El Instituto Nacional Electoral tiene la mala suerte de descubrir sus estrategias antes de que sigan argumentando bondad y transparencia.
Todos recuerdan el pretexto de los consejeros electorales para no realizar la revocación de mandato por falta de presupuesto. En ese momento aparecen tres fideicomisos, que acaban de designar como ilegales por un monto superior a mil 500 millones de pesos de 2018 al 2021, que sigue creciendo.
Este dinero debió ser regresado a la Tesorería de la Federación, pero se retuvo, y con ese dinero era más que suficiente para realizar la consulta de revocación de mandato que se negaban a realizar por falta de presupuesto.
El INE siempre se ha negado a someterse a la política de austeridad republicana, desde el momento en que se ampararon para que se les redujera los salarios a los altos niveles del instituto.
Estas son razones más que suficientes para que las reformas electorales se practiquen constantemente y de por vida al INE y haya transformaciones en su estructura periódicamente, es decir, cada dos años o tres. Pero los intereses de la oposición están en peligro, porque su búsqueda de equilibrio legislativo se basa en las curules proporcionales que la actual ley propicia como una manera de que buscar el contrapeso en el Congreso.
La cantidad de 500 diputados y 128 senadores, responde a la necesidad de que hubiera partidos políticos sin representación legislativa, porque apenas se les tomaba en cuanta para tener voz y voto en el Congreso mexicano. Ahora, que ha partidos consolidados y hay pluralidad de ideas y pensamientos, la representación relativa sale sobrando, y no sólo representa un ahorro de recursos económicos y humanos sino una manera de agilizar el debate parlamentario que ha sido tan limitado en los próximos años, porque ahora se vive una discusión en el Congreso secuestrada por gritos e insultos de la oposición.
Porque de qué sirve tener senadores o diputados que sólo se dedican a descalificar cuando deben debatir con argumentos sólidos sus ideas, empezando porque ni ideas políticas tienen y menso aún iniciativas que estén a la altura del momento.
El INE tiene actualmente un patrimonio de 34 inmuebles, entre terrenos, edificios y obras en construcción, por un valor de 2 mil 580 millones de pesos.
La Reforma Electoral plantea que todos los inmuebles y fideicomisos del INE pasen a manos del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado. La intención, es que este organismo controle la transferencia de esos bienes al nuevo órgano electoral, el INE y Consultas.
Lo mismo sucedió cuando la Procuraduría General de la República pasó a FGR, la Policía Federal a Guardia Nacional, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo a Tribunal de Justicia Administrativa o el Instituto Federal de Acceso a la Información al INAI.
Por otra parte, el Órgano Interno de Control del INE canaliza a su Fondo para Atender el Pasivo Laboral los ahorros generados por vacancia de plazas, en lugar de regresarlos a la Tesorería de la Federación.
En su Informe Previo de Gestión y Resultados correspondiente al primer semestre del presente año, que fue enviado a la Cámara de Diputados, refiere que entre 2017 y 2022 se observaron plazas sin ocupar por meses que significaron un monto de 90.2 millones de pesos.
Si esto sumamos el hecho de que el consejero presidente Lorenzo Córdova mandó realizar una encuesta den septiembre, cuyos resultados apoyan en un gran porcentaje la necesidad de una reforma electoral, pero se prohibió su difusión por contradecir a los intereses de los consejeros quienes no quería que se supiera que están valorados por la sociedad como un grupo de personas nocivas para la vida política y electoral de México, porque afectan en la esencia a la democracia.
La encuesta del INE confirmaría que el 78 por ciento de la población aprueba que los miembros del Consejo y Magistrados sean electos mediante voto popular. El 87 por ciento estaría a favor de reducir diputaciones y senadurías.
Es urgente que desaparezcan los plurinominales, quienes no tienen ningún compromiso con la población, ni conocen el lugar por el que son postilados ni mantienen comunicación con el pueblo. Sin campaña, sin riesgo de perder en las urnas, sin más compromiso que el de seguir los intereses de los mandamás de su partidos lo pluris son, ahora, en sí mismos, antidemocráticos.
Hasta ahora no ha habido líder de partido alguno o coordinador de bancada, que no haya sido plurinominal en alguna de las dos cámaras, es decir, se trata del trampolín más seguro para ascender en la carrera política pero no por méritos propios ni por simpatías populares, porque nadie votó por ellos, sino por intereses propios.
Una vez instalados en su curul heredan la diputación o la senaduría a sus familiares, ahí están los Beltrones, los Gamboa, los Gómez del Campo, Yunes, Monreal, las pluris del PRI, de desconocido origen, y esto sin contar las veces que saltan de una cámara a otra para seguir viviendo del presupuesto.
Nadie debe olvidar que la creación del actual INE, del anterior IFE, tiene su origen en una idea del priista tuxpeño, don Jesús Reyes Heroles, secretario de Gobernación durante el sexenio de José López Portillo. Porque en 1977. A un año de que tomara posesión de su oficina en Bucareli, salió de su escritorio la primera reforma electoral de México, que reconocía a los partidos políticos que estaban en la clandestinidad y le daba legalidad al juego entre partidos y un lugar en el Congreso.
Si bien el Presidente de la república propone una transformación total del INE, Morena se resiste a pasar la iniciativa tal como lo dice el Jefe del Ejecutivo, pero permitirá que la oposición meta la mano en el tema de los plurinominales que a ningún partido político conviene, aunque esté en juego el interés supremo de los mexicanos.
Aquí, al ocultar un trabajo realizado con recursos públicos se incurre en un delito que debe estar en el ámbito penal porque no puede ocultarse un trabajo realizado con el dinero de la población, pero para salvarse de la reforma los consejeros del INE prefieren pecar de tramposos que de rechazados.
Una razón más para que la reforma electoral se lleve a cabo es el hecho de que Lorenzo Córdova Vianello, autorizó la contratación de un seguro médico por más de 295 millones de pesos para los próximos 2 años y medio, que lo beneficiará a él y otros altos funcionarios del órgano electoral con cobertura hasta abril de 2025, pese a que dejará su cargo el 3 de abril de 2023.
Los mexicanos no les gusta que su dinero se gaste en mantener legisladores que sólo gritan y no proponen, no quieren que los partidos políticos sean mantenidos por quienes sí trabajan, ni que el número de legisladores sólo sirva para confundir las ideas y las ideologías de los partidos, y tampoco quiere que se dupliquen funciones ni que haya privilegios en un grupo reducido de funcionarios que tienen presupuesto hasta para cambiar el decorado de su oficina, y cuentan con asesores con salarios superiores a los 100 mil pesos.
Los partidos de oposición temen quedarse afuera de la competencia, la paulatina reducción de fuerza política no se debe a sus contrincantes que ahora están en el poder sino a su pasividad e intolerancia que muestra a los opositores como personas sin pensamiento político y sin conocimiento de los que es un debate parlamentario de altura.
México necesita de un INE diferente, así como una oposición que realmente sea oposición y no un grupo de pandilleros sin propuestas ni ideas propias.
PEGA Y CORRE
Beatriz Paredes, ex gobernadora de Tlaxcala, ex embajadora de México en Brasil, ex líder nacional del PRI, señala que el destino del PRI nacional se juega en el Estado de México.
Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes