En vez de andar con ocurrencias los gobiernos debieran resolver. Se insiste en el tema de la violencia porque ya no se puede estar en paz ni siquiera en los panteones, iglesias. No hay lugar público en donde no se perprete a diario un asesinato. Más de 100 mil homicidios, en lo que va del sexenio. Lo más delicado es que las autoridades pacten con la delincuencia organizada y les cubran con un manto de impunidad. Ahora los infractores corretean a la guardia civil, marines y soldados. Escenas vergonzosas sobre todo para los militares antes orgullo del país. El empoderamiento a los carteles del narcotráfico por parte de la presidencia de México es intolerable. Los mexicanos ya perdieron la capacidad de asombro al parecer. Quedaron cegados y no ven con claridad hacia dónde vamos. Cuando aclaren su vista querrán quedar ciegos, así de determinante es la cuestión por lo que pasa la patria. Por lo pronto en vez de cambiar la educación, eduquemos con lo que tenemos a la mano y hagamos conciencia sobre todo a la hora de votar. Esta en juego la tranquilidad del país.