“A los hombres de carácter les gusta oír hablar de sus faltas; a los otros, no.” – Aristóteles.
Finalmente, la fecha llegó y los docentes acompañados de trabajadores del Instituto Bachilleres de Veracruz, salieron a la calle a manifestarse de manera pacífica, para exigir a las autoridades de los tres niveles de Gobierno rescatar el emblemático edificio.
La construcción fechada en 1910, ha sido testigo fiel de la historia del Puerto de Veracruz, sobre sus muros, quedaron las balas del invasor norteamericano en 1914, en su contra esquina, cayó herido de muerte el propio Teniente José Azueta, quien a la postre muriera resultado de la metralla recibida en ese cruce de avenidas, entre Landero y Coss y Esteban Morales.
Por sus aulas transitaron mujeres y hombres emblemáticos, inclusive ex gobernadores de Veracruz, estudiaron en sus aulas, así como maestros que son parte del acervo histórico de nuestro estado y país.
Pero por desgracia solo algunos maestros y directivos muestran la realidad tal cual es, mientras otros, en su afán de salvar el hueso ofrecen versiones contrarias a lo realmente expuesto por quienes no han tenido de otra más que expresar la realidad.
La mañana de este martes, algunos maestros expresaron el grave deterioro que presenta la institución, preocupados por el avance del deterioro del mismo edificio, el cual señalaron ha sido declarado por Protección Civil Municipal zona de riesgo en su planta alta –adjuntamos archivo fotográfico para demostrar la realidad-.
Casos como el de la directora del turno vespertino, Verónica Infanzón Romero quien descaradamente minimiza la situación al afirmar que solo se cayó el falso plafón cuando las fotografías aquí exhibidas demuestran no solo el desastre que representan las instalaciones, sino su riesgo, son la evidencia de cómo algunos, solo hablan por conservar la chamba, y no por verdaderamente hacer valer los derechos de alumnos y maestros.
Es urgente, que las autoridades educativas encabezadas por el secretario Zenyazen Escobar García, atiendan directamente la problemática y sobre todo, evalúen la necesidad inmediata de asignar nuevas autoridades en ambos turnos escolares, pues la indiferencia y maltrato para con los docentes y los alumnos se tiene documentado.
El rescate de los colegios históricos de Veracruz se convierte en una diligencia prioritaria para las autoridades educativas y porqué no para las autoridades de los tres niveles de Gobierno, pues, estás instituciones son el crisol donde se forman los futuros veracruzanos de bien, y por ese solo hecho, se debe atender el llamado urgente que realizan estos valientes maestros.
Esperemos que la decisión ejecutada sea beneficiosa para la mayoría, y no se opte por la salomónica salida de darles atolito con el dedo, porque la verdad, Veracruz no merece esto.
Al tiempo.
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