Se entiende a quienes manifiestan la necesidad de la conciliación. Que desearían que está división de sectores sociales no existiera por un tema político. Una situación que ha confrontado a familiares, compañeros de trabajo, conocidos y amigos. Que desean con vehemencia los mexicanos volvamos a ser uno y -así como lo hemos hecho- afrontar las vicisitudes juntos. Están muy cansados de todos estos pleitos, dimes y diretes, maledicencia, injurias, podredumbre de la clase política voraz y corrupta. Tienen razón y es un derecho humano. Se empieza a trabajar al respecto y por ello la importancia de la Marcha por la Paz el día de mañana. A los asistentes- la mayoría ciudadanos que pagan impuestos-los han agredido muy fuerte desde palacio. Clasistas, cretinos, cínicos, intelectuales orgánicos y demás injurias. No se equivoquen. El ceder espacios ciudadanos y su protección no es una graciosa concesión sino un derecho constitucional. El tema que sea si la población no está en su totalidad de acuerdo, aunque sean 3 personas, tienen la libertad de manifestarse. En contra o a favor. El tema político hay que anularlo. La politiquería solo beneficia a quienes comercian con ella. Vayamos a defender nuestros derechos. Digamos sí al INE, que es un regulador de la democracia. Tanto afán del gobierno por demeritar solo los exhibe en sus descabelladas intenciones. Nos sumamos a quienes desean la paz y concordia. El mundo está convulso y en puerta otro tipo de tragedias. Nuestras fundamentales necesidades aún no son resueltas, cómo la extrema violencia y el aumento de la pobreza. Un Estado Fallido no garantiza nada.
ENMOLADAS
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