En vísperas del encuentro de mañana con el dirigente del PRI nacional, Alejandro Moreno, con ex presidentes de su partido para decidir las acciones en alianza rumbo al 2024, habrá de sucederse otro en paralelo con un grupo de notables priistas veracruzanos para exigir la salida de Marlon Ramírez.
Pruebas irrefutables de pactos inconfesables con Morena y resultados cero en tres años de gestión al frente de ese partido, son parte del reclamo.
Marlon cobra fama por ser el dirigente de un voto en las pasadas elecciones extraordinarias, así como provocar la caída del padrón de simpatizantes y seguidores en un 83%.
Al expediente se suma revisar la evidencia de la nómina secreta del PRI-Veracruz en favor de 83 aviadores y la inconformidad y divisiones internas por él gestadas, por ser un toma todo en las posiciones de poder.
Y es que ha sido un poder en donde sólo han tenido cabida su prima, Arianna Ángeles, a quien entrega la Secretaría General de ese partido y una de las dos diputaciones locales y disponer para sus amigos de las mejores posiciones partidarias y más altos emolumentos.
Peor aún.
Eso de ponerse de rodillas ante Anilú Ingram, quien en sueños de opio cree poder jugar la gubernatura en 2024 y entregarle, vía Marlon, la dirigencia partidaria a su pareja sentimental a cambio de un puño de monedas.
Han sido documentados además, los acuerdos en lo oscurito de este reducido dirigente priista, al entregarle a Morena las pocas plazas municipales alcanzadas en la elección intermedia de junio de año pasado.
Todo ello en el marco de francachelas de antología, al estilo Fidel Herrera: viajes a Europa en pareja, dispendios sin fin, salarios dobles, camionetas de lujo y no más ropa de tianguis.
Por supuesto, obligado poner en la mesa de debate esa presunción de Marlon de una fuerza de la que carece, al garantizar en la víspera, ir con todo para rescatar el estado de Hidalgo en favor de Carolina Viggiano, entregando como resultante el pasado domingo 6 de junio, casillas cero en el municipio más importante de esta entidad, Huejutla.
Up´s, que nadie se entere, fue la orden que dio.
Son pues, muchas sus rapacerías que en el juego del error-acierto, el propio Marlon echó abajo su propio teatro al aparecer sonriente en días pasados al lado del operador de Morena en Veracruz, el Secretario de Gobierno, Eric Cisneros.
¿Para qué se reunieron llevando como testigo a Arianna Ángeles, en calidad de esfinge?
A Arianna le urge evitar lleven a la cárcel a su hermano David, ex alcalde de San Andrés Tlanehuayocan, acusado de corrupción y desvíos millonarios en la cuenta pública municipal, así como denuncias sexuales que sobre él pesan.
De hecho, este alcalde de extracción priista, llevó a su último informe el año pasado, al diputado moreno Juan Javier Gómez Cazarín en busca de apoyo, mismo que no recibió.
Y, pues que mejor, arreglar el tema como el jefe de jefes, el Bola #8, quien acepta a cambio de que le pongan en bandeja de plata lo que queda del PRI.
Ese fue uno de los acuerdos.
El previo fue enfriar el expediente negro de Marlon.
Asunto arreglado.
Desde luego que la orden de Cisneros fue subir las fotos de tan sonriente y casual encuentro a las redes sociales para se viera quien manda.
Marlon jamás imaginaría que ello le iba a costar la cabeza
Hoy, en esta víspera, queda claro que “a cada Capillita le llega su fiestecita”.
“Alito”, quien muy seguramente saldrá fortalecido mañana –ya hay luces que así lo indican- sostendrá un encuentro con los santones del priismo veracruzano que exigen la salida de Marlon.
Exigen su remoción para llevar al priismo veracruzano por los caminos del Consejo Político que en una extraordinaria siente las bases de una sucesión democrática –no pactada- para el 2024.
Así pues, por lo pronto en la Ciudad de México algo se cocina. Desde luego, todo será casual… Será solo una “¡Afortunada coincidencia!” cuando se reúnan en la sede del CEN priista .
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo