Aquel rumor que se difunde sin fundamentos es conocido como chisme. Por lo regular es propio de personas que buscan dañara alguien con su falso comentario y sobre todo, causar mucha sensación de un hecho que, aún si comprobar se le atribuye a alguien.
Ya el periodista Salvador Camarena, había bautizado al sexenio de López Obrador como “El Sexenio del Chisme” y no son solamente chismes, intrigas, calumnias o insultos realizados ante grupos de personas, sino abiertamente, en tribuna televisiva transmitida a todo el territorio de la república, en donde se endilgan culpas; pero si son personas que se les investiga en el extranjero, además se les cuelgan los más grandes milagros, no así al General Cienfuegos, quizás por ser militar con cierta fuerza aún.
Con las grabaciones que recientemente se dieron a conocer del fiscal general de la república Alejandro Gertz Manero, con el señor Emilio Lozoya Thalmann, padre de Emilio Lozoya Austin, negociando para que se desistiera de un amparo interpuesto por el abogado defensor Javier Coello Trejo y, atender con el mejor beneplácito a su hijo, el postulante Coello Trejo posteriormente ha declarado que, efectivamente, le revocaron su nombramiento de defensor particular, señalando el litigante que, Lozoya aún se encuentra en la cárcel por hacer caso de incriminar sin la demostración de prueba alguna a personajes como: Calderón, Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Salinas de Gortari, Peña Nieto, Luis Videgaray, García Cabeza de Vaca, entre otros; lo que fue aprovechado desde la tribuna mañanera para proliferar todo tipo de chismes que se le ocurrieran al orador de la mañanera, para denunciar sin pruebas, insultar, calumniar y realizar toda clase de falsedades a todos los que le indicaron a Lozoya incriminara para poder realizar sus políticas de intriga y falsedad como cotidianamente se ha acostumbrado.
La aprehensión de García Luna, se ha aprovechado al máximo también por la tribuna del chisme, no obstante, no se hayan revelado las pruebas, pero ha servido para que, al gobierno de Calderón le haya llamado narco – gobierno y, hasta la fecha sirva para echar todo tipo de culpas de las incapacidades del actual gobierno y, de lo mal que se está dejando al país.
No faltará algo que pudiera saberse en contra de Calderón y de otros que he mencionado en este escrito, para poder aprovechar la ocasión de denostarlos, inculparlos, insultarlos y encontrar la manera de responsabilizarlos de los absurdos resultados que son evidentes en su administración presidencial.
Sin embargo, en octubre del año de 2020, al referirse al Chapo, indicó que no le gustaba decirle así y que pedía una disculpa por haberle llamado de tal forma, porque su nombre era Joaquín Guzmán Loera.
Así con el narcotraficante, pero desde su tribuna llama a los jesuitas hipócritas y a los judíos hitlerianos, tan solo porque no están de acuerdo con sus métodos de trabajo. No podremos negar que, lo que se profiere desde la tribuna del palacio nacional son: chismes, intrigas, calumnias, insultos y división.