La semana pasada se desató uno de los conflictos bélicos más grandes en las últimas décadas, Ucrania comenzó a ser invadida por fuerzas rusas, pretendiendo ocupar un punto estratégico y lacerante en la historia como es el caso de la central nuclear de Chernóbil. Esta central se encuentra actualmente en el norte de Ucrania, pero en 1986 pertenecía a la Unión Soviética. Previo a 1991 Ucrania formaba parte del territorio de la Unión Soviética, después de esta fecha el territorio quedó tan dividido como las ideologías.
A lo largo de la historia han existido grupos separatistas que buscan pertenecer aún a Rusia, prevalecen sus costumbres e incluso el idioma. Ucrania comparte fronteras con Rusia y han mantenido múltiples conflictos en la historia luchando por proteger territorios. ¿Qué ha cambiado ahora? Comenzando por el Presidente de Ucrania, que actualmente es oposición al régimen de Vladímir Putin, quien deseaba que Ucrania fuese uno de los países que se sumaran a la OTAN.
Con esto último Vladímir Putin declaró que representaba una fuerte amenaza para la seguridad nacional y que tenía el objetivo de desmilitarizar a Ucrania. Buscando no atacar puntos civiles, aunque lo cierto es que sí han resultado afectados los civiles que de inmediato han tenido que buscar refugio en las fronteras vecinas como Polonia.
Para comprender un poco más del interés de Ucrania en sumarse a la OTAN, es necesario entender que esta última surgió después de la Segunda Guerra Mundial y en el marco de la Guerra Fría. Comenzó como una alianza de 10 países que se comprometieron a defenderse mutuamente en caso de agresión armada contra cualquiera de ellos, actualmente los países que la conforman son 30, en su mayoría europeos y figurando sólo dos del continente americano: Estados Unidos y Canadá.
Como esta alianza surgió en el marco de la Guerra Fría que fue un periodo de oposición principalmente entre Estados Unidos y la Unión Soviética, el conflicto armado que se vive actualmente podría ser el preámbulo de un nuevo enfrentamiento de esta índole, donde el interés principal reside en abarcar el control de un mayor territorio, sus recursos e incluso amenazar a otras naciones como lo está haciendo Rusia actualmente con cargamento nuclear.
La preocupación de que Rusia esté ocupando en estos momentos un espacio como Chernóbil, es la amenaza que representa para la población, pues hace 36 años en la central nucleoeléctrica se presentó una fuga de material radioactivo que dejó severas consecuencias en el territorio y la población durante múltiples generaciones.
Además de Rusia y Ucrania, otros países se han sumado en apoyo principalmente para Ucrania, los que usualmente suelen ser aliados de Rusia se han mantenido al margen de la situación, pues con el paso de los años se han construido puentes diplomáticos entre la mayoría de naciones. Enfrentar un conflicto bélico de esta índole, puede traer múltiples consecuencias, comenzando porque el número de soldados rusos es mayor al número de soldados ucranianos. Ucrania ha recibido el apoyo de otras potencias como es el caso de Estados Unidos y de momento como respuesta se ha bloqueado a los bancos rusos de operaciones internacionales.
¿Cómo podría afectar lo anterior a México? Nuestro país ya condenó el ataque que está sufriendo Ucrania, pues de no hacerlo podría fragmentar sus relaciones diplomáticas con otras naciones, de igual forma su postura puede traer consecuencias que aún no se pueden dimensionar del todo con Rusia.
Es necesario entender cada uno de estos conflictos, que aunque podrían parecer ajenos, forman parte de nuestra historia y al parecer algunos puntos tienden a repetirse, pues Putin no ha negado su interés de reconstruir la Unión Soviética y ahí está también el por qué la intervención y apoyo que actualmente ofrece Estados Unidos.
Entender nuestro pasado también es clave para saber qué ocurre en el presente y cómo podemos construir un mejor futuro, evitando que se repitan los mismos errores donde familias enteras quedaron separadas durante años, donde al final por intereses del poder siempre pierden más los civiles.