“Cuando la situación es adversa y la esperanza es poca, las determinaciones drásticas son las más seguras.” – Tito Livio.
Era cuestión de tiempo para que Morena aprendiera cómo ganar elecciones desde el aparato de estado.
Dicen que el empleo del manual para arrasar elecciones se empleó bajo la premisa de calladitos, calladitos, y así hacemos nuestro tamalito.
En lo que es catalogado como una jornada comicial extraordinaria sin contratiempos, pareciera que el partido del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez será como un día de campo.
Esta vez a diferencia del proceso electoral previo, se pudo operar con tiempo y despresurizada la zona de la posible incidencia que partidos de oposición ejercieron.
Así, a las 18:00 horas, cerraron las 72 casillas de votación instaladas en los cuatro municipios con elecciones extraordinarias celebradas este domingo.
Los partidos políticos reportaron que desde las 17:00 horas, las casillas en Amatitlán y en Tlacotepec de Mejía ya se notaban vacías. Mientras en Chiconamel y Jesús Carranza los votantes acudieron hasta a votar hasta el último momento, señaló la Agencia de Noticias AVC en uno de sus despachos informativos. https://www.avcnoticias.com.mx/noticias-veracruz/general/327622/cierran-votacion-y-arrancan-conteos-en-elecciones-extraordinarias-en-veracruz.html
Por su parte, las autoridades de Seguridad en la entidad reportaron saldo blanco en los operativos de seguridad y protección ciudadana implementados en los municipios.
Es evidente que aun cuando el Gobierno del Estado dilapidó gran cantidad de recursos vía programas del bienestar para ganar conciencias, los ciudadanos tienen la última palabra, aún cuando se dieron muestras y evidencias de una operación soterrada de parte de las autoridades para hacer que la voluntad popular se inclinará a favor de los candidatos de Morena.
Si no una fotografía es la mejor evidencia de ello.
Así el pasado 24 de marzo a las 18:07 el alcalde de Huejutla, Hidalgo, Raúl Badillo Ramírez se tomaba una fotografía que después subiría a sus redes sociales con el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez.
Para muchos, la imagen no es evidencia de nada, pero si no se sabe el contexto, no se puede comprender la importancia y relevancia del hecho.
Resulta ser que este personaje, autoridad municipal del vecino estado de Hidalgo, es un cacique de esos que se dan en algunas regiones del país, en donde la voluntad popular vale un soberano cacahuate, cuando las cosas se imponen a la fuerza, y sin mediar consecuencias.
Pues resulta que a Badillo Ramírez –antes aliado del PRI- decidió respaldar al proyecto transformador veracruzano, siendo considerado el principal factor de violencia en la región huasteca, pues se afirma habría desplegado al menos a unos 100 de sus pistoleros para, así como no queriendo, hacer turismo electoral por la región de Chiconamel. https://www.facebook.com/RaulBadilloRmz/posts/5008347029213539
Y bueno en una de esas inclinar la balanza a favor del proyecto impulsado por Morena, coincidencia o no, pero la tensión que se vivió en la región es extrema, aun cuando los reportes señalan que todo tránsito en santa paz.
Quien, bajo amenazas de perder la vida, la familia y algo más, se va a oponer a la voluntad de esta clase de personajes, que son y siguen siendo el terror de las comunidades rurales.
A menos que la sociedad cansada de ese tipo de prácticas simplemente no respaldar al candidato de ese instituto político, y opten por ejemplo por Alejandro Sánchez Franco “Alejo”, el candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que era quien mostraba mayor arrastre durante toda la campaña.
Lo cierto es que Morena empleó el manualito, siguiendo la máxima, de arrasar poco a poquito, empleando las mismas prácticas que antes juro y perjuro no emplear.
Los resultados en los otros municipios marcaban al cierre de esta columna una posible victoria para Morena, pero como todo en esta vida, la moneda está en el aire.
Al tiempo.
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