Aunque existe interés en investigar, aún no se concluye qué fue primero: la música, o el lenguaje hablado.
Algunos neurocientíficos opinan que antes de que los hombres primitivos aprendieran a comunicarse con palabras, lo hacían con sonidos musicales.
Estudios han determinado que el cerebro se activa al escuchar música. Además, se sensibiliza y se fortalecen las funciones cerebrales. Es decir, el cerebro aumenta su actividad dando como resultado una importante mejoría en la memoria; podría, incluso, comparársele con un motor de búsqueda. Es un hecho que la música nos afecta positivamente.
Existen otros beneficios mentales con la música, más aún si se trata de música que nos agrade. Los seres humanos somos musicales; simpatizamos con los sonidos.
Los bebes, cuando les hablan sus padres, no entienden las palabras; reaccionan a la musicalidad de las mismas. Saben lo que intentan expresarles.
La música y las emociones van de la mano, siempre unidas. La música puede alterar los estados de ánimo de las personas. Pero no tan solo motiva a los humanos, también a las plantas. Se habla que cierto tipo de música estimula el buen desarrollo de las mismas.
También se ha descubierto que la música controla los nervios; los calma.
La música es un estimulante. Favorece la creatividad y la imaginación. Pintores, incluso de renombre, han acostumbrado a trabajar con música.
Pero no tan solo los pintores tienen esta inclinación. Los matemáticos también la escuchan mientras repasan sus teoremas. Por ejemplo, Einstein tocaba el violín para despejar su mente.
Empleados que trabajan en oficinas afirman que adquieren mayor concentración escuchando música.
La música activa las conexiones neuronales y optimiza su funcionamiento.
Escuchar música mejora la psicomotricidad, aumenta la capacidad de escucha, de reflexión y de autocrítica.
Otro dato interesante. Algunas personas que padecen asma, cuando tocan algún instrumento los efectos de la enfermedad se reducen considerablemente.
La música también tiene beneficios sociales. Ayuda a reunir a las personas y mejora la calidad de sus vidas. Un grupo que escucha música se siente integrado y dispuesto a convivir entre sí.
En las fiestas, donde el ingrediente principal es la música, se establecen relaciones de amistad a la par que se crean las condiciones para el inicio de romances.
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