El 3 de mayo del año anterior a eso de las diez de la noche con cuarenta minutos, la mayoría de los mexicanos se habían ido a la cama y los trasnochados miraban los noticieros nocturnos cuando se dio a conocer la noticia; la Línea 12 del Metro en el paso elevado entre las estaciones Olivos y Tezonco había colapsado.
Un video muestra el momento exacto de la tragedia: las 22 horas con 22 minutos. Segundos antes los vehículos transitaban de manera normal por las laterales cuando una espesa nube de polvo que siguió a un enorme estruendo los ocultó por completo. Una pareja que viajaba en su automóvil fue aplastada por toneladas de escombros de lo que fue el paso elevado del tren.
Luego vino el desasosiego y la frustración.
Y es que a pesar de que el presidente López Obrador declaró: “se dará a conocer toda la verdad sobre el accidente”, no ha sido así. Y porque ni los familiares de las 26 víctimas mortales ni los 80 heridos han recibido el apoyo y la indemnización prometidas.
Dos de los presuntos responsables: Marcelo Ebrard que presionó para que se agilizara la obra y pudiera inaugurarla antes de dejar la jefatura del DF, y Claudia Sheinbaum que no le dio mantenimiento, ni siquiera han sido llamados a declarar, gozan de impune libertad y en una de esas uno de ellos ocupará la presidencia.
También vino el inhumano desdén cuando le preguntaron al presidente por qué no había visitado a los heridos: “No es ese mi estilo. Eso tiene que ver más con lo espectacular y lo que se hacía antes. No me gusta la hipocresía… me duele mucho lo que pasó (muchísimo que debió dolerle) pero no es de irse a tomar fotos, al carajo ese estilo demagógico, hipócrita. Eso tiene que ver con el conservadurismo”.
Luego vino el peritaje que dio como resultado un único culpable: un perno. Un perno al que felizmente encontraron retorcido entre los escombros y está (como se decía en el argot policiaco de mediados del siglo anterior) a buen recaudo de las autoridades.
¿Hay más responsables?
Sí, pero…
Uno de los presuntos es Enrique Horcasitas, Director del Proyecto, que incluso desde mucho antes de la tragedia (desde el 2015) era buscado por la entonces PGR y la Interpol por su presunta responsabilidad en fallas de la obra.
En la actualidad anda libre a pesar de que el 18 de octubre pasado la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, lo señaló tanto a él como a nueve personas más de ser responsables del colapso. Entre los señalamientos que les hicieron están el de homicidio culposo y daño en propiedad ajena.
Los nueve son: Moisés Guerrero Ponce, Director de Construcción y Obras Civiles; Juan Antonio Giral y Mazó, Director de Diseño de Obras Civiles; Fernando Ramiro Lalana, Director de Coordinación de Supervisión; Héctor Rosas Troncoso, Subdirector de Obra Civil; Enrique Baker Díaz, Director de Ingeniería y Proyecto de Diseño; Guillermo Alcázar Pancardo, Director Responsable de la Obra; Ricardo Pérez Ruiz, Responsable de la Seguridad Estructural; Juan Carlos Ramos Alvarado, Residente de Obra y Fernando Amezcua Ordaz, Supervisor de la Obra Civil.
Si los ves lector, diles que ya no hay bronca porque si a un año del metrazo y tras sesudas investigaciones no han pisado la cárcel, difícilmente la pisarán. Sólo un perno está a la espera de que la justicia le cargue oficialmente los 26 muertos y los 80 heridos para luego darle carpetazo al caso y con ello, apostarle al olvido.