Morena: golpes, acarreos y fraude; la oposición, dormida

Luego de la elección interna del partido en el poder queda claro que el más recio enemigo de Morena es Morena.

También queda claro, que en 2024 la compra del voto, acarreos, golpes, chantajes y la participación del crimen organizado, serán el camino.

Todo de cara a una oposición partidaria –PAN-PRI-PRD y MC- muerta, inexistente. Será un mudo espectador del cochinero electoral como lo ha sido tras la decisión cupular de Enrique Peña Nieto de entregar al poder a López Obrador en 2018.

Fue cuando el país dio un giro de 180 grados sepultando todo vestigio opositor para abrir las puertas a la clientela morena –viejitos, becarios y beneficiarios de los programas sociales- que hoy decide.

Fue a partir de entonces, en que muy poco importó a partidos y buena parte del electorado si un loco quedaba al frente de las instituciones nacionales y si el fraude a pie de urnas, los madrazos o la compra del voto serían la nueva forma de decidir quién nos gobierne.

Y para los más, para el infelizaje, les basta con que los lleven a los centros de votación, les den su dinero y los regresen a sus casas. No hay tos.

Poco importó que el pasado sábado que las huestes chairas quedaran  en evidencia como sucedió en el 2018, al igual que en las intermedias del 2021 y en las mismas consultas ciudadanas chafas.

Resultó impresionante el caudal de recursos financieros destinados por los gobiernos federal y estatal para la organización de esta elección interna para la renovación de los 3 mil representantes a su Congreso Nacional.

Y es que ésta elección es fundamental ya que una vez integrados en Congreso, serán quienes decidan quién será su candidato o candidata presidencial en la contienda del 2024.

Por ello, el caos en las mesas de escrutinio, la compra de votos, el mapacheo, las golpizas a pie de urna, la actitud de los representantes de casilla sin autoridad alguna.

Fueron, dicho de otra manera, la mejor muestra de cuál será el comportamiento electoral en municipios, estados y la república si López Obrador desaparece el INE y los OPLES locales.

Y a todo ello ¿Dónde quedaron Alito, Dante y Marko?

La violencia del pasado sábado simplemente pasó desapercibida. No acusaron recibo de los hechos violentos, el robo de urnas, las peleas, el que Veracruz, con Oaxaca, Chiapas, Hidalgo, Guerrero y la Ciudad de México, que ocuparon los primeros lugares en irregularidades.

Nunca se enteraron que Veracruz cobró de nuevo fama nacional con sus traslados masivos de votantes en vehículos oficiales, ni de las agresiones policiacas, el voto infantil  o los tan publicitados disturbios como el registrado en Zongolica o la quema de urnas en diversas plazas del norte y sur de la entidad.

¿Dónde quedó lo reclamo del dirigente priista Marlon Ramírez –el de un voto- o del perredista Sergio Cadena Martínez, lacayos del Bola #8?

La cancelación de casillas, la entrega masiva de despensas, el relleno de urnas como se vio en Perote, el tremendo borlote que armó la diputada  de Morena, Jessica Ramírez en Minatitlán ante la injerencia de la edil también Morena, Carmen Medel.

¿Dónde está el reclamo del rijoso –a conveniencia- Dante Delgado?

Hoy la oposición queda en el triste papel de observador.

Contempla el pasar del tiempo. No se decide –el partido Naranja se manifestará hasta diciembre- a pesar de que solo faltan 18 meses para el “destape” de los ratoncitos presidenciables.

En septiembre del año próximo ya deberá estar conformada la alianza opositora, pero hoy en el momento político e histórico, nadie levanta el dedo.

So pretexto de primero el programa y luego el hombre, los tapados se mantienen en la parálisis ya que en los hechos no existe ni programa ni “hombre”.

Mientras Morena se mueve a toda máquina. A su modo. En su estilo pedestre. Como lo aprendió el Peje hace 30 años cuando militaba en el PRI, a madrazos.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo

 

 

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