“En materia de Protección Civil, todo lo que sea para salvaguardar la integridad física de las personas y de sus bienes, nunca estará de más”.
El anuncio de la posible llegada del ciclón tropical Karl a las costas del Golfo de México y específicamente al litoral veracruzano y en el municipio de Nautla, es motivo de alerta de las autoridades y población ubicada en la posibilidad por afectaciones.
El Consejo Estatal de Protección Civil que encabeza el Gobernador del Estado Ing. Cuitlahuac García Jiménez, y que preside operativamente Guadalupe Osorno Maldonado en su calidad de Titular de la Secretaria de Protección Civil, acompañados por los mandos naval y militar, así como, todo el ajedrez de los tres niveles de gobierno en la entidad, también requieren de la participación activa -en lo posible-de la sociedad organizada a través de las instancias oficiales.
Una vez más la solidaridad veracruzana puede estar a prueba, como hace poco más de 20 años que el frente frío número 5, así como, una baja presión y la depresión tropical número 11 nos desencadenaron uno de los peores desastres naturales en el norte de Veracruz, afectando Gutiérrez Zamora, Tecolutla, Martínez de la Torre, Poza Rica, Papantla, Cazones, Álamo y parte del Totonacapan, entre otros municipios por el crecimiento del río Tecolutla y la bajada de agua de la sierra de Puebla.
Alrededor de tres días las inundaciones y el deslizamiento de cerros cobraron la vida de casi 400 personas y dejaron medio millón de damnificadas; se habló de cientos de personas en calidad de desaparecidas, según información y en testimonios en archivos de prensa.
A poco más de dos décadas aún existen huellas del arrasamiento que nos dejó muertes, daños en la infraestructura y una lamentable desolación.
Los eventos de la naturaleza resultan pruebas para la población organizada junto a nuestra autoridades. Veracruz somos todos.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
El factor más importante en los aviones y helicópteros es el mantenimiento determinado por las horas de vuelo, el desgaste de las piezas y en nuestro país no se cuenta con la industria que cubra el mantenimiento mayor que por lo general es el cambio de un porcentaje alto de piezas ya que todo este tipo de aeronaves son de patente extranjera, es decir, que es necesario llevarlas a los Estados Unidos, y el otro factor es la capacitación de los pilotos que cubren vuelos de alto riesgo, que se traduce en saber como operar en caso de fallas mecánicas, y esos cursos también se reciben en el extranjero. Ojalá no haya más accidentes en la aeronáutica, los pilotos deben cumplir con un programa y calendario anual llamados de refresco, por lo que esperemos sí haya recursos para combustible y cursos.
¡ ES CUANTO !