Ni los halagos desmedidos ni las críticas infundadas pueden hacer mella en Ricardo Ahued. Sabe el motivo de ambas. El alcalde de Xalapa es un político maduro. Su trayectoria avala su prestigio al respecto. Es un hombre equilibrado que gobierna con el cerebro frío. No puede ser de otra forma pues caería en excesos de poder. Uno de sus mayores logros es la confianza de la ciudadanía, con la que trabaja de la mano como lo prometió. El ritmo que se a impuesto marca su disciplina. Eso no ha pasado desapercibido para la opinión pública. De hecho es la mejor pieza que tiene MORENA en el estado. Le duela a quien le duela. Sorprende que a estas alturas no dejen laborar a quienes tienen deseos de hacerlo. Ricardo Ahued tiene voluntad política de servir. Sus detractores equivocan el camino y se exhiben. Llevan asuntos que no pertenecen a su administración y usan tribunas públicas para asuntos privados. Hay que regular las comparecencias.