En alianza con el crimen organizado, el gobierno de Cuitláhuac García va por el extermino del PRD.
La consigna es borrar toda huella del Partido de la Revolución Democrática manifiesto de manera minoritaria, en algunos municipios en donde se les obliga a migrar a Morena o desaparecer.
En ellos bien aplica aquello de que cooperas o cuello.
La escalada desatada contra ese partido cuenta con el beneplácito de los patrones federales. De otra suerte no se entiende por qué no acusa recibo de crimen político alguno que se registra de manera cotidiana en la entidad.
Las señales claras se han manifestado desde el 2018, recrudecida en el 2021 y con una escalada de muertes en este 2022.
Su dirigencia que encabeza Sergio Cadena Martínez, ha recibido repetidas amenazas, amedrentamiento y está en permanente vigilancia desde que el Bola #8 asumió el cargo.
El asesinato del presidente del DIF de Acayucan, Clemente Nagasaki Condado Escamilla, registrado ayer en horas de la mañana es la resultante de una acción delictiva del crimen organizado que, sin duda, va de la mano de la escalada represiva contra el PRD.
Llama la atención el descuido de la plaza de parte del gobierno del estado que tiene asignados solo a dos policías para proteger y defender a 100 mil habitantes.
Ello a pesar de que en ese municipio se encuentra la “Base Regional de la SSP”. Más llama la atención que asesinado andaba en plena campaña por la alcaldía.
Cuitláhuac, que habla en nombre de la Fiscalía “autónoma” cada vez que se le pega en gana, declaró la tarde de ayer que la “línea de investigación” gira en torno al crimen organizado.
¡Bingo!
Le faltó completar la complicidad y que las acciones criminales tienen un fuerte tinte partidista, es este caso, contra el PRD.
Hoy, tal como dice Ortega Vidal, Veracruz arde.
Le faltó complementar que la mecha la encendió el Bola #8 y que la cereza de ayer fue Nagasaky, baleado frente a 200 mujeres, su madre y su esposa.
En igual sentido se podría decir lo mismo de Papantla a quien le retiraron la fuerza policiaca días antes de la elección de junio del año pasado y de Tihuatlán donde la policía fue a prender al alcalde perredista a sangre y fuego.
En realidad la campaña de exterminio contra del PRD, se inicia con la arbitraria detención de Rogelio Franco, ex secretario de Gobierno de Yunes Linares y virtual diputado federal, aquel 13 de marzo del año pasado, por “Ultrajes a la Autoridad”, un delito prescrito que, sin embargo, dio lugar para imputarle otros delitos que ameritan cárcel los siguientes 12 años.
No se olvida que meses antes, el 11 de noviembre del 2020, Florisel Ríos Delfín, alcaldesa de Jamapa, de extracción perredista, fue masacrada con tiro de gracia tras reclamar al Bola #8 protección policiaca para el municipio sin policía.
Y que el 7 de abril del año pasado la policía detuvo a Gregorio Gómez Martínez, candidato del PRD a alcalde de Tihuatlán, por “delitos federales”.
Lo tuvieron desaparecido bajo el argumento de un levantamiento de parte de grupos criminales. Sin embargo, un video -a 100 metros el lugar de la aprehensión- reveló que quienes se lo llevaron fueron policías. Gregorio sigue detenido en Oaxaca.
En esa víspera electoral fue detenido en Chinameca, José Antonio Carmona Trolle, desatándose una campaña de aprehensiones contra aspirantes perredistas que fue documentada por el INE.
Fueron 65 entre detenidos y desaparecidos.
De la cuarentena de municipios gobernados por el PRD, al menos 30 son objeto de presiones y chantajes. Por ello el presidente nacional del ese partido, Jesús Zambrano Grijalba, exigió al gobernador “detenga las amenazas y agresiones contra los presidentes municipales de extracción perredista”.
“En diversas ocasiones, agregó, los ediles han hecho públicas la amenazas de parte del gobierno por lo que exigimos a Cuitláhuac García, detenga las amenazas y agresiones contra los presidentes municipales y ponga un alto a las intimidaciones de parte de su Secretario de Gobierno, Eric Cisneros”.
A todo ello no deja de llamar la atención que en la escalada de asesinatos se acusa al crimen organizado hoy constituido en el brazo armado de las acciones políticas.
Más claro, ni el chapopote.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo