El negado de Otatitlán

“El enemigo más temible de la democracia es la demagogia.” – Alfred Croiset.

 

Llegamos a octubre de 2022 y la sociedad se prepara para que en diciembre de 2024 transitemos hacia la sucesión presidencial y gubernamental.

La interrogante nos invade ¿estará consciente la sociedad de lo que se estará jugando?, a ratos pareciera que no, en otros momentos, como que tomará noción de su relevancia, pero en muchas otras, ni inmutados se están, más si en el devenir de hechos, no se presentan los famosos escándalos que es junto con la sangre lo que mueve a la taciturna sociedad mexicana.

Bajo este escenario, Veracruz pelea una fragorosa batalla por relevar al actual mandatario estatal Cuitláhuac García Jiménez, unos merecedores de continuar con la bandera de la 4T, otros impresentables que sueñan con seguir pegados de la ubre gubernamental, sin descaro, ni reparo.

De esta manera, el fin de semana fue el teatro especial para la presentación de los actores políticos que continúan un día sí y otro también pregonándose paz, pero en el fondo haciéndose la guerra, por posicionarse en los afectos de quienes mandan.

Así se pudo ver el arrastre y poder de convocatoria que trae el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, Juan Javier Gómez Cazarín quien se apersonó junto a todo su equipo en Ciudad Victoria, Tamaulipas para acompañar al nuevo Gobernador de esa entidad, Américo Villareal Anaya, a quien apoyaron para llevar al triunfo a pesar de las amenazas vertidas en su contra por grupos de la delincuencia y a costa de la campaña de desprestigio desatada por el panismo derrotado en la entidad.

Aun con ello, el oriundo de Hueyapan de Ocampo se dio tiempo de acudir a los festejos por la Fundación de Pánuco, hasta donde dio muestra de su empatía y cercanía con la militancia de Morena y con la gente de la región.

Por su parte, otros que también se andan moviendo para que los reflectores los capten pero por su oscura presencia simplemente velan hasta la imagen de los fotógrafos, es el secretario de Gobierno, E. Patrocinio Cisneros Burgos, el negado de Otatitlán como comienzan a llamar en los corrillos del Palacio de Gobierno.

La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define a la palabra “negado” como “incapaz o totalmente inepto para algo” y es que en eso de hacer política el responsable de la supuesta política interior en la entidad, resultó negado para eso, pues con todo mundo se pelea al punto de enemistarse incluso con los aliados de la propia Rocío Nahle.

Y es que apenas terminaba el mes de septiembre cuando el orondo personaje tuvo el descaro de afirmar que el alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, evade su responsabilidad en materia de seguridad, ya que “la tarea de seguridad no sólo corresponde a la federación y al estado, sino también a los municipios”.

Vaya cinismo de personaje, declarando sin empaño acusaciones que son directa responsabilidad del mismo personaje, pues él junto a la actual Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giandáns, han sido los factores casualmente de detonación de la incidencia delictiva con el amaño de carpetas de investigación y con toda la serie de acciones que ejecutan para hacer como que trabajan.

Y es que el reciente asesinato de un reconocido sastre y empresario en el antiguo Puerto México provocó la indignación social, exigiendo el esclarecimiento del mismo, cosa que no le pareció al virrey sin corona.

Y debido a que el propio Amado Cruz Malpica debió encabezar una rueda de prensa con empresarios de la ciudad, dónde exigieron se esclarezca el homicidio del empresario Francisco Paredes, perpetrado la tarde del miércoles 28 de septiembre.

La desavenencia entre estos dos actores trae historia, todo desde el momento en que Cruz Malpica no pudo hacer el contrapeso necesario para quitarle el control de la Jucopo al propio Gómez Cazarín, lo que entripo al secretario de Gobierno quien ahora lamenta que el alcalde de Coatzacoalcos no se involucre en temas de seguridad.

Cruz Malpica es un político de izquierda con formación de años, alumno de Heberto Castillo, tiene por mucho más tablas que el propio Patrocinio Cisneros, quien vuelve a evidenciar que está negado para eso de la política fina, y lo suyo en realidad, es el pragmatismo troglodítico cavernícola.

Bien acertaron los que ya lo llaman “el negado de Otatitlán”.

 

Al tiempo.

 

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Twitter: @LuisBaqueiro_mx

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