El domingo de resurrección empezó mal en el Congreso Federal para los diputados de Morena y terminó peor, ya que nomás no pasó la reforma eléctrica promovida por el presidente López Obrador. Las amenazas, chantajes, descalificaciones, los epítetos de arrabal lanzados contra los opositores, no surtieron efecto y el tabasqueño sufrió su peor descalabro desde que vive en Palacio Nacional.
La sesión comenzó a las 11:15 horas con la asistencia de 498 de 500 legisladores y en medio de una gritería que nunca pudo controlar el presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna.
Los faltistas fueron la diputada del PRD, Laura Fernández Piña, que pidió permiso para hacer campaña por la gubernatura de Quintana Roo y Marco Antonio Flores, legislador morenista, que no asistió porque tenía una tocada en Estados Unidos. Y es que aparte de diputado, es vocalista de la banda grupera Jerez que la está haciendo gacha por aquellos rumbos. Pero su ausencia se subsanó con la presencia de su suplente.
El diputado del PVEM, Andrés Pintos Caballero, se dio de baja en ese partido y se sumó a Movimiento Ciudadano justo antes de que comenzara la sesión, y anunció que votaría contra la reforma. Esto tampoco fue problema ya que ese voto en contra se emparejó con el del llamado Judas (aún del PRI), Carlos Miguel Aysa Damas, que votó a favor de la reforma.
A pesar de lo larguísima, la sesión no estuvo para nada aburrida. Por un lado los morenos y sus satélites agitaban banderitas nacionales, mostraban carteles, pancartas y gritaban consignas. Y del lado de la oposición compuesta por el PAN, PRI, PRD y MC la situación era exactamente la misma.
Una de las muchas notas de color la dio el diputado de Morena, Emmanuel Reyes, que llegó al Congreso disfrazado de trabajador de la CFE y con media estocada entre pecho y espalda. Emmanuel se puso a discutir con la diputada del PRD, Fabiola Dircio, hasta que alguien que lo vio con más detenimiento grito: “¡Está borracho!” y de inmediato se desgranó el coro: ¡Antidoping! ¡antidoping! ¡antidoping!
Puesto al descubierto Emmanuel quiso negar lo evidente, cuando era más que notorio que andaba bien flameado. Digo, yo sé de eso, lector.
La bancada del PRI aprovechó un receso para citar a una conferencia de prensa donde el líder de ese partido, Alejandro Moreno, dijo que los legisladores de Morena pretendían retrasar la votación para que el rechazo a la reforma no fuera la noticia principal.
“Será la primera vez en la historia que una reforma constitucional enviada por el presidente de la República no pase en la Cámara de Diputados”, indicó.
Agregó que la iniciativa de Morena era una tomadura de pelo. “Prometieron que iba a bajar la energía eléctrica en cuatro años y no lo lograron. Prometieron que iba a bajar la gasolina y ahí están los gasolinazos. Prometieron resolver la seguridad y el país se les está cayendo a pedazos. A los ojos de la sociedad Morena es una tragedia y una desgracia para este país”.
Y soltó una estocada en el morrillo del partido guinda. “Fue Morena quien desapareció el Seguro Popular. Fue Morena quien desapareció Prospera y las Estancias Infantiles. Fue Morena quien desapareció los refugios para mujeres y fue Morena la que desapareció las Escuelas de Tiempo Completo”.
Antes, desde la tribuna había sentenciado: “La reforma eléctrica no pasará y Morena tendrá su derrota más grande y más monumental”. Y como fue.
Cerca de la media noche llegó el veredicto final. Con 275 votos a favor y 223 en contra, la iniciativa fue rechazada en lo general al no alcanzar la cifra mágica de 336 votos.
Queda “desechada”, dijo un contrariado Sergio Gutiérrez, antes de dar el martillazo que puso punto final a la sesión.
¿Qué sigue ahora? Para la reforma eléctrica nada; está muerta.
Para los mexicanos, escuchar los eructos y ver el vómito verbal que soltará el presidente contra los traidores, vendepatrias, reaccionarios y conservadores, que rechazaron su arcaica, vetusta y obsoleta propuesta.
No hay que descartar a Zenyazen
En un hecho calificado de histórico por el magisterio de Veracruz, la organización Maestros con Morena (MCM) refrendó el sábado anterior su apoyo al gobernador Cuitláhuac García Jiménez y al presidente Andrés Manuel López Obrador, al reconocer la transformación que ha tenido el sistema educativo en los tres últimos años.
En las instalaciones del Estadio “Antonio M. Quirasco” de Xalapa, se congregaron miles de docentes y trabajadores de la educación para departir en una comida con el gobernador Cuitláhuac García y el secretario de Educación Zenyazen Escobar porque, de acuerdo con los propios mentores, son los principales pilares de la transformación de la educación en Veracruz.
Escobar García aprovechó la reunión para decir que el pasado 10 de abril fueron más de 500 mil los maestros que salieron a votar en la revocación de mandato lo cual agradeció el gobernador Cuitláhuac García.
Esta reunión causó revuelo sobre todo entre los analistas políticos que la estarían viendo como el pre destape de Zenyazen como aspirante a la gubernatura de Veracruz. Y el razonamiento tiene su lógica.
La reunión de miles de docentes fue un mensaje para el gobernador de que Zenyazen también tiene su arrastre entre el magisterio y no nada más el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna.
Quizá alguien diga que la candidata del gobernador es Rocío Nahle y no le faltará razón, pero la titular de Energía no las trae todas consigo últimamente. Rocío también es la candidata del presidente, pero eso no quiere decir que ya tenga la candidatura en la bolsa.
Si las cosas no van bien con la zacatecana, Cuitláhuac García puede presentarle un plan B al presidente que sería Zenyazen Escobar. De ahí que la idea de los analistas tenga su lógica.
Un punto valiosísimo a favor de Zenyazen (independientemente de los 500 mil maestros que llevó a las urnas el 10 de abril) es que la SEV es una de las dependencias que no le ha dado dolores de cabeza al gobernador y le está entregando resultados positivos. Por otra parte, Escobar García reveló a Cuitláhuac que Maestros con Morena tiene en la actualidad a 30 mil agremiados, pero pueden llegar a 50 mil o más en el 2024 lo que sería una importante cantidad de votos para el partido guinda.
De los ocho aspirantes de Morena a la gubernatura (Rocío Nahle; Sergio Gutiérrez, Ricardo Ahued, Eric Cisneros, Juan Javier Gómez Cazarín, José Luis Lima Franco y Manuel Huerta) uno de ellos es Zenyazen Escobar, así que no hay que descartarlo.