- Para volver a ser diputado federal por tercera ocasión
- Reconocer que el país y el estado no iban por buen camino
- El PRI está prácticamente borrado de todo el sur sureste del país
Por Miguel Ángel Cristiani
En una amplia plática con los integrantes de la Asociación de Comunicadores Veracruzanos ACOVER, el diputado federal Pepe Yunes Zorrilla conversó sobre los motivos que lo llevaron a participar nuevamente -por tercera ocasión- como diputado federal, sobre la situación del partido en el Veracruz y el sureste del país, así como los temas a tratar en la Cámara de Diputados.
Los motivos para volver a ser por tercera ocasión, diputado federal, sobre todo por el escenario del contexto nacional anunciaba que en esta ocasión iba a ver mucho menos posibilidades y un margen estrecho de posibilidades de gestión y de maniobra, comparado con lo que ya habíamos logrado, sobre todo desde el Senado de la República, y porque yo no quería darle la impresión, ni a mis amigos de los medios de comunicación ni a la sociedad, de que después de haber jugado la a gubernatura de Veracruz, con tal de estar en el escenario público, cualquier otro cargo podría valer la pena.
Había que cuidar mucho porque a mí me parece que también el decoro y el prestigio personal, tiene que ir acompañando las acciones públicas y yo sentía que era llegar hacia atrás, no iba a ver los márgenes de gestión, el grupo parlamentario iba a ser particularmente diminuto comparado con las dos ocasiones anteriores, con las cuales tuve la oportunidad de formar parte con el grupo parlamentario del PRI, se cambió el esquema de gestión en función de que al no tener la mayoría absoluta el gobierno con su partidos aliados iba a haber muy poco margen de negociación y muy poco para poder influir presupuestalmente, que es una de las razones que le interesa a Veracruz.
Entonces, no había en su conjunto muchas razones que invitaran a participar en este proceso, pero había una sólida y puntual y era la de reconocer y lo sostengo hoy, que el país y el estado no iban por buen camino, y que una parte de lo que significó los equilibrios, la normalidad democrática y las políticas de desarrollo en los últimos 30 años, fue precisamente ese equilibrio entre los poderes, en donde el Ejecutivo sí tenía un equilibrio, sí tenía un contrapeso en el Congreso.
Sí tenía que sentarse y escuchar las realidades regionales, sí tenía que atender a través de los partidos políticos agendas de interés específicos y tenía que considerarlas, convertirlas en política pública o en presupuesto, y evidentemente, desde el 97 y hasta el 18 esta fue la ruta y esta fue la realidad política del diálogo entre poderes, a partir del 18 la realidad cambió, y retornamos a los momentos previos del 97 en donde el poder Ejecutivo pierde contrapesos, en los nombramientos en las políticas públicas y sobre todo en el confección presupuestal.
Entonces la razón por la cual había que participar en ese proceso era quitarle un voto a Morena, desde ahí generar un equilibrio de mayor contención de mayor simetría en el ejercicio del poder. Esto bajo una reflexión personal, quizás era el momento si tenía uno las posibilidades de ganar en un distrito de salir a dar la cara en una elección bien complicada, quizás no tan complicada como la del 18 pero aún muy complicada. Lo cómodo era quedarse sentado de espectador. Lo complicado era arriesgar en una elección 25 años de trabajo, pero bien ameritaba la reflexión que ya les compartí.
Los resultados fueron más cerrados de lo que yo pensé que sería, una elección sumamente difícil en donde como ustedes lo han documentado, y aquí yo creo que mi reflexión es en función de la documentación de ustedes, hubo elementos no democráticos participando en la elección que sesgaron en beneficio de ese partido buena parte de los distritos. Aquí tenemos a Américo Zúñiga, no había una sola voz a lo largo de esa elección que no solo le reconociera el trabajo, la trayectoria, la necesidad de que este distrito estuviera dignamente representado en su persona, sino se percibía desde el transcurso de la campaña que se percibía como un ganador y algo pasó en este distrito y en mucho otros, incluyendo el de Coatepec.
El partido está prácticamente borrado de todo el sur sureste del país, llegamos en este contexto a la Cámara de Diputados y a los diputados aliancistas, simple y llanamente nos alcanza para evitar modificaciones constitucionales que pudiesen significar un retroceso en la vida democrática o un riesgo en el desempeño económico o político del país.
Yo he sido diputado federal en dos ocasiones anteriores, siempre he sido diputado federal de oposición, he sido un diputado de oposición que ha construido, que ha votado temas impopulares, desde la oposición, cuando hay agenda, cuando hay claridad, cuando hay argumentos, queda perfectamente claro que los diputados debemos de apoyar lo que signifique algo positivo al país, desde la provincia, para los que tenemos el honor de representar a estados, yo en particular al más importante que es el estado de Veracruz, apoyar lo que presente el gobierno que signifique un beneficio al estado y bienestar a la población, no hay duda.
El tema aquí es que las reformas constitucionales, al menos las tres que anunció el gobierno de la república para esta legislatura, en ningún caso cumple con ningún propósito positivo, ni para el país, ni para las entidades.
Entonces había que dejar muy en claro, que teníamos que generar argumentos y debate político para dejar en claro la naturaleza, no es oposición por oponerse, eso lo hacían ellos, es una oposición meditada y con estricta responsabilidad a tratar de salvaguardar lo que este país le ha significado algo bueno en su vida política y abiertos a corregir y mejorar lo que evidentemente no cumpliera con significado.
Tuvimos que debatir, argumentar, primero internamente, el tema de la Reforma Eléctrica, no había una sola posibilidad, más allá de la retórica y la propaganda, más allá de este discurso engañoso con el que se trataba de engañar, no había un solo hecho positivo para el país para ese tema, como no lo vemos tampoco en materia electoral y ahí yo siento que las condiciones no están tan competidas ni al interior del grupo ni en la Cámara de Diputados para darle posibilidad de que haya de transitar, parecer ser que ahí si hay acuerdos claros.
El otro trama es el de la Guardia Nacional, es de coyunturas, el transitorio de la primera reforma que le tocó a la Legislatura pasada, de alguna manera, obliga a que las fuerzas armadas van a poder desplegarse en materia de seguridad a la Guardia Nacional y al Gobierno Federal, pero hasta el último día de noviembre del 24. Después tendrán que regresar a lo que constitucionalmente le señalan las fuerzas su desempeño y su trabajo. La gran preocupación del presidente es que si no presenta esta propuesta -que seguramente va a tener como Cámara de origen al Senado- va a incurrir para el 2 de diciembre del 24, en una violación a la Constitución o va a tener que dejar al país sin el acompañamiento de las fuerzas armadas federales en apoyo de seguridad pública.
Por eso es la preocupación, pero que no se entienda mal, ni fortaleció la Guardia Nacional, ni generó policías, entonces va a ser muy complicado, que las fuerzas federales de apoyo a las fuerzas armadas puedan retirarse de las calles.
Ese es el panorama general que estamos viendo en el Congreso.
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