COLVER, la feria de las maestrías “patito”; maestrías para Dorheny García, Castillo Zugasti, Eder Lara, el gato de Dorheny y Luis Alberto Casas, el gato del Cuic
Lo sentimos por la cantidad de alumnos que han cursado un posgrado en el Colegio de Veracruz; lo sentimos por aquellos que hicieron muchos sacrificios para conseguir el grado de maestro o doctor en el COLVER; lo sentimos por quienes se ganaron su maestría o doctorado a pulso. Y es que el rector Mario Raúl Mijares, gato de Atanasio García Durán se puso a repartir maestrías en el COLVER como si fueran placas de taxi; se puso a repartir maestrías como empanadas en una kermés. Pero lo que más llama la atención es la desvergüenza de aquellos supuestos alumnos que aceptan esas maestrías “patito” y se toman la foto muy emocionados, felices, como si ante la comunidad académica de Veracruz tuvieran méritos para recibir el grado que les otorgaron. ¿A qué les sabe una maestría de ese tipo? ¿Para qué la quieren? ¿Para presumir que tienen un grado académico? ¿Creen que con eso abaten su mediocridad, su cretinismo? Ya lo decíamos en un artículo anterior, un “burro cargado de libros sigue siendo un burro”; un cretino cargado de títulos sigue siendo un cretino. En la segunda generación de la maestría cursada en el COLVER se ve a Dorheny García Cayetano, insulsa secretaria del Trabajo, quien también le consiguió maestría a su gato y operador Eder Lara. En la foto se ve además a Rafael Castillo Zugasti (fidelista), actual director del invedem, quien ha sido demandado por golpear y abandonar a sus ex esposas y novias. Otro al que le consiguieron maestría es a Luis Alberto Casas, uno de los dedos chiquitos de Cuitláhuac García. No se pudieron esperar otro año, todos quisieron salir en el mismo año, les urgía el grado, como si una maestría fuera su vacuna para el virus de la estulticia. ¡Engañados!
Que la Marina está pidiendo 6 mil millones de pesos para blindar Dos Bocas y que no la saqueen. Pero si Rocío Nahle ya la saqueó
Informa el periódico El Universal que “con una inversión de 6 mil 453.5 millones de pesos, la Marina propuso construir, operar y proporcionar mantenimiento a una zona naval, flotilla naval, estación meteorológica, hospital naval, unidad habitacional naval, centro de desarrollo infantil naval, unidad naval de protección portuaria y dos batallones de Infantería de Marina”. Queremos avisarle a la Marina Armada de México que ya es demasiado tarde, Dos Bocas ya fue saqueada, antes incluso de que se concluyera con la obra. Porque, una obra que en su origen fue presupuestada para que se construyera con 8 mil millones de dólares, es decir, 164 mil 398 millones de pesos, terminará costando 18 mil millones de dólares, es decir, 369 mil 877 millones de pesos; una baratija. Los analistas señalan que mucho de ese sobreprecio se debió a que la cantidad de contratos que se asignaron a las empresas de amigos y familiares de la secretaria de Energía. De hecho, Mario Maldonado, columnista de El Universal y especialista en Finanzas, señala: “El esposo de la secretaria de Energía, José Luis Peña Peña, es el verdadero operador de los contratos. Su influencia en la entrega de obra es escandalosa, a decir de varios contratistas, proveedores y altos funcionarios de Pemex”. ¿Por qué deja López Obrador que Rocío Nahle opere con tanta impunidad? Pues porque en el negocio van sus hijos, la nuera y Baker Hughes, todos en paquete.
Caro Quintero, un regalito para tener contento a Joe Biden. Ya sabían dónde estaba, sólo era cosa de ir por él
Hace tres años, en octubre de 2019, Caro Quintero se tomó una foto con un joven de quien se desconoce su identidad. Tiene el pelo negro y se le ve rejuvenecido si se le compara con la foto en donde se le ve saliendo de prisión; cabello completamente cano y delgado. Con el tiempo se corrieron versiones de que Rafael Caro Quintero ya estaba operando con el Cártel de Sinaloa y de que se le veía en algunas poblaciones muy quitado de la pena. Dicen algunos analistas que a Rafael Caro Quintero lo tenían bien ubicado, que lo único que se esperaba era encontrar la necesidad apremiante para poder detenerlo. Esa urgencia llegó pocos días después de que el presidente de México visitara a Joe Biden en la Casa Blanca. Resultó demasiado obvio el desdén con que Biden trató a López Obrador, un desdén bien ganado por el presidente que defendió a dictadores y que amagó al gobierno de los Estados Unidos. México aceptó todo lo que le pidió el gobierno de Biden; dice Fox News que hasta aceptó pagar mil 500 millones de dólares para pagar el muro fronterizo. Aceptó aumentar la distribución de gasolina subsidiada en la frontera de los EEUU para que los americanos vayan a llenar sus tanques. Es decir, le compramos gasolina cara al gobierno de Biden y la ponemos a disposición de los amigos americanos de la frontera a un precio subsidiado esa gasolina. Pero todo eso no bastaba, por ello, señalan algunos analistas, era necesario otro sacrificio para calmar la ira arancelaria del vecino del norte. Por eso fueron por Caro Quintero, lo sacaron de hoyo donde se encontraba y se lo entregaron al “dios” americano para calmar su furia.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra