Es inexorable para el hombre el tránsito de lo tangible a lo desconocido, en nuestra cultura no se enseña (como debiera) el necesario tránsito del hombre por esta dimensión, su principio y el fin, el Alfa y el Omega, lastimosamente porque de otra manera no sería tan dolorosa la ausencia definitiva de quien se va. Porque todos los días alguien, muchos se despiden, y en ese incesante ir y venir se nos oculta esa verdad. Ayer un amigo, ahora otro se despide sin avisar, así es de súbito el tránsito. Hoy se fue Enrique Olivera Arce, ya octogenario, vivió la vida con intenso sabor periodístico, su profesión de corazón. Lo recordamos junto a Polo Cuevas en sus ediciones vespertinas del afamado “Correo de la Noche” durante el gobierno de Murillo Vidal, hicieron época, también Melitón Domínguez y pepe Zaiden. Pequeño periódico “Correo de la Noche”, dos hojas en mimeógrafo con las noticias frescas, también los chismes de la esfera pública, del día o la semana, como esfuerzo periodístico fue un referente. Es la buena huella que deja en Xalapa Enrique Olivera Arce, a quien recordamos con afecto. EPD.
con información de Sociedad 3.0