El gobierno federal de MORENA, es responsable de la muerte de 60 periodistas asesinados en lo que va de su administración. Ese odio mañanero diario hacia la prensa crítica, recoge sus funestos frutos con actos de violencia. El autócrata no gusta de la verdad. Lo de él es el engaño. Quien revela sus intenciones, hechos corre el riesgo de exterminio. También del desprestigio y una inquina nunca vista de un mandatario mexicano en contra de este sector. Vuelve Veracruz – estado fallido- a colocarse en el ojo del huracán, con el asesinato de dos periodistas estimadas en el medio. Con estos feminicidios suman 11 periodistas muertos en sólo 5 meses. Es inhumano el trato al gremio y la Comisión Nacional de Derechos Humanos debiera actuar. Pero sólo es un elefante blanco al servicio del ejecutivo, como el legislativo y judicial. No se qué impide ver la realidad y el abismo al que nos llevan. La impunidad que ofrece el mandatario a los verdaderos delincuentes, permite que la violencia en el país vaya a la alza. México está ensangrentado con tanto muerto y el eterno candidato en campaña y regalando, tirando el erario cuando aquí millones de mexicanos carecen de lo estricto.