe usted secretario lo que está pasando intramuros en su dependencia? ¿Platica con su personal, con los directores, subdirectores y jefes de oficina? ¿Sabe de los asuntos que atiende la jefa de la Unidad de Género y el órgano integral interno del control donde se presentan casos de violencia contra las mujeres?”
Para ese momento el funcionario como que quería sacar la banderita blanca. Y es que sí, se dio por enterado, pero no hará nada.
Veracruz es uno de los estados donde más se denuncia a los funcionarios que hostigan a las trabajadoras y donde menos se hace caso a las víctimas.
En casi todas las secretarías existen señalamientos de mujeres que han sido hostigadas sexualmente, humilladas y sobajadas por sus superiores y no pasa absolutamente nada. “Son cuevas de hostigadores y violadores que al no recibir castigo siguen cometiendo atropellos”, me dijo una activista.
Sin ir muy lejos, el titular de programas de gobierno federal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, tiene denuncias por violación sexual y el tipo no sólo sigue firme en su puesto, sino que puede ser candidato a gobernador y eventualmente gobernador de la entidad.
Si por algo se ha caracterizado el gobierno de la 4T al menos en Veracruz, es por su desprecio a las mujeres. Desprecio que ha generado 695 feminicidios sólo de enero a septiembre de este año.
Si un patán como el secretario de Gobierno Eric Cisneros, agrede verbalmente durante su comparecencia a una diputada, ¿qué se pueden esperar las mujeres que trabajan en las dependencias públicas?
Por lo pronto, queda para el registro la denuncia pública de la legisladora Arianna Ángeles, porque la denuncia penal está arrumbada por ahí.
¿Cuántas denuncias como ésta tendrán que escucharse en el recinto del Congreso local para que las autoridades se decidan a actuar?
Fácil la pregunta, imposible la respuesta.
Confirma Zenyazen pago de incremento a maestros
Uno de los grupos más nutridos que llevó Veracruz a la marcha del pasado domingo, fue el de los maestros encabezados por el titular de la SEV, Zenyazen Escobar García.
Al frente de miles de docentes que hicieron acto de presencia para refrendar su respaldo al presidente López Obrador, Zenyazen dijo: “Así como en el 2015 el presidente firmó el acuerdo para echar abajo la mal llamada reforma educativa en la ciudad de Córdoba, hoy estamos aquí apoyándolo como siempre”. Recordó que también el gobierno federal realizó un rescate financiero para que Veracruz pueda pagar el próximo 15 de diciembre el incremento del 1, 2 y 3 por ciento a los trabajadores estatales.
Indicó que continuará trabajando para el magisterio y por la educación, con el apoyo y la fortaleza los maestros veracruzanos y confió en que se logrará una reforma al Instituto Nacional Electoral, que redundará en un ahorro sustancial que continuará beneficiando a la población mexicana por medio de apoyos asistenciales.