Y los veremos pasar cuando los saquemos, con la cola entre las patas sentenció el adusto, Adusto secretario de gobernación. La paradoja es que fue al revés. Perdió MORENA la mitad de su capital politico del 2018. Y como la canción infantil de los perritos, de los 30 que tenía sólo le quedaron 15. De cada 10 mexicanos 8 no fueron a votar. No hay más argumento solo el que era la crónica de un fracaso anunciado. Muy costoso al erario. Con esos cientos de millones de pesos, se podría paliar el hambre de la miseria y el dolor de los niños con cáncer. Cuando el ego domina mal salen las cosas. Esa ambición desmedida de poder tiene un precio y hoy se las cobró dejando amargura en las tribus. Tenían otros datos y por eso la desesperación. Solo sirvió para exhibir a funcionarios serviles, lacayunos, lamebotas del ejecutivo y violadores de la ley. Mención aparte el judicial, que por andar de paleros descuidan la violencia que cada día crece más en el país. El 50 por ciento dominado por el Narco, al servicio del gobierno federal. El fracaso tiene registro. La esperanza para México renace porque se ven posibilidades. MORENA y su creador son sus propios enemigos.