Nos mostramos como ciudadanos del mundo, sin perder identidad, afirma el Cronista de la Ciudad
Xalapa, Ver.- Con un sinfín de eventos organizados tanto por la autoridad en todos sus órdenes, como por la sociedad civil, en Xalapa se fortalece el arraigo a nuestras tradiciones, de manera especial, durante las festividades por el Día de Muertos, aseguró el cronista de la Ciudad, Vicente Espino Jara.
De acuerdo con el funcionario, estas fiestas son producto de costumbres mesoamericanas fusionadas con creencias europeas adoptadas a partir de la Conquista, mismas que encuentran fortaleza en localidades de Naolinco, Coatepec, Xico y Teocelo, y que tienen en Xalapa el centro de estas expresiones llenas de color y tradición.
Agregó que en el municipio se desarrollaron algunas particularidades, como la colocación de fotografías en el altar y la mesa de ofrendas compuesta por distintos elementos, tales como alimentos y bebidas que en vida fueron del gusto de nuestros difuntos.
“El altar de Xalapa se caracteriza por utilizar retratos de las personas, elemento que no se encontraba en la tradición original”.
Explicó que, actualmente, la festividad ha adquirido un carácter nacional que trata de forjar identidad, aspecto al que Xalapa ha contribuido con eventos como el pasado Desfile de Catrinas.
“A partir de que esta festividad toma tintes estéticos, se tiene la oportunidad de participar en un festejo que va más allá del encuentro espiritual con los muertos, se ve como una fiesta artística para la convivencia familiar”.
Destacó que Xalapa ha sabido ser una ciudad ecléctica, donde los xalapeños se muestran como ciudadanos del mundo, celebran festividades adoptadas del extranjero, pero sin perder identidad.
Esta característica no es ajena y se observa desde cientos de años atrás, pues en el tema de la gastronomía, en Xalapa se rescatan tradiciones tanto precolombinas como africanas, de donde se desprende la preparación y consumo de tamales en hoja de maíz y de plátano, como representación simbólica de la comunión con los muertos.
“De esta forma, imaginamos felizmente que podemos volver a vivir un encuentro con los seres queridos que se nos han adelantado en el camino”, concluyó.