Cuando la persona se encuentra convencida de algo, es en virtud de que le asiste la convicción, porque posee la seguridad, las razones, el convencimiento, la certeza, que le permiten sostener el pensamiento que defiende y sus acciones son congruentes con lo que pregona.
Los políticos requieren tener una convicción, congruente sobre sus ideas y perspectivas de trabajo, y sus incondicionales los seguirán por la convicción que manifiesta en forma convincente y asegura poder lograr.
Los líderes con convicción forjan un ambiente de seguridad y certidumbre para todos, porque está plenamente convencido de que tomó la mejor decisión posible, entonces sus seguidores se impregnan de esta creencia y apoyan a su líder de quien tienen la certidumbre cumplirá convenientemente con las razones que ha expuesto y de las que está convencido.
En múltiples ocasiones escuchamos como atacaban toda la horda de la Cuarta Trastornación, que el ejército estuviera fuera de sus cuarteles. Videos por doquier en donde la acusación de tener a los soldados en las calles era perniciosa, en los que, desde López Obrador, Mario Delgado y todos sus feligreses, exigían el regreso de las fuerzas castrenses a sus instalaciones.
El cambio radical de convicciones hace suponer que no existe congruencia en las razones que se tenían y que, tal vez, los valores de la persona no se encuentran debidamente cimentados, para poder cambiar de convicciones de la noche a la mañana, y ahora dando la razón a los neoliberales, así bautizados por quien ahora está al frente de la administración federal, demuestra que ha actuado por ocurrencias, o buscando solo el beneficio personal para militarizar al país.
Y basta con que, mueva un dedo esa persona que tiene toda la apariencia de desequilibrado mental, pero que le han dado un poder omnímodo, para que todos sus achichincles le rindan pleitesía y le brinden su total apoyo, no obstante, el país se encuentre en peligro extremo.
Una persona que cambia de convicción de la noche a la mañana es totalmente incongruente, contradictorio, discordante, ilógico, incoherente y con doble moral.
El especialista en psicología Carl Rogers, sostenía que el actuar en forma incongruente, era encontrarse en el espacio que dividía lo que “yo soy” y lo que “yo debería ser”.
Resulta aberrante que un gobernante cambie de convicción de la noche a la mañana, aunque sus incongruencias no sean conocidas por su pueblo bueno y sabio que lo sigue y lo persigue como zombi, al fin y al cabo, vivirán siempre como los hombres de las cavernas que señalaba Platón en su alegoría, y si el país se derrumba, quizás tampoco se den cuenta, pues como él mismo lo dijo, quienes lo siguen son quienes tiene la más baja instrucción y conocimientos.
El pretexto es la violencia que se ha desatado en el país, pero lo que desea es convertirse en el amo y dueño total de nuestra nación que están entregando los morenistas a cambio de algún cargo de elección popular lo hizo el traidor de Alito, para quedar impune de todos los delitos de los cuales pudiera ser acusado, y a sus seguidores del PRI, los hizo pasar uno por uno, para ofrecerles una candidatura, a cambio de condenar a nuestro país a la militarización, cambiando las promesas que también Alito manifestó, pero ahora da marcha atrás y se pone a arrear a su borregada, quienes solo buscan el poder y su bienestar individual, siendo una total falacia que buscan el bienestar del país.
Razón lógica para violar la Constitución y hacer la militarización de nuestro país no existe ni existirá. ¿Que, supuestamente combatirán al crimen organizado? Tampoco es cierto, hasta en videos hemos visto que tienen órdenes los militares y la Guardia Nacional de no arremeter en contra de los feos.
Conclusión: – La convicción de un político actual equivale a un degradado y mal oliente excremento.