Desde el 22 de diciembre pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador prácticamente había insinuado la inocencia de José Manuel del Río Virgen, había parado de momento la bronca en que se había metido el gobernador Cuitláhuac García Jiménez con un grupo de senadores por la detención del secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado y le había enviado un mensaje de que se zafara y dejara que el Poder Judicial enderezara el entuerto.
En el palacio de gobierno no agarraron ni entendieron la señal y entonces, mal informado, mal aconsejado y mal asesorado tanto por el secretario de Gobierno Eric Cisneros Burgos como por la fiscal general del Estado Verónica Hernández Giadáns, el gobernador se metió en un lodacero legal, que luego politizaron, en el que entre más chapoteaba más se iba hundiendo y del que ya no pudo salir. Ayer el fango legal se lo tragó sin remedio.
Este fin de semana deberá recobrar su libertad Del Río luego de que ayer el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del séptimo circuito, con sede en Boca del Río, confirmó en todos sus términos el amparo que el juez Jesús Arturo Cuéllar Díaz le había concedido el 9 de marzo pasado. Tanto el juez como los magistrados confirmaron que la Fiscalía del Estado no presentó un solo dato de prueba para incriminar al más cercano colaborador del senador Ricardo Monreal y militante del partido Movimiento Ciudadano (MC) que lidera el exgobernador Dante Delgado.
Desde un principio se tomó como una venganza
Del Río fue aprehendido el 22 de diciembre del año pasado, dentro de cinco días hará seis meses, acusado de ser el autor intelectual del homicidio del excandidato de MC a la presidencia municipal de Cazones, Remigio René Tovar, detención que desde un principio se tomó como un acto de venganza contra el presidente de la Jucopo del Senado, Ricardo Monreal, porque había intercedido para que liberaran a seis jóvenes detenidos acusados del delito de ultrajes a la autoridad, lo que había logrado con éxito exhibiendo de paso la arbitrariedad con la que actuaban tanto la Fiscalía General del Estado como el propio Poder Judicial del Estado.
Además, se enfurecieron contra Monreal porque el 19 de diciembre, domingo, luego de visitar a los jóvenes detenidos en el Cereso de Pacho Viejo, se trasladó a Xalapa donde se reunió con los magistrados de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y les pidió que actuaran apegados a derecho, que no se dejaran presionar por nadie y que resolvieran apegados a la legalidad la disputa por la alcaldía de Veracruz, que finalmente ganó la panista Patricia Lobeira Rodríguez de Yunes, nuera del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Nunca se ventiló públicamente, pero hubo la versión de que la detención de los jóvenes había sido a causa de un incidente con un colaborador menor de Cisneros, quien haciendo uso y abuso de poder pidió el apoyo de la policía que los detuvo y luego les inventaron que habían agredido a los elementos policíacos, lo que desmintió un video que presentó Monreal. Con la aprehensión de Del Río Virgen, considerado su mano derecha en el Senado, quisieron desquitarse.
AMLO ya había presumido la inocencia
Si bien un día después de aquel 22 de septiembre el presidente López Obrador expresó que le tenía mucha confianza al gobernador, en su conferencia mañanera del día 23 dijo que la detención de Del Río era “un asunto complicado, no menor”, que no debía haber impunidad pero que tampoco se debían fabricar delitos “a nadie” y “… espero que las autoridades que analizan el asunto –porque además es apenas una instancia– resuelvan con apego a la verdad, sobre todo no sólo con apego a derecho, sino que vayan al fondo, que se esclarezcan los hechos y se resuelva, que haya justicia, eso es lo que pido”.
Y seguramente conociendo bien a su gente, soltó también: “La fiscalía debe tener pruebas y si esas no son contundentes, válidas, pues se tienen que desechar y dejar en libertad a quien está siendo injustamente acosado, en tal caso”.
¿Ya intuía lo que ayer confirmaron los magistrados colegiados, que Del Río Virgen seguramente era inocente? Porque siendo tan directo para descalificar o para acusar o señalar, bajo su frase de que “mi pecho no es bodega”, no dijo que José Manuel fuera culpable, que tenía información, “otros datos”, que así lo confirmaran; al contrario, hizo valer la presunción de la inocencia del detenido y de paso puso en duda la actuación de la fiscalía. Los togados lo dejaron bien parado ayer, pero no así a los del palacio de gobierno que casi tomaron el caso como un asunto personal y se empecinaron en declarar como culpable al funcionario de la Jucopo del Senado.
Hermetismo en palacio, en la Fiscalía y en el TSJE
Anoche cuando redacté esta columna había absoluto hermetismo sobre la resolución de los magistrados del Tribunal Colegiado tanto en el palacio de gobierno como en la Fiscalía y en el Tribunal Superior de Justicia. La liberación de Del Río deberá ocurrir en cuestión de días luego de que el juez de control Francisco Reyes Contreras realice una nueva audiencia en la que dicte la no vinculación a proceso del detenido, que en ese momento quedará en libertad.
Un caso que debió haberse conducido solo por la vía legal y que nunca se debió haber salido de los tribunales se politizó cuando de hecho el gobernador Cuitláhuac García Jiménez asumió el papel de fiscal y se involucró y prácticamente dictó sentencia desde sus conferencias de prensa en el palacio de gobierno, a lo que se sumó que el Senado se dividió pues mientras que casi la mitad de legisladores salió en defensa de Del Río, la otra parte entró en defensa del gobernador y el asunto escaló tan alto que el senador y exgobernador Dante Delgado llegó a anunciar que solicitaría la desaparición de poderes en Veracruz.
Intervino Adán Augusto; Sergio se solidarizó
Además, relevante por el papel que juegan ahora, luego de la detención, el senador Monreal informó que el secretario de Gobernación Adán Augusto López le había ofrecido intervenir para lograr la liberación del detenido, mientras que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, declaró: “Lamento la situación jurídica de José Manuel del Río Virgen, gran amigo desde hace más de veinte años, veracruzano reconocido. Deseamos que esta situación no obedezca a alguna motivación de índole política y que todo se resuelva con estricto apego a derecho. Estaré atento a su proceso”. Otros legisladores veracruzanos que se sumaron a la defensa del secretario técnico de la Jucopo fueron el senador Julen Rementería del Puerto y el diputado federal Pepe Yunes Zorrilla.
Los del palacio de gobierno, pues, perdieron las batallas y la guerra. Dado que se le visibiliza como el líder de la defensa, ganó Monreal en el momento más oportuno cuando despierta muchas simpatías por el papel de víctima que juega al ser excluido por su propio partido y por el presidente como aspirante a la presidencia para 2024. En Veracruz, por falta de visión política, le dieron bandera política que ayer mismo comenzó a agitar.
Dijo que fue una “infamia”, una “injusticia” lo que le hicieron a su colaborador, que en Veracruz “tuercen la ley”, que hubo “una ominosa persecución política”, que resultó que “no hay delito” y soltó una gran interrogante: “¿y ahora quién deshace el agravio?”, con otra más: “¿Quién pagará por esta persecución política y esta actitud del fiscal y del juez?”, y lanzó un grito de guerra. Dijo que Del Río no es el único inocente que se encuentra detenido, por lo que “nuestro compromiso es luchar por ellas, en este estado… No dejaremos solo a Veracruz”.
¿La victoria de Monreal, de Adán Augusto y de Gutiérrez Luna, de Morena, es premonitoria de lo que viene? ¿Lo mismo para Dante, para Julen y para Pepe?