El lunes 12 de septiembre la Organización Causa en Común dio a conocer la temperatura del país en cuanto a inseguridad y violencia; flagelos que agrupa en lo que llama “atrocidades”, y las cosas no van nada bien en especial para Veracruz.
De entrada, dice que México ha registrado en promedio 17 atrocidades diarias en lo que va del 2022, lo que representa un incremento del 13 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2021.
Según CC de enero a agosto de este año se registraron 342 masacres. Una barbaridad para un país que presuntamente vive tiempos de paz. Agrega que se documentaron 562 casos de mutilación, descuartizamiento y destrucción de cadáveres; 525 asesinatos de mujeres con crueldad extrema (feminicidios); 1,144 casos de tortura y 247 asesinatos de niñas, niños y adolescentes.
Por si fuera poco, destacó que 2022 ha sido el año más letal para los periodistas mexicanos en lo que va del siglo ya que han asesinado a 16 (el corte fue hasta agosto pero en realidad van 18 hasta ayer).
¿Qué es una atrocidad para Causa en Común? “Es el uso intencionado de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para provocar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político o para provocar terror”.
En su informe señala que de enero a agosto el 50 por ciento de las atrocidades se concentraron en Baja California, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Veracruz, Estado de México, Guerrero y Zacatecas.
Pero el dato que el gobierno de Cuitláhuac García ha pasado por alto, es que los estados con más víctimas registradas durante ese periodo fueron Veracruz con 956; Chiapas con 741; Estado de México con 512; Guanajuato con 508 y Michoacán con 505.
¿De dónde saca entonces el señor gobernador que vamos bien y la incidencia delictiva va declinando?
Segundo lugar en secuestros, segundo en feminicidios, tercero en robos y asaltos ¿y vamos bien?
Quizá sin proponérselo, los datos de Causa en Común desnudaron a un gobierno estatal incapaz ante el crimen e insensible ante la indefensión ciudadana.
Creo que era lo único que le faltaba a Veracruz; llegar a la cima en atrocidades. Que patético y triste que la entidad que fue por siglos bullanguera, jacarandosa, pujante, trabajadora y amante de la paz, sea ahora la más atroz.
Si antes estábamos mal (y eso nadie lo discute) ahora estamos en las antípodas de estar mejor. No se puede estar bien con cinco millones de veracruzanos pobres y en pobreza extrema, con pocas o nulas oportunidades de empleo, con falta de medicamentos y apoyos para los más vulnerables.
No se puede estar bien cuando un día sí y otro también alguien amanece asesinado o de plano no amanece porque se lo llevaron. No se puede estar bien cuando las instituciones de procuración de justicia son una nulidad y cuando la corrupción está a todo lo que da.
No lector, no podemos estar bien cuando la realidad de los datos duros nos tunde, porque está muy por encima de las mentiras que escuchamos todos los días.