López Azuara, amigo, colega, hermano

Los amigos muertos no mueren, se esconden en el juego de la vida, si la amistad no termina con la distancia ni con el tiempo que transcurre cuando no nos vemos, menos la muerte puede dar por terminado un lazo que se crea desde niños.

Ahora que Miguel se adelanta en esta carrera sin fin de la amistad, nos conduce al recuerdo, nos vuele más sensibles porque su vida fue bondad y apoyo para quienes los rodeamos.

Yo lo conocí desde la infancia, compartíamos juegos y aulas en Tuxpan. En la inmensidad de sus bellezas jugamos y estrechamos nuestra amistad. La vida no aleja, así como nos vuelve a reunir y en ese juego elástico del tiempo y la distancia, reiterábamos nuestra amistad. Los juegos se convirtieron ideas que compartíamos entre risas y preocupaciones, sobre nosotros, la familia, el país y la vida.

Miguel López Azuara después de conocer el mundo, regresó a morir donde nació, el atardecer de su vida lo compartió con la belleza del paisaje de su tierra que se fundieron en el horizonte hasta llegar juntos a la noche.

Para Miguel el mundo empezó en su mente, plataforma despegue de sus sueños, pero también de su profesión que inició con creatividad y talento. Al describir la realidad narraba el acontecer del mundo y se montó en el largo viaje de la comunicación hasta el último día de su vida.

 

 

MAESTRO EN PERIODISMO

Aprendió trabajando, y se volvió maestro de su oficio. Más de seis décadas dedicadas al periodismo, a la difusión de ideas, a la consolidación del pensamiento, siempre compartido con los amigos experiencia y tiempo.

Amigos que tenían la tinta en las venas como otro tuxpeño, Eduardo Deschamps Rosas, hombre perfeccionista, redactor pulcro, irreverente y lúcido. Trabajaron en Excélsior, en su mejor época, forjaron periodistas diariamente, escribían contracorriente. Inició sus pasos como ayudante de la redacción que era la única es cuela de periodismo que existía en ese momento.

El mundo giraba alrededor de la información que se convulsionaba en 1955, cuando llega a la capital en el periódico más importante del momento. Miguel, aprendía rápido, ascendía velozmente. El periodismo no llegó por casualidad, el camino estaba señalado desde muy niño, su visión de las cosas era un eterno despertar.

Por fin encontró su lugar en las páginas de donde no ha salido incluso después de su partida. Era un observador del país y del mundo desde una perspectiva suspicaz, parecía adivinar el paso siguiente de los políticos, porque posteriormente a Excélsior trabajó con ellos, los conoció, en sus soledades y en sus triunfos.

Entrevistó personajes con libreta en mano, los describió, los admiró y los denunció. Memoria y apuntes iniciaron el camino de Miguel López Azuara a la pasión por informar.

Como funcionario público conocía la mejor manera de informar sin crear un culto a la personalidad, su justo medio a la hora de encabezar la comunicación social de dependencias como Relaciones Exteriores, al lado de Jorge Castañeda de la Rosa, le creó fama de un buen transmisor de las tareas propias de la administración pública.

Miguel López Azuara fue protagonista de la historia del periodismo mexicano en su etapa más crítica como cuando el gobierno da un golpe de Estado al Excélsior que dirigía Julio Scherer. Ante ese acto López Azuara señaló:

 

El golpe contra Excélsior, como suele suceder, lejos de lograr acallar a las voces que ahí se expresaban impulsó el surgimiento de muchos periódicos y revistas que ejercían, de manera más amplia y plena, el derecho a la libertad de expresión. Medios que destacan o destacaron en su momento por el profesionalismo de sus equipos y la claridad de sus objetivos”

 

La salida del Excélsior sumó amigos y fortaleció solidaridades, incluyendo la de la población. Las experiencias apuntaban a una transformación del periodismo en México que impulsó cambios mayores en todos los países. Se crea la agencia de noticias CISA, hermana mayor de Proceso, y es en esta revista donde inicia su columna “Elenco Político”. Dejó de publicarla hasta su salida, camino a Radio Educación, perteneciente a la SEP. un proyecto inédito en la historia de la comunicación en México.

 

 

La trayectoria de López Azuara en los medios fue completa, extensa, infinita, llegaba a ellos a transformar, a inaugurar ideas, a cambiar inercias, siempre con la sencillez que le caracterizó y la amabilidad con la que siempre se condujo sin importar los tiempos.

Así, en ese mundo de la comunicación se entregaba, se volvía maestro y creaba escuela, en la dirección general de Notimex otorgó credibilidad a las acciones del gobierno. Extendió su cobertura y fortaleció su credibilidad.

Dentro de ese mundo del periodismo que se convulsionaba y convulsionaba fue invitado por su amigo y paisano, Don Jesús Reyes Heroles, entonces secretario de Educación Pública, a hacerse cargo de la Dirección General de Publicaciones y Bibliotecas.

Su percepción de la comunicación lo llevó a crear imágenes, fortalecer ideologías, irrumpir en las rutinas políticas, difundir pensamientos sociales, así

fue representante de la Asociación de Editores de los Estados, en la Ciudad de México, se incorporó al CEN del PRI, como secretario de Información y Propaganda, cargo de desempeñó durante la campaña de Carlos Salinas de Gortari y después con Luis Donaldo Colosio. Incansable y creativo, se convirtió en una figura pública, por su experiencia y precisión en la palabra.

Desde la distancia del tiempo, los años juntos, la antigua amistad, lo sigo viendo como la primera vez sonriente y audaz. Así lo recordaré. Así lo volveré a ver.

Hasta luego Miguel.

 

PEGA Y CORRE

El alcalde panista de Benito Juárez, Santiago Taboada, felicitó a los 52 elementos de la Policía Bancaria Industrial, que pertenecen al Equipo de Proximidad Blindar BJ que fueron reconocidos y ascendidos por su destacada labor en el resguardo de la seguridad de las y los vecinos de la demarcación, quienes, dijo, tienen todo para hacer frente a la delincuencia, sin la necesidad de recurrir a la militarización.

 

 

Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes

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