El interés por investigar si las enfermedades tienen una relación directa con las emociones, ha crecido de manera significativa en los últimos años. No son pocos los especialistas en temas mentales que coinciden en que las enfermedades no son obligadamente hereditarias. Es decir, si el padre o la madre padecieron cáncer, por ejemplo, no necesariamente debe ser heredado a los hijos. Cuando los hijos sufren las mismas enfermedades que los padres, los estudios han arrojado que la causa está en los hábitos y las costumbres familiares. La deficiente alimentación, los problemas de familia, el manejo inadecuado de las emociones, son las principales causas de las enfermedades.
Otros aspectos que puede afectar a los hijos es la salud mental de la familia. Entre más disminuida, mayor es la posibilidad de afectar la salud de cualquiera de los integrantes de esa familia
Otro de los aspectos que han provocado gran controversia, es la filosofía de cada quien sobre la vida. Unos aseguran que quienes practican la mejor filosofía sobre la vida su condición de salud es más estable. En cambio, los que muestran desinterés por los aspectos más interesantes de la vida, regularmente tienen problemas de salud.
Se dice que la mente es la que produce todas las enfermedades, excepto aquellas cuya causa es externa.
Los experimentos realizados han aportado que, si una persona teme heredar determinada enfermedad, y permanentemente está pensando en esa posibilidad, puede materializarse, hacerse real. La mente no utiliza la lógica, a veces se confunde. Cree que si la persona repite el nombre de la enfermedad es para tenerla, no alcanza a percatarse que la consciencia del individuo desea todo lo contrario. Por esa razón hay que tener cuidado con la mente para evitar reacciones negativas.
Bajo esta hipótesis, si a la mente no la hubiésemos ocupado en repetir
el nombre de la enfermedad, no la hubiera contraído.
Los que han estudiado la mente y su relación con las enfermedades, explican que la mente debe escuchar la palabra salud de manera repetida para que la transforme en realidad.
Así como ocurre con los nombres que distinguen a las enfermedades, lo mismo sucede con otros términos relacionados con el miedo o angustia. El cerebro interpreta de manera diferente el problema a resolver. Por esta razón, si en lugar de escuchar los nombres de las enfermedades, escucha palabras o términos positivos, le proporcionará a la persona el fortalecimiento en el sistema inmunológico para mantenerlo en las mejores condiciones.
En consecuencia, se deben evitar sentimientos de odio, envidia o venganza; porque ese tipo de sentimientos modifican las frecuencias a las que vibra el cuerpo, poniéndolo en un estado de indefensión ante cualquier enfermedad.
También se ha investigado si la felicidad influye de manera determinante en la salud. Los expertos dicen que sí. Argumentan que una persona que manifiesta buen estado de ánimo y que con regularidad se siente feliz, las posibilidades de contraer enfermedades son remotas.
La tristeza y la sensación de abandono, van de la mano con los padecimientos físicos.
Las enfermedades, de acuerdo a algunas teorías, pueden evitarse mayormente si se adquiere una disciplina en la alimentación, ejercitar el cerebro leyendo o escribiendo; y mantener una actitud positiva ante la vida.
#fernandopadillafarfan
LA MENTE EN SALUD
Ing. Fernando Padilla Farfán
El interés por investigar si las enfermedades tienen una relación directa con las emociones, ha crecido de manera significativa en los últimos años. No son pocos los especialistas en temas mentales que coinciden en que las enfermedades no son obligadamente hereditarias. Es decir, si el padre o la madre padecieron cáncer, por ejemplo, no necesariamente debe ser heredado a los hijos. Cuando los hijos sufren las mismas enfermedades que los padres, los estudios han arrojado que la causa está en los hábitos y las costumbres familiares. La deficiente alimentación, los problemas de familia, el manejo inadecuado de las emociones, son las principales causas de las enfermedades.
Otros aspectos que puede afectar a los hijos es la salud mental de la familia. Entre más disminuida, mayor es la posibilidad de afectar la salud de cualquiera de los integrantes de esa familia
Otro de los aspectos que han provocado gran controversia, es la filosofía de cada quien sobre la vida. Unos aseguran que quienes practican la mejor filosofía sobre la vida su condición de salud es más estable. En cambio, los que muestran desinterés por los aspectos más interesantes de la vida, regularmente tienen problemas de salud.
Se dice que la mente es la que produce todas las enfermedades, excepto aquellas cuya causa es externa.
Los experimentos realizados han aportado que, si una persona teme heredar determinada enfermedad, y permanentemente está pensando en esa posibilidad, puede materializarse, hacerse real. La mente no utiliza la lógica, a veces se confunde. Cree que si la persona repite el nombre de la enfermedad es para tenerla, no alcanza a percatarse que la consciencia del individuo desea todo lo contrario. Por esa razón hay que tener cuidado con la mente para evitar reacciones negativas.
Bajo esta hipótesis, si a la mente no la hubiésemos ocupado en repetir
el nombre de la enfermedad, no la hubiera contraído.
Los que han estudiado la mente y su relación con las enfermedades, explican que la mente debe escuchar la palabra salud de manera repetida para que la transforme en realidad.
Así como ocurre con los nombres que distinguen a las enfermedades, lo mismo sucede con otros términos relacionados con el miedo o angustia. El cerebro interpreta de manera diferente el problema a resolver. Por esta razón, si en lugar de escuchar los nombres de las enfermedades, escucha palabras o términos positivos, le proporcionará a la persona el fortalecimiento en el sistema inmunológico para mantenerlo en las mejores condiciones.
En consecuencia, se deben evitar sentimientos de odio, envidia o venganza; porque ese tipo de sentimientos modifican las frecuencias a las que vibra el cuerpo, poniéndolo en un estado de indefensión ante cualquier enfermedad.
También se ha investigado si la felicidad influye de manera determinante en la salud. Los expertos dicen que sí. Argumentan que una persona que manifiesta buen estado de ánimo y que con regularidad se siente feliz, las posibilidades de contraer enfermedades son remotas.
La tristeza y la sensación de abandono, van de la mano con los padecimientos físicos.
Las enfermedades, de acuerdo a algunas teorías, pueden evitarse mayormente si se adquiere una disciplina en la alimentación, ejercitar el cerebro leyendo o escribiendo; y mantener una actitud positiva ante la vida.
#fernandopadillafarfan