“El primer castigo del culpable es que su conciencia lo juzga y no lo absuelve nunca.” – Juvenal.
Cuando se viene la noche, ni con todos los cocuyos del mundo se puede alcanzar la claridad.
Esto pareciera ser el escenario que lentamente sufre y vive la Fiscal General del Estado de Veracruz, Verónica Hernández Giandáns a la que parece se le comienza a eclipsar la estrella que la iluminaba.
La llamada del gobernador Cuitláhuac García Jiménez desde Minatitlán evidencia ese malestar de no encontrar en el área responsable de dar las respuestas puntuales a los niveles de incidencia delictiva una solución a la presión social y mediática que por lógica demanda resultados.
13 días desde que comenzó el viacrucis de la pobre Verónica que ya no siente lo duro, sino lo tupido.
Y es que si fue hace 13 días cuando se reportó la desaparición de Viridiana Moreno en la ciudad de Cardel, municipio de La Antigua, y fue ahí donde su mundo de caramelo se desinfló.
Acompañado de la alcaldesa de Minatitlán, Carmen Medel –víctima de la violencia- el gobernador Cuitláhuac García Jiménez dijo que es oportuno que la Fiscalía General, Verónica Hernández Giadáns hable del caso y rinda un informe público.
Pareciera que el ejecutivo se cansó de ser el pararrayos de la Fiscal y de su compinche el chupóptero responsable de la “supuesta” Gobernabilidad en Veracruz.
Tajante y contundente, el mandatario refirió: “Le he pedido a la Fiscal que dé un informe público sobre el hecho que sucedió en Cardel, que valore ella que tanto ha avanzado la investigación, los resultados que lleva y que rinda un informe público, y si pudiera ser hoy mejor”, dijo molesto el titular del Ejecutivo.
Ahí mismo, en presencia de los medios de comunicación de la región afirmó que este día se reunirá con la fiscal en donde tratará varios temas y ahí la exhortará a presentar el informe de los avances en las investigaciones del caso de Viridiana Moreno.
Sin más vueltas fue categórico: “Probablemente, hoy, más tarde, en la tarde noche, ella lo va a valorar, en su momento lo va a avisar, se tienen datos importantes, podría ser el momento de realizar un informe público”, precisó.
La realidad es que la presión que se está ejerciendo desde Palacio Nacional a la ola de actos delincuenciales que han dejado muy mal parado al Gobierno de Veracruz, en las vísperas de un proceso comicial en seis entidades, tiene ya muy estresados a los integrantes de la administración federal, que ven en dichos actos, más puntos negativos al proyecto transformador del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pareciera que el llamado por demás inverosímil realizado hace aproximadamente siete días por el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, Juan Javier Gómez Cazarín, fuera la alerta de actuar de inmediato ante las presiones de Palacio Nacional y del mismo Palacio de Cobián, en donde se termina de afinar un mega expediente en contra de ese personaje que a como ha eclipsado al pobre Cuitláhuac García y su gobierno.
Algo se está cocinando y no es precisamente arroz a la Tumbada.
Al tiempo.
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